EL ESPEJO (Revelaciones)
By LadyAxR
By LadyAxR
¡Por fin!...pensaba tras bajar una vez mas todas las escaleras del apartamento que había alquilado para mi estancia en esa nueva ciudad, en ese país que no tenía ni la más remota idea de lo que me iba a encontrar. Era un cuarto piso, sin ascensor, llegue al portal y me senté un poco a descansar en las escaleras que había saliendo a la calle, miraba agotada el coche que había alquilado con el maletero abierto y con solo dos cajas dentro de el, menos mal, después de haber subido ya cinco veces esta sería mi última vez y me sentía agradecida, definitivamente no me apuntaría a ningún gimnasio como pensaba hacerlo ya que había hecho ejercicio suficiente.
En una semana comenzaba a trabajar en una serie de tv y me gustaba la idea, solo me habían dado un papel para unos cuantos meses así que me pareció estupendo aceptar así conseguiría mucha más experiencia. Al principio no iba a aceptar pero mi madre me animo a ello, mis amigos me recomendaron hacerlo, que me iría bien, no sé si me irá bien ni lo que me depara el futuro pero seguro aprovechare esta oportunidad para aprender todo lo que pueda de esta gente por estos lugares del mundo.
Me levante decidida animándome a mi misma que ya solo me quedaban esas dos cajas, me acerque al coche baje las dos cajas pesadas al suelo y cerré el coche poniendo la alarma, puse una caja encima de la otra y no viendo casi comencé a subir las escaleras, mi última vez pensaba para darme ánimos, mi última vez, continúe caminando lentamente y tuve la mala suerte de que en ese momento la puerta del portal se me cerro, no lo podía creer, maldije en silencio una y otra vez cuando estuve a punto de dejar las cajas al suelo alguien me abrió la puerta, una voz de mujer se escucho al otro lado, ofreciéndome su ayuda. A pesar de que si la precisaba la negué y le di las gracias por abrirme la puerta, sin mirarla casi por que las cajas la tapaban entre y comencé a subir las escaleras.
Llegue por fin a mi apartamento, las deje en el suelo y me tumbe en el sofá, mientras observaba el techo de mi nueva casa, respirando agitadamente, debía calmar un poco mi corazón si no me daría un ataque, los techos estaban más alto de lo que normalmente los apartamentos suelen estar, el casero me dijo que eso hacía que hiciera más fresco en el lugar, ¿para que quiero más frío?, ya hacía bastante en ese país como para tener más fresco, mejor me hubiera puesto una calefacción que no había y el frío se sentía bastante en las noches. Después de recuperarme un poco no podía ceder ahora y debía comenzar a colocar las cosas en su lugar, lo primero que hice fue instalar mi pequeño equipo de música que mis amigas me habían regalado en mi fiesta de despedida que me ofrecieron una semana antes de venirme.
La música comenzó a sonar, no muy fuerte, era mediodía y no deseaba molestar a los vecinos nuevos, no quería que se llevaran una impresión equivocada de mi, la típica Estadounidense Texana que anda pegando tiros, emborrachándose y haciendo escándalos a cualquier hora del día. La música me animo a continuar y abriendo una a una las seis cajas saque objetos colocándolos cada cual en su lugar. Mi apartamento no era muy grande, tenía una habitación matrimonial suficientemente grande, un baño completo, el salón y la cocina estaban en una sola habitación, juntas, las separaba una barra americana y tenía un balcón grande, podría decirse que era más grande el balcón que la casa, reí con ese pensamiento. Mientras estaba en la cocina colocando algunos enseres apareció ante mi una pelota color roja rodando por el salón, deteniéndose cerca del sofá y una pequeña niña corría detrás de ella, cuando la agarro se dio la vuelta y la vi que sonreía.
- Hola pequeña-. Le dije poniéndome frente a ella, su sonrisa se borro de su cara, tal vez pensó que iba a reñirle por entrar de esa manera
- Hola-. Me contesto bajando su mirada tímidamente
- ¿Es tuya?-. Le preguntaba señalando la pelota y le sonreí para que no se sintiera cohibida
- Si-. Levanto un poco su cabeza y me miro aun no muy confiada de mi reacción
- Bien, ¿cómo te llamas?-. Quería darle la confianza para que estuviera tranquila y poco a poco lo fui consiguiendo
- Daisy
- Pues yo me llamo Renee, hola…-. Le ofrecí mi mano que dudosa me la dio-. – ¿Daisy vives aquí en el edificio?
- Si, en el apartamento 402
- ¿Qué edad tienes?
- 9 años y no le diga a mi madre nada por favor, si sabe que jugué en el pasillo me reñirá y me castigara
- No te preocupes, no le diré nada
- ¿Eres nueva verdad?-. Me preguntaba apretando contra su pecho la pelota curiosamente
- Si, acabo de llegar al edificio y me gustaría que fuéramos amiga ¿que te parece?
- Sí, me gustaría, pero ahora debo marcharme, si no regreso a casa y mama se entera se asustara
- Está bien-. La acompañe a la puerta y la vi alejarse por el pasillo mientras me saludaba con su mano mirando hacia atrás, llego hasta su puerta al comienzo del pasillo y cerro su puerta, yo hice lo mismo.
Nuevamente comencé a ordenar mis cosas y sin darme cuenta me dio la noche si haber desayunado, ni comido, y el estomago ya a las ocho que me marcaba el reloj me pedía cenar algo, al no tener comida aun en la cocina decidí salir por ahí a ver si encontraba algo. Cuando Salí a la calle la noche se hacía ante mi muy oscura pero ese barrio estaba iluminado bastante, al principio no quise salir por miedo a lo desconocido pero no podía hacer otra cosa ante mi estomago que rujia sin parar. No quería alejarme mucho porque no reconocía bien el lugar pero tuve suerte porque al dar la vuelta a la esquina vi un precioso lugar, un restaurante-bar ambientado en los años 50. Entre viendo que no había mucha gente en la zona del restaurante, mejor, pensé, así me atenderían antes, me senté en una de las mesas hechas de coches antiguos, sillones de coches antiguos, era increíble ese lugar, nada más entrar da la sensación de que vuelves el tiempo atrás.
La carta de comida también te hacia recordar los viejos tiempo, con nombres míticos en honor a Elvis y muchos otros grandes del rock. Deseaba comer comida típica del lugar pero en esa carta no lo había, hacían honor a mí comida norteamericana así que me pedí un gran batido de fresa con mucha espuma y una hamburguesa doble con queso y pepinillos. Como pensé al no haber mucha gente me atendieron rápido y pude disfrutar la comida mientras en los altavoces se escuchaba una música relajada.
Divise enfrente de mí a una pareja de ancianos que comían un plato parecido al mío aunque el de ellos llevaba patatas, de vez en cuando se pasaban uno comida al otro y no entendía bien pero por sus gestos y miradas se decían palabras de amor, era hermoso ver eso en una pareja ya tan mayor, deseaba enamorarme y sentir eso, y por supuesto llegar a esa edad junto al hombre de mis sueños, me gustaba mi trabajo, mi libertad, pero ansiaba tener eso también, formar una familia, un hogar al que volver y que alguien me esperara de vez en cuando con un beso tierno y cariñoso, o yo esperar a alguien de igual forma.
Avise a la camarera que me había atendido para pagar la cuenta, una chica joven, pelo rubio y ojos oscuros que con una gran sonrisa me pidió el dinero que le entregue respondiéndole de igual forma, me pidió que esperara para regresarme el cambio pero levantándome le dije que no importaba que se lo quedara de propina y ella despidiéndome en la puerta me dijo:
- Nunca te había visto por aquí, y está claro que por tu acento tampoco eres de aquí, así que debo imaginar que eres nueva en el barrio y en el país, cuando tengas tiempo pásate por el bar, le invitare a una copa, es un lugar tranquilo y con buena música-. Me guiño el ojos y sonriéndome picarona cerró la puerta del restaurante adentrándose en el
¿Que había pasado ahí?, me gire yendo hacia mi casa a descansar, ¿esa chica había tratado de ligar conmigo?, me sonreía caminando y abrigándome un poco por que el frío empezó a ser más fuerte. No podía creer lo que me había pasado, seguía sonriendo cuando llegue a mi portal, me detuve a mirar el cielo por unos instantes no había ninguna estrella y entonces mi vista se dirigió a una ventana en lo alto, era Daisy que me saludaba por segundos con su mano, fue poco porque la cortina se cerró en ese instante, supongo su madre la cerro tratando de que por fin ella se durmiera por la hora que era, mire mi reloj yo debía hacer lo mismo, mañana seria un día agotador para mi, aun debía acabar la casa y encima debía más o menos conocer mi futuro trabajo, debía devolver el coche alquilado y ver otro transporte mas de acuerdo con mis intereses.
Un día nuevo entro por mi ventana, alegre me levante me asee y vistiéndome cómodamente lo primero que hice fue ir en coche a donde trabajaría, mire por fuera las naves grandes, las oficinas, ubiqué bien, la calles, y como podía ir en autobús hasta ese lugar, después de recibir información de un lugar y otro deje el coche en la nave de alquiler. Me compre un mapa para saber mejor las cosas y me informe bien de la ciudad en una oficina del centro de la ciudad a la cual a los turistas informaban. Una hora después regresaba a mi barrio que estaba algo lejos de donde trabajaría, teniendo que coger tres autobuses, haciendo transbordos, pero lo mejor es que podía hacerlo y las horas estaban de acuerdo.
Ya de día me di una vuelta por el barrio y no sé si era por la noche o qué pero ahora se veían las cosas mucho mejor, tenía un supermercado a dos manzanas de mi casa, un poco más cerca un gimnasio muy completo que no pude negar y me apunte nada más verlo, me gustaba cuidar mi salud y el ejercicio sacaba mucha adrenalina negativa en mi. Había un gran parque con un campo universal, ya que por lo que pude ver había campo de fútbol, béisbol, fútbol americano, básquet, en fin estaba completo, una escuela que más suerte tuve por que los chicos jugaban en el patio, me acerque a observarlos, algún día tendría los míos propios, algún día pensaba mientras sonreía al verlos correr, jugar y pude ver que Daisy jugaba con sus compañeras, ¡vaya!, ya sabía en qué colegio estaba.
Camine regreso a mi casa y en mi camino me encontré un nuevo parque más pequeño pero muy bonito y tenía en el centro un gran edificio completamente redondo, grande, me acerque para ver que era y vi en su puerta un gran cartel: Biblioteca Pública Municipal, “Cuida a los libros como si fueran parte de ti”. ¿Una biblioteca?, me pareció interesante, me haría socia, pero ahora no tenía tiempo para ello así que seguí caminando hacia mi casa. Llegue a casa y me eche un rato en el sofá, encendiendo la tv para ver que daban.
Escuche el ruido de golpes en mi puerta, desperté sobresaltada mirando el reloj ¿eran las 5 de la tarde?, me había dormido sin darme cuenta, la tv seguía encendida ya en un programa diferente del que había puesto, el sonido en mi puerta continuaba, me levante y abrí.
- Hola Renee, ¿quieres jugar?-. Me ofrecía Daisy un juego de mesa ante mi
- Pequeña, ¿que haces aquí?
- Mi mami a salido a comprar y me ha dejado con una niñera que no me gusta mucho, he salido para ver si quieres jugar conmigo
- Pues….-. La verdad no me importaba jugar con ella pero me preocupe por qué, ¿que clase de niñera seria que pudo salirse ella sin darse cuenta?-. – Sí, claro que quiero jugar contigo pero antes dime, ¿te has vuelto a escapar?, ¿donde está la chica que te está cuidando?
- En casa
- Bien, ¿y sabe que has venido?
- No
- Pues deberías avisarle Daisy, por que se va a preocupar si no te encuentra en casa
- No lo creo, ha venido Richard
- ¿Y quien es Richard Daisy?-. Me estaba temiendo lo clásico pero no podía permitir eso, debía hablar con su madre
- Es el novio de Elena, andan…están….-. No se atrevía a decírmelo
- No te preocupes pequeña, ven, dame la mano iremos…..-. A lo lejos escuchamos su nombre a gritos, ambas nos giramos y vimos ante nosotras una mujer alta que se acercaba a nosotras
- Daisy, ¿que estás haciendo aquí?, te dije que no molestaras a los vecinos, ¿donde está Elena?-. Mis ojos se perdieron viendo a esa mujer alta, hermosa, tenía unos ojos azules bellísimos, tenía que ser modelo, era realmente linda, y cuando me miro sacando su sonrisa me dejo sin habla, no podía articular palabra-. – Disculpe a mi hija, espero que no la haya molestado
- No…-. Seguía admirándola, ¿pero que me pasaba?, ¿porque no podía hablar una frase seguida?
- Mama, solo quería jugar, quería jugar, ya acabe los deberes y quería jugar, ella es mi amiga, la que te conté ayer, es….
- Soy Renee, encantada-. Daisy me ayudo a poder hablar y salir de mi estado que no entendía
- Hola, yo soy Lucy, y si querías jugar por qué no lo haces con….
- Tranquila, a mi no me molesta, en serio, pero si deberías mirar a esa chica por qué no está bien que la deje sola
- ¿Donde está Elena?-. La miro directamente a ella
- En casa, Richard…
- Renee ha sido un placer-. No dejo termino a su hija-. – Pero debo ir a casa, ya me imagino….-. Me sonrió-. – Lo que esta chica está haciendo
- Si, lo entiendo-. Correspondí a su sonrisa
- Pero mama yo quiero jugar con….
- Lucy si quiere déjala aquí y mientras usted…bueno termina con….
- ¿En serio no te molesta?
- No, de verdad, vaya, en cuanto acabe viene a buscarla
- Gracias, gracia
- No hay de que
Y ella se dirigió a su casa y nosotras entramos en la mía, salimos a la terraza y nos sentamos a jugar, me sentía feliz jugando, hacia mucho que no me lo pasaba tan bien, media hora después tocaban a la puerta, era su madre, la invite pasar y se sentó junto a nosotras.
- ¿Todo bien?-. Le pregunte mas con la mirada para que no se diera cuenta Daisy
- Sí, todo quedo claro, tendré que buscar nueva niñera jajá…
- Me encantaría ayudarle pero mañana comienzo un trabajo nuevo y…
- Puedes ayudarme no llamándome de usted, ya que vamos a ser vecinas…jajá
- Vale, lo mismo te digo
- Bien, y no te preocupes, ya encontrare a alguien, he pensado que aunque salga más caro contratare a una mujer mas mayor, así no tendré problemas de novietes jajá...
- Si, aunque nunca se sabe ¿no?
- Jajá…si…bueno….-. Me turbo cuando me miro de frente, ella despertaba cosas raras dentro de mí, me avergonzaba, ¿por qué?, no entendía mi reacción para con ella-. – Cariño, debemos irnos a cenar ya, seguro Renee…
- Oh, siento no haberos ofrecido nada, pero es que no tengo nada, no compre, apenas voy haciendo el traslado y....
- No te preocupes, ya me imagino, ¿quieres cenar con nosotras?
- Yo….-. Me gusto la propuesta pero no podía aceptar
- Si, si, ven a casa, cena con nosotras-. Intervenía Daisy-. – Así te enseño mi dormitorio, mis juguetes
- Vale, acepto pero os deberé una cena ¿vale?
- Perfecto-. Su sonrisa llamaba mi atención más de lo normal, ¿que me pasaba?, ¿me estaba sintiendo atraída por ella?, no, no podía ser, eso era algo anormal, era….estaba mal.
Ya en su casa cenamos muy a gusto, la verdad me lo pase fenomenal y me gusto la idea de tener una vecina tan agradable, me sentía muy bien a su lado, mas del que debería ni podía desear pero debía controlar mis sentidos que me pedían cosas raras. Daisy se fue a dormir a la tercera vez que su madre se lo pidió a regañadientes pero accedió finalmente y yo me despedí dándole las gracias a Lucy por todo lo que me había ofrecido, ella me pidió que fuera lo que fuera le pidiera ayuda en lo que quisiera, ya sabía por mí que era de fuera y que había venido poco tiempo para hacer un trabajo, no le conté de que era porque antes de venirme por teléfono me notificaron que nadie debía saber sobre la serie de tv que comenzaría a emitirse unos meses después.
Llegue a casa aun pensando en ella, en su sonrisa, definitivamente debía aceptar que esta mujer alta de ojos claros había entrado en mi, aun sin saber muy bien cómo pero me había atraído, me sentía muy bien a su lado, era una química especial la que sentía por ella.
Desperté a mi hora con tiempo suficiente para llegar bien al trabajo, aunque no deseaba llegar tarde en mi primer día así que salí media hora antes de casa, espere a mi primer autobús, que aun bostezando ya que era bastante temprano miraba como la gente igual que yo iban recién levantados cada uno a su destino supuse. Baje y volví a subir cinco minutos después en otro, la vida era graciosa porque la gente de este autobús iban un poco más despiertos al igual que yo, según iba pasando el tiempo las personas íbamos despertando a pesar de que en un comienzo íbamos todos como zombis. El tercer autobús ya la gente hablaba más, unos con otros parecían conocerse de siempre pero no era así, solo se veían cada mañana en esos mismos autobuses para cada uno ir a sus respectivos trabajos.
Baje del último autobús con alegría, con esperanza de un nuevo comienzo, para aprender todo lo que pudiera y para disfrutar mucho más. Mientras me acercaba veía a un señor corpulento vestido con traje negro y tiras en sus hombros rojos, era el de seguridad.
- Hola buenos días…-. Le saque una de mis mejores sonrisas, él muy serio contesto cortamente
- Buenos días ¿trae el gafete?
- ¿Gafete?, ¿que Gafete?, lo siento soy nueva aquí y aun no me lo han dado
- ¿Dígame su nombre?
- Renee, Renee O’Connor-. Lo vi mirar una lista que tenía entre sus manos
- Usted no está aquí, así que no puede pasar
- ¿Cómo?-. Extrañe lo que me dijo, es mas hasta creí que me estaba gastando una broma pero no, su cara seguía seria, este hombre no bromeaba-. – Escuche, debo estar ahí, soy nueva, me dijeron que viniera este día en la mañana, a lo mejor no ha mirado bien
- Señora, ya le he dicho que no….
El sonido de un motor de coche no me dejo acabar la frase y vi como él se alejaba de mí para apretar un botón y ver como la verja se abría sola, el coche paso rápido y salpico un charco que ni siquiera sabía que estaba ahí hasta que recibí toda el agua sucia en mi cuerpo. Mande a la mierda en silencio a la persona que conducía ese coche que no logre ver y quejándome en susurros la puerta volvió a cerrarse. Gire mi vista para mirar al de seguridad que aguantando su risa me volvía a decir.
- Lo siento señora pero no….
- Escuche a lo mejor está por mi nombre completo, Evelyn Renee O’Connor o Evelyn O’Connor o….
- Déjala pasar Santi, es la chica norteamericana que esperábamos, ¿recuerdas que te lo comente?-. A nuestro lado caminando se acercaba un hombre delgado, pelo blanco, mirada tranquila, serena, se presento
- Hola señorita O’Connor, soy Sam, espero no le haya dado muchos problemas Santi, él cuida muy bien a nuestros trabajadores
- Hola, soy Renee, me puede llamar Renee-. La vergüenza por encontrarme en ese estado de contrariedad, toda empapada ante mi futuro jefe comenzó a salir por mis mejillas que las sentí calientes y mas maldije en silencio al tipo que me ocasiono eso
- Bien, pues….Renee, ¿que le ha pasado?-. Me iba preguntando mientras la puerta se abría y entrábamos juntos caminando
- Un coche pasó a mi lado rápido y….-. Vi que el coche estaba aparcado no muy lejos de nosotros pensé en decirle que había sido ese coche pero, ¿para qué?, eso no era una escuela para acusar a nadie
Pensé en olvidarlo y mucho más cuando él amablemente me llevo hasta el almacén de ropa y después de presentarme a la mujer encargada le pidió que me prestara algo para pasar el día. Él se marcho diciéndome donde debía ir cuando me cambiara y veinte minutos después con ropa seca, unos vaqueros y una camiseta con el eslogan de la producción, fui a donde me indico.
Cada persona que veía a mi paso la saludaba, y les sonreía, ellos contestaban con un saludo dudoso, me daba la sensación que no estaban acostumbrados, ¿que pasaba en este país?, ¿acaso aquí nadie se daba los buenos días o un mínimo saludo de cortesía?, era rara la sensación pero en fin yo siempre he pensado que las normas las rige una persona individual y a mí me habían educado a saludar a todo aquel que estaba frente o pasaba a tu lado. Llegue al lugar indicado que era una oficina doble con un gran escritorio, su silla estaba ocupada y era por Sam, después de pedir permiso entre y me senté esperando que él me dijera algo.
- Debemos antes esperar a Robert, llegara en seguida-. Volvió a reinar el silencio
- Claro….-. Yo no sabía quién era el susodicho que me había nombrado pero no tarde en averiguarlo por que entro por la puerta
- Hola soy Robert, pero puedes llamarme Rob si te apetece-. Me decía sentándose a mi lado en una silla rápidamente-. – Sam tengo prisa, tengo asuntos que arreglar ¿para qué me hiciste venir?
- Rob, ella es la chica que interpretara a Gabrielle
- Perfecto, eso es algo que ya se, ¿y para eso me haces venir?
- Si, quería que la conocieras personalmente, me gustaría que…
- Sam…-. Giro su cara hacia mí-. – Señorita O’Connor, me alegro mucho que este aquí y todo eso pero debo marcharme en otra ocasión ya….-. Se levanto y salió del despacho con una despedida de mano
- Espere un segundo en seguida regreso-. Sam le siguió y escuche como detrás de la puerta le decía que debía comportarse mejor conmigo, que debía presentarse como Dios manda y no a lo loco y con esas prisas, Rob le recrimino que me contratara sin consultárselo antes y comenzaron una discusión que yo mejor no quise escuchar así que me levante y me aleje a la ventana a mirar a través de ella-. – Siento lo ocurrido Renee-. Sam regreso nuevamente junto a mí-. – Son problemas personales entre nosotros
- Escuche Sam, yo no deseo crear problemas, yo solo vine porque me informaron de que…
- No los está creando, no se preocupes por eso, usted firmara ahora su contrato, Rob está algo nervioso, le haremos unas pruebas junto a la protagonista de la serie, conoce ya a la señora Lawless?
- No, no tengo el placer de conocerla
- Venga conmigo entonces, así ya hacemos la prueba directamente, y se la presento oficialmente, ella está ensayando
- Bien
Ambos salimos de su despacho me llevo por varios pasillos, en algunos había puertas a los lados y podía ver que algunas puertas estaban entreabiertas y veía a gente utilizar espadas, ensayando movimientos, había cables en el suelo tirados, cajas de todo los tamaños, de todo nos íbamos encontrando a nuestro paso, cosas inverosímiles. Por fin llegamos a nuestro destino, el abrió unas puertas grandes negras y me ofreció paso primero a mí, a lo lejos escuche una voz que pedía repetir, y repetir otra vez el ensaño por qué no salía como estaba previsto y entonces fue cuando logre ver a la persona que vestía un traje de cuero con una espada entre sus manos amenazando a un hombre que estaba en el suelo, no podía creer lo que mis ojos veían pero era ella, era Lucy.
Me detuve en seco, quede completamente inmóvil, mis piernas no me respondían, Sam regreso junto a mi preguntándome si me encontraba bien, respondí pero seguía sin moverme aun de la sorpresa de ver que era ella, mi vecina, la madre de Daisy, no podía creerlo, esto tenía que ser un sueño de esos locos que seguro despertaría en cualquier momento, pero no, no lo hacía, así que debía de ser verdad.
Sentí que Sam me cogía del brazo y quiso ayudarme a andar, me gire a mirarlo que sonriéndole le dije que estaba bien que solo había sido…no sabía que decirle volví a quedar en silencio, acabe diciéndole que no era nada y comencé a caminar junto a él.
- Lucy….-. Le grito antes de que comenzaran otra vez a rodar, ella giro la cara hacia nosotros-. – ¿Puedes venir unos minutos?-. No contesto nada, solo camino hacia nosotros-. – Mira quiero presentarte a…
- ¿Renee?, ¿que haces aquí?-. Pregunto algo más que sorprendida, aunque ella si podía hablar mejor que yo y no se quedaba como tonta embobada
- ¿Ya os conocíais?-. Él me pregunto extrañado ya que le había dicho que no conocía a la señora Lawless
- Sí, bueno, es que ella es….-. Quería justificar algo por que no quería que Sam pensara que era una bromista o algo peor una mentirosa
- Soy su vecina Sam-. Continuo ella sonriente
- ¡Vaya!...que coincidencia ¿verdad?-. Nos miro a ambas-. – En fin chicas, como ya veo que os conocéis y todo lo demás, te la encargo Lucy, enséñale todo esto y como van las cosas, ¿podrás?
- Claro, será todo un placer enseñarle a esta señorita lo que quiera, ven Renee, me encargare de ti jajá…
Ambas riendo fuimos de un lugar a otro enseñándome las cosas básicas, la zona de vestuario, los horarios, los camerinos, la sala de reuniones, la sala de lectura de guión, la cafetería, en fin nos pasamos prácticamente todo el día enseñándome todo, hicimos las pruebas necesarias juntas y por separado, era un excelente actriz, buenísima, como casi ninguna me había topado en mi carrera, comimos juntas y ella se había ofrecido a llevarme a casa así que acepte encantadísima. Ibamos en silencio hacia el aparcamiento y al ver en el coche que ella introducía su llave en vez de enfadarme decidí reír en una gran carcajada.
- Vale, menos mal que eres mas alta y mas fuerte que yo, por que si no te mataba ahora mismo-. Ella en este día me había permitido tenerle cierta confianza que yo le ofrecí también, era algo extraño pero parecía que la conocía de toda mi vida
- Bueno, te lo puedo permitir si me informas de que me estas hablando jaja-. Ella abrió su puerta para no entrar mientras seguía esperando que yo le respondiera sin dejar de mirarme
- ¿Puedo fiarme de que conduzcas bien hasta tu casa?
- Espero que si, llevo bastantes años al volante, pero…¿por que me preguntas eso?
- Por que vas como loca sin mirar a quien puedes ensuciar en el camino
- Insisto Renee no entiendo que…
- Recuerdas que mientras me mostrabas la sala de cafetería te comente que había tenido el contratiempo de que me empaparon y….
- OH, vaya, no me digas que….
- Si, fue tu coche, bueno, tu-. La señale con la mirada sonriendo
- Lo siento, lo siento, jamás pensé….-. Su cara cambio de una sonrisa saco una mirada triste, de culpabilidad, hasta me hizo sentir culpable de estar recriminándole
- No, no, discúlpame Lucy, yo…no quería que…bueno, oye, vamonos ya mejor….
La observaba en silencio desde la puerta de mi casa mientras introducía mi llave para entrar. Ella hacia lo mismo para entrar a su casa mientras me sonreía y me despedía con su mano a lo lejos. Minutos antes mientras veníamos en su coche, prácticamente no había dejado de hablar de la sorpresa ocurrida en el trabajo, de las coincidencias de la vida y seguía disculpándose por la ducha improvisada que me dio sin querer. Ya no estaba ante mi así que entre en casa con mi cabeza llena de imágenes suyas, eso no me gustaba, no me gustaba nada sentir esa sensación tan….tan a gusto de sentirme para con una mujer. No debía sentir nada con respecto a mi compañera de trabajo, eso no era correcto.
Trate de sacármela de la cabeza mientras me duchaba y me vestía con ropa cómoda para salir a cenar, aun no tenia nada en casa de comida, definitivamente mañana mismo debía ir a comprar no podía estar gastando diariamente comiendo en la calle y mas por que siempre había pensado que la comida casera era la mejor. Salí cerrando con llave mientras caminaba por el pasillo vi que la puerta de Lucy se abrió y ella aun sin salir completamente le decía a alguien que enseguida regresaba, antes de que lograra cerrar la puerta completamente visualice que le hablaba a un hombre muy bien parecido que mientras se acomodaba en el sofá encendía la televisión con el mando a distancia.
- Hola nuevamente-. Me sonreía cerrando la puerta de su casa
- Hola Lucy-. Le decía mientras hasta yo misma me sorprendí de lo que estaba sintiendo dentro de mi, celos
- ¿Vas a salir?
- Si, voy a cenar algo, aun no he podido comprar nada, ya sabes, el trabajo me mantuvo muy ocupada
- Que casualidad yo precisamente iba a comprar también, ¿quieres que te lleve?, conozco un supermercado que cierran mas tarde y esta muy bien
- No quiero molestarte, supongo estas muy ocupada-. Le concluí para ver si me decía algo sobre el tipo que vi antes
- No, para nada, Daisy esta acompañada tengo tiempo de ir, venga vamos
- Esta bien
Finalmente acepte y si tenia razón, el supermercado estaba muy bien pero en mi cabeza seguía estando ese hombre que había visto y que no me había gustado nada. Pero todo lo que mi cabeza pensaba era una locura tras otra, ella se había portado muy bien conmigo, apenas la conocía, debía pensar en otras cosas, yo estaba ahí para trabajar unos meses y ya esta, luego regresaría a mi hogar, pero ella había conseguido que en dos días traerme loca ¿por que?, ¿por que me hacia sentir eso?, ¿que tenia de especial para que yo me sintiera atraída por ella?, en mi se habían despertado sensaciones nuevas, desconocidas.
Después de esa noche solo la veía lo imprescindible en el trabajo, no quería atormentarme, ni pretendía meterme en su vida, ella estaba casada probablemente, tenia una hija preciosa y una vida estable y bien. Yo debía de dejar de sentir eso de una buena vez, esa química o lo que demonios fuera.
Los meses se me habían pasado rápido, mi vida estaba centrada en el trabajo y alguna actividad extra que hacia para entretenerme como el gym o actuaciones benéficas en una asociación que había encontrado por casualidad. En unos días ya dejaría de verla por fin, la seguía observando a través del cristal mientras estábamos cambiándonos en camerinos, el día había acabado y mi contrato estaba por terminar, si, era mejor así, no quería que mi corazón siguiera sufriendo más. A veces me encontraba a ella o a Daisy con su padre caminando por el pasillo del edificio pero me dedique a darle una sonrisa de cortesía y nada más.
- ¿Ha sido un día largo verdad?-. Me decía sin mirarme sentándose en una silla mientras se ponía sus zapatos
- Si jaja…pero tu hoy te has reído mucho a mi costa
- No mucho jaja, solo lo necesario
- Ya te voy a dar yo necesario-. Le tire un calcetín hacia su cara pero ella lo cogio con la mano-. – Algún día te voy a sorprender y no podrás evitar recibir el golpe-. Le decía en broma al ver que mi calcetín no había llegado a su destino
- Ya me has golpeado, lo que pasa es que tu misma no te has dado cuenta-. Su mirada fija me estremeció
- No entiendo a que…..
- Chicas, ¿estáis visibles?-. Preguntaba a gritos Ted a través de la puerta
- Si-. Contesto Lucy levantándose y abriéndola. Yo quedé inmóvil aun con esas palabras resonando en mi cabeza, pero que no las entendía, y eso no me gustaba, pensaba en las bromas que yo había tratado de hacerle a ella y jamás me habían funcionado
- No pueden irse, las llaman en dirección, deben hablar con ustedes
- ¿A esta hora? ¿Y que quieren?-. Preguntaba Lucy mientras dejaba entrar a Ted en la habitación, yo acabe de vestirme mientras él negaba con la cabeza a su respuesta
- Vamos Ted, ¿como no vas a saberlo? Tú siempre lo sabes todo, siempre sabes como enterarte de las cosas-. Intervine en la conversación, Ted era un compañero nuestro en la serie, es un actor fabuloso, con mucho carisma y me hice muy amiga de él, iba a extrañarlo mucho cuando regresara a mi país
- Ren preciosa, esta vez te digo la verdad, no tengo ni idea solo me han mandado a llamaros
- Esta bien, pues no hagamos esperar a los jefes-. Me guiño un ojo Lucy sonriente
Los tres juntos caminamos por el pasillo mientras seguíamos con bromas y mas bromas, yo no podía parar de reír junto a Ted y así entramos Lucy y yo riéndonos mientras Ted se despidió de nosotras yéndose a su casa, él no había sido requerido por los jefes.
- Me alegro que estéis tan contentas pero podéis sentaros para hablar algo seriamente-. Decía el productor Rob serio sin levantar la vista hacia nosotras mientras continuaba leyendo un papel sentado en su escritorio
- Bueno chicas-. Intervino Sam que estaba de pie junto a Rob después de que nos callamos y nos sentamos frente a ellos mirándonos sin saber aun de que se trataba-. – Al parecer, ya llegaron los resultados de esta primera temporada y todo a sido mucho mejor de lo que esperábamos
- Si-. Rob nos miro a ambas para proseguir-. – Y debemos felicitaros por que parte de todo estas favorables graficas es por ustedes dos
- ¿Y cual es el problema Rob?, por que por la forma en que nos estas hablando y tu seriedad parece que no te gustara-. Lucy lo enfrento como otras veces, era la única que lo hacia.
Rob era el productor mas serio que yo me había topado en mi carrera y en esta ocasión nadie del equipo se enfrentaba a él, bueno si, solo una persona, Lucy, ella siempre defendía sus propuestas y sus comentarios, tal vez por esa cuestión él se enamoro de ella. Todo el equipo, incluida yo aunque me molestara, nos habíamos dado cuenta de que hacia unos meses Rob sonríe algo mas, estaba mas tranquilo laboralmente y se ponía nervioso cuando estaba en presencia de Lucy. Si, el productor se había enamorado de ella, mas a veces se lo decíamos y ella lo negaba constantemente.
- No hay ningún problema Lucy-. Contesto Sam al ver que Rob no respondía a sus preguntas
- Bueno tal vez podría haber uno-. Rob se relajo sacando una sonrisa-. – Renee, tu podrías ser el problema-. Dejo el papel que tenia entre sus manos cerca de nosotras, Lucy lo tomo observándolo
- ¿Yo?-. No me interesaba ese papel, solo quería saber que había hecho mal, pensaba que mi trabajo era bueno, eso era lo que me habían dado a entender tiempo atrás
- Si, tu-. Me señalo Sam con la mirada-. – Tu trabajo a sido muy bueno y el problema es que tu contrato acaba en poco tiempo y no deseamos eso
- Bien, pensé que…
- Mira Ren-. Lucy me paso el papel, mientras lo observaba Sam continuo hablando
- Por lo visto a la gente le encanta el personaje de Gabrielle y de que estén juntas las dos, de esa amistad. Por lo tanto tenemos una oferta que hacerte Renee-. Deje de mirar el papel para mirarlos a ellos dos-. – Toma…-. Me dio una carpeta color amarilla-. – Dentro va un futuro contrato, una oferta que queremos hacerte, estúdiala, mírala bien y lo mas pronto posible nos das una respuesta por favor
- Vaya, que bien, ojala decidas aceptarla-. Lucy paso su mano por mi antebrazo-. – ¿Pero por que me habéis requerido aquí a mí si esto es más bien para convencer a Renee de que se quede?-. Ella los miraba directamente
- Como abras podido leer un poco….-. Rob se levanto a servir algo de tomar para todos que aceptamos beber un refresco, continuo hablando-. - La audiencia es alta y la gente que mas ve la serie es….
- Homosexual…-. Acabo ella la frase, yo que estaba mirando por encima mi nuevo contrato sorprendida la mire a ella que seguía pendiente de lo que Rob hablaba
- Así es….y si Renee acepta quedarse con nosotros queríamos saber si hay algún problema con que la relación entre Xena y Gabrielle cambie un poco
- ¿Cambiar?-. Por ahora ya no me interesaba leer por encima mi contrato nuevo, quería saber a que se referían exactamente y cerré la carpeta prestando toda mi atención a la conversación que ambos tenían
- Así es Lucy, queremos cambiar los guiones, bueno…solo variarlos un poco nada más. Estamos pensando en que Xena tenga una relación con Gabrielle
- ¿Que? ¿Os habéis vuelto locos?, por el amor de Dios, esto no es una serie sobre lesbianas, es una serie de la antigua Grecia, de….
- Tranquila Lucy…-. Sam se acerco a nosotras y se sentó en la punta del escritorio de Rob-. – No vamos a hacer que tengan una relación lesbica, lo que Rob trato de decir es….
- Que quiere ver a Xena y Gabrielle juntas en una cama en situación amorosa-. Se levanto de su asiento-. – ¿Que pasa chicos?, es lo único que deseáis ver ¿no? ¿A dos mujeres haciéndolo?, disculpadme no tengo tiempo para esto…-. Y sin mas salió pegando un portazo, los tres quedamos en silencio mirándonos
- ¿Pero que le pasa?-. Rompió el silencio Rob
- No lo se, pero voy a averiguarlo
- No-. Detuvo el paso de Sam-. – Déjala, mejor hablamos mañana con ella-. Giro a mirarme-. – De todas formas aun debemos esperar para ver si Renee acepta el contrato. Ha sido un día también muy agotador para todos, estamos cansados-. Me levante de mi asiento, aun no reaccionaba por lo ocurrido
- Toma Renee…-. Sam me dio unos cuantos folios más-. – Estudia también esta propuesta, no queremos que pienses al igual que Lucy que la situación será diferente entre sus personajes, solo es una nueva novedad, lee bien los gráficos y...en fin todo esta escrito aquí…-. Los metí en la carpeta junto al contrato
- Buenas noches-. Fue lo único que dije y salí del despacho
Llegue a casa pensando en todo lo ocurrido, deje en la mesa del salón la carpeta y mientras dejaba en la cocina una comida haciéndose a fuego lento me metí en la ducha. Acabe rápido no quería que la cena se me fuera al traste quemándose. Después de cenar, recogí los platos y limpie la cocina, sentándome en el sofá abrí la carpeta. El contrato estaba muy bien, era para un año más con opción a ampliarlo, con muchos gastos pagados y un aumento de sueldo.
Cerré la carpeta pensando en que hacer, ¿iba a dejar a mi gente por tanto tiempo?, ¿como iba a vivir así? ¿Y mi familia?, ¿mis costumbres?. Bueno, podía adaptarme, y a mi familia podría verla en vacaciones…me incorpore al oír un par de golpes a mi puerta.
- ¿Puedes creer lo que quieren hacer a nuestros personajes?-. Lucy vestida en bata blanca y el cabello mojado estaba ante mi
- Hola Lucy, pasa…-. Le cedí con mi brazo, ella accedió-. – ¿Quieres tomar algo?
- Algo caliente, tengo algo de frío
- No me extraña nada, estas loca, ¿por que sales después de ducharte?, vas a enfermarte-. La vi sentarse en el sofá mientras yo puse en el fuego agua a calentar para prepararle un te, cuando regrese…
- Es que llegue a casa enfurecida, siento lo que ocurrió amiga pero…es que no dejo de darle vueltas a todo, no podía dormir y pensé que una ducha me tranquilizaría pero no fue así y creí que hablando contigo pues….-. Me senté junto a ella en el sofá-. – ¿A ti te parece justo lo que quieren hacer?
- Pues no se si sea justo o no por que aun no hemos visto lo que realmente quieren. Lucy, me dieron los papeles para revisarlos bien y creo que deberíamos verlos antes de juzgar en algún aspecto y…-. El sonido de que el agua que estaba caliente me interrumpió-. – Discúlpame enseguida regreso….
Llegue a la cocina y prepare dos te sabor menta-fresa, era algo típico de la tierra de mi madre, eso seguro la tranquilizaba bastante, cuando regrese con mis manos ocupadas por las tazas, la vi revisando los papeles que estaban en la carpeta.
- Lo siento, no quería….solo estaba…
- No te preocupes-. Me senté a su lado una vez más-. – Toma…
- ¿Que es?-. Me pregunto extrañada mirando el color raro que el te tenia
- Un remedio para los nervios jaja…-. Me reí por su reacción, lo miraba desconfiada-. – No te preocupes, es un remedio casero de donde proviene mi madre, solo es un relajante
- Pero no será nada raro ¿verdad?
- Jajaja….no, es un te típico del pueblo de mi madre, tómalo te hará bien para tranquilizarte-. Tomo un sorbo, yo la seguía observando para ver su reacción, me gustaba mucho verla sonreír
- Esta bueno, la pinta del liquido no es muy fiable pero si, esta bueno
- Que bueno que te guste-. Tome un sorbo de la taza-. – ¿Y ahora que me dices de lo que has leído en la carpeta?
- Oh, lo siento Ren, yo solo…
- No te preocupes Lucy, ¿leíste el contrato?
- Por encima amiga, es una buena oferta ¿no crees?
- Si, lo creo, antes de que llegaras la estaba revisando y me parece muy buena, pero eso de dejar a mi familia tanto tiempo, no se, aun estoy pensativa
- Me lo imagino, pero quiero decirte que para mi seria un honor que te quedaras con nosotros, eres una actriz estupenda y una buena amiga
- Gracias Lucy-. Quedo en silencio fijamente mirándome, sin pestañear, me avergonzó, mis mejillas las sentía calientes, me sentía turbada y ella no debía darse cuenta-. – Bueno, a ver que es lo que dicen los gráficos y demás
Veinte minutos después y ya mas tranquilas por el te, seguíamos hablando de lo mismo y ella insistía en lo que realmente pensaba que querían que ambos personajes fueran algo mas que amigas para satisfacer al publico homosexual.
- Lucy eres una persona cabezona y te gusta mucho discutir
- No es cierto, solo es que…
- ¿Que?, eres una actriz fantástica y se que eres muy versátil a la hora de trabajar, tu has interpretado antes a un personaje lesbico, no es la primera vez, se que no eres actriz de poner impedimentos a la hora de interpretar ciertos tipo de personajes, ¿que mas te da si ambos personajes sienten algo mas profundo dentro de ellas?
- ¿Que mas me da?-. Su mirada en ese momento se desvió a un espejo de cuerpo completo que tenia en el salón-. – Ven…-. Tiro de mi brazo llevándome frente al espejo-. – Ponte aquí…-. Me indico tomando mis brazos situándome en el centro del espejo, ella se retiro para verme sola ante el-. – Ahora piensa que eres Gabrielle, ¿que ves?
- Mi reflejo-. Conteste tranquilamente mirándome. Ella después de mi respuesta se coloco detrás de mi, su altura sobrepasaba mi cuerpo y mire sus ojos a través del espejo
- ¿Y ahora que ves Gabrielle?-. Me pregunto mientras pasaba sus brazos por mi cintura abrazándome y apoyando su cara en mi hombro sin dejar de mirarme a través del espejo
- A la mujer que me esta enseñando cosas en mi nueva vida, a la mujer que es mi mejor amiga, a la mujer que amo sin medida, ella me esta abrazando y eso me satisface mucho-. Ella se mantuvo en silencio al igual que yo, en esa postura, sin movernos mi cabeza se volvió loca al pensar que le acababa de confesar mis sentimientos por que no había hablado Gabrielle, había hablado mi corazón
- Vale…-. Deshizo el abrazo y se alejo-. – ¿Sabes algo? Creo que se equivocaron al darte trabajo como actriz, deberías dedicarte a escribir por que esas frases son muy bonitas y con mucha ternura
- Bueno, tal vez algún día escriba algo en el futuro-. Me gire para verla de frente-. – Pero sigo sin entender el por que de lo que acabamos de hacer, ¿que querías mostrarme?
- Nada, soy una persona que tiende a utilizar el espejo para ver si las cosas funcionan bien, metiéndome en el personaje que interpreto
- ¿Y que has averiguado?
- Que Xena se ve muy bien con Gabrielle y que si, siente algo especial por su mejor amiga-. Su mirada se fue al suelo tímidamente
- Mas le vale por que Gabrielle lo ha dejado todo por ella, espero que no la traicione jaja….-. Quise ponerle algo de broma a lo que se estaba convirtiendo en algo que no me gustaba mucho
- ¿Como lo harás tu si decides aceptar el contrato?-. Esa pregunta seria de ella me descoloco-. – Es tarde Renee, me voy a casa…
Y sin más se fue, sin esperar respuesta alguna, sin saber a que se refería realmente, ella me estaba volviendo más loca pero debía reconocer que eso me estaba comenzando a gustar. ¿Tal vez tenia alguna esperanza en algo?. A lo mejor la cosa podía variar, pero no, no podía ser, ella estaba casada, ella tenía una hija.
Acepte el nuevo contrato, me gustaba los desafíos y este lo era tanto personalmente como profesionalmente, al principio tenia muchos miedo pero debía superarlos y lo iba a conseguir ¿luchando por lo que creía o realmente era por lo que quería?. Una semana después Lucy estaba mucho mas tranquila respecto a que nuestros personajes y los guiones comenzaron a tener subtexto y poco a poco los guionistas fueron acercando a nuestros personajes, la amistad se fue estrechando entre ambas amigas. Ese día estaba muy cansada para salir a comprar y me faltaba azúcar para un café que quería tomarme para aguantar un poco mas mientras estudiaba una escena. Como estaba en pijama me puse rápido unos vaqueros y una camiseta y me fui a casa de Lucy para ver si podía darme un poco. Me sentía feliz por que aunque fuera poco la iba a mirar un poco más pero mi cara entristeció al ver a la persona que me abrió la puerta, era él, su marido.
- Hola, supongo eres Renee la compañera de trabajo de Luce ¿verdad?, me ha hablado mucho de ti-. Me dio la mano y yo aunque no quería le correspondí, mi madre siempre me dio una buena educación
- Si-. Vaya, ¿y que hacia Lucy hablar de mi con la gente?-. – Siento interrumpir, ¿esta Lucy?-. No deseaba seguir hablando con él
- No, salio un momento-. Su sonrisa falsa no me gustaba nada, mas lo miraba y peor me caía-. - Pero si quieres le digo que llegaste y….
- No hace falta, solo quería pedir un poco de azúcar, me falta y…
- Claro, espera ya te la traigo-. Se iba marchando hacia su cocina
- No, en serio no hay…
- Toma…-. Me saco un azucarero de barro color marrón
- No, disculpe, solo necesitaba un poco, para una taza, no me gustaría que su mujer se enfadara conmigo por quitarle todo el azúcar jaja….
- ¿Mujer?, discúlpame, tu preguntas por mi hermana ¿verdad?
- ¿Hermana?
- Si, por Lucy ¿no?
- Por eso nunca he querido presentártela Paul, ¿ya estas tratando de conquistarla?-. Lucy llegaba en ese instante con una bolsa blanca en su mano izquierda
- Ven aquí cariño mío-. La tomo por la cintura atrayéndola hacia él para abrazarla
- ¿A que se debe tanto cariño?-. Ambos sonreían y yo seguía impactada por la información recibida
- Aquí tú amiga-. Él me señalo-. – Pensaba que éramos matrimonio
- ¿Que?-. Ella dejo de sonreír y lo aparto-. – No, no Renee, él es mi hermano Paul, es un conquistador por eso precisamente no quería que lo conocieras y como su ultima novia lo ha echado de casa pues esta aquí por unos meses hasta ver si se arreglan o se va ya…-. Eso lo puntualizo mirándolo a él
- Si, mi hermanita es muy celosa y no quiere que…
- Toma-. Le dio la bolsa cortándole la conversación-. – Mete esto dentro de la casa y déjame hablar a solas con mi amiga
- Esta bien…-. Y a regañadientes mientras entraba en la casa seguía hablando-. – Pero tal vez deberías decirle a tu amiga todo lo que hablamos de ella y…-. Su voz se apago cuando Lucy cerro la puerta
- Hablas….¿hablas de mi?-. No me gustaba que la gente hablara de mi y mucho menos si se llamaban mis amigos
- No es lo que parece Ren, yo…
- Toma tu azúcar Lucy, es mejor dejarlo así y ya…-. Me di la vuelta caminando a mi casa
- Espera Renee, en serio no es lo que crees, mi hermano…
- Que por cierto podías haberme dicho que era tu hermano, se supone que somos amigas ¿que pasa Lucy?, ¿te avergüenza tener una amiga extranjera o….?-. Le reprochaba sin pararme llegue hasta mi puerta para concluir-. – Da igual, no me contestes, vamos a dejarlo como esta…-. Iba a cerrar la puerta cuando ella la detuvo con su mano y se metió en mi casa cerrando la puerta.
- Toma el maldito azúcar…-. Lo puso sobre el pollete de la cocina, para continuar hablando con un tono más elevado-. – Y vas a escucharme quieras o no, por que no me gusta las confusiones y quiero explicártelo
- Lucy, quiero que te marches de mi casa
- No me voy a ir hasta que me escuches
- Esta bien, pero baja tu tono de voz por que no eres quien para gritarme ¿entendiste?-. Me cruce de brazos delante de ella
- De acuerdo-. Su tono fue menguando-. – Ya sabes el por que no haberte presentado a mi hermano, como te explique es un conquistador y no quería que él te molestara tratando de estar contigo
- ¿Por que crees que haría eso?, ¿por que crees que…
- Por que eres hermosa-. Esa respuesta me hizo callar-. - Escucha, y hablo de ti por que no puedo evitar hacerlo, por que no solo hablo con mi hermano de ti, he hablado de ti con toda mi familia, con mis amigos, con los compañeros del trabajo, con…con todo el mundo ¿y sabes por que es?, por que no logro sacarte de mi mente, por que estas metida aquí-. Se señalo su cerebro con un dedo-. – Y por que maldigo el día en que te metiste aquí-. En esta ocasión su dedo estaba quieto en su corazón
- Lucy…yo…-. ¿Estaba en su corazón?, ¿me quería?, ¿me amaba?
- No me digas nada, yo solo quería explicarte lo ocurrido nada mas, no quiero que te lleves una impresión equivocada sobre mi persona eso es todo-. Se giro para salir en ese instante, pero no la iba a dejar marchar así como así, quería confirmar lo que mi corazón ya sentía por ella-. – Ven conmigo….-. Le tome la mano y la arrastre hasta mi espejo que estaba en el salón, la coloque tal cual me había hecho ella tiempo atrás-. - ¿Que ves?
- Mi reflejo-. Ella contesto sin mirarme, fijamente estaba pendiente de su reflejo en el espejo y su mirada denotaba lo que yo pensaba hacer, me coloque delante de ella tome sus manos para que me abrazara por la cintura y volví a preguntar
- ¿Y ahora que ves….Lucy?-. No quería llamarla Xena por que no quería la respuesta de ella, quería la respuesta de Lucy, la mujer que me había enamorado desde la primera vez que la tuve frente a mí, sin ni siquiera saber que seria mi compañera, mi amiga….
- Estoy viendo a la pareja ideal, a la mujer de mis sueños, aunque se que eso jamás podrá ser una realidad
- ¿Por que?-. Le preguntaba sin soltarla y mirándole a través del espejo
- Por que el amor que existe entre nosotras jamás podrá ser revelado, por nuestro trabajo, por nuestras familia y amigos, por que en este mundo no hay espacio para este amor
- ¿Y que tal si construimos un mundo nuevo para este amor?
La respuesta a esa pregunta fue la mejor que me habían dado hasta ese momento en mi vida. Ella giro todo mi cuerpo sin llegar a soltarme y me dio uno de los besos más dulces que había recibido hasta ahora, la ternura depositada en ese beso me hizo estremecer y le correspondí como ella se merecía, con cariño, ternura y amor.
La observo dormir después de una noche de pasión y amor que pudimos realizar en nuestro mundo construido, se que cuando despierte todo será real y volveremos al mundo ocupado por los demás, pero no me importa por que tengo fe en que este mundo construido con amor triunfara y volverá a nosotras y pensándolo bien, ¿que mas da Renee?, tienes aun varios años de contrato para disfrutarlo.
FIN
DESEANDO QUE TODAS TANTO BARD@S COMO LECTOR@S DE FANREALS DISFRUTEN ESTE DIA DE ANIVERSARIO.
FELIZ 4 DE SEPTIEMBRE DE 2009.
DESEANDO QUE TODAS TANTO BARD@S COMO LECTOR@S DE FANREALS DISFRUTEN ESTE DIA DE ANIVERSARIO.
FELIZ 4 DE SEPTIEMBRE DE 2009.