INTRODUCCIÓN

Mi nombre es Angela y conoci a LadyAxR hace un tiempo a traves de algo que tenemos en comun, nos encanta la serie Xena Warrior Princess. Sus relatos me hicieron sentir y eso me hizo que les comentara a mis amigos, ellos me pidieron sus relatos para leerlos y coincidieron conmigo. Asi que decidimos crear este club sobre ella, sere la encargada de llevarlo aunque mis amigos me ayudaran de vez en cuando. Te damos la bienvenida y esperamos que tu tambien leas sus relatos.

Angela.

Tanks You.....

Thanks primarily to LadyAxR for having replied to the e-mail, the truth is that you never imagined you would....

" I do not like these deserve as much as you are working for me but I feel blessed for having made feel with my stories, I think they have very sweet fan of Lucy and Renee, with great respect that I do ..... "

These stories are good and a good writer who sent us but we will not publish respect for her. On behalf of all want to thank us Misslane who kindly responded to our request soon banner, thanks and hope to keep contact with you, does a great job, is an artist. Thanks to all those we have asked translations in Greek and some other languages .... time, little by little they will soon published many more .....

Heather.

martes, 9 de junio de 2009

(Español) Letras Compartidas 2 Temporada

LETRAS COMPARTIDAS…..
(2° Temporada)
(Por LadyAxR)

Breve Resumen 1 Temporada
Renee una mujer actual, madre de un hijo de cinco año Miles, divorciada de Steve, un buen amigo, padre de Miles y de su futura hija Iris, procreada con inseminación. Steve entendía que junto a Renee no podía haber nada más que una amistad y por el bien de Miles. Actriz y productora, ella está enamorada de una compañera y amiga de profesión aunque le cuesta decir sus sentimientos por temor al rechazo. Comparte junto a su amigo Ted una pequeña productora y academia donde sus alumnos aparte de aprender también realizan su trabajo teatral, sufrieron la desgracia de que una de sus empleados, amigo de confianza de Ted les robo una importante cantidad de dinero la cual ha provocado que estén casi a punto de cerrar su empresa. Su amiga de la infancia aparece de nuevo en su vida, Abigail, y llevándose como antaño vuelven a surgir esa amistad buena, aunque Abigail a pesar de haber pasado los años ya realizada como abogada, sigue siendo algo alocada y su vida le traerá más de un quebradero de cabeza a nuestra protagonista. Lucy la mejor amiga de Renee, a su vuelta de una breve estancia en su país de origen descubre muchas cosas nuevas, entre ella que Renee estaba embarazada, y su carácter que vino un poco cambiado, ayuda a salvar la vida de la madre de nuestra protagonista al donarle su sangre, cosas ocurrieron cuando ambas se encontraron en Valley Point.
CAPITULO 11
Sentada junto a Steve, mirábamos como nuestro hijo comía pizza y se divertía junto a sus compañeros de equipo. Habían ganado un partido y todos los padres habíamos decidido darles una tarde juegos en una pizzería para celebrar su triunfo. El teléfono de Steve sonó y al ver quién era el remitente de la llamada contesto contento, le vi una felicidad en su mirada, y sus palabras no fueron menos, aunque trate de no he escuchar el mismo me hablo al colgar. - Era Mirta-. Me sonrió-. – Solo deseaba saber si el chico había ganado
- ¿Te gusta verdad?-. Le correspondí a su alegría, era un buen hombre se merecía tener a alguien bueno a su lado y sin duda Mirta lo era. Ya me la había presentado, me gustaba, sobre todo por que trataba muy bien a mi hijo - Bueno Ren, tú sabes que siempre serás mí….-. Trataba de disculparse, él pensaba que me dañaba o algo así, pero no estaba en lo correcto - Steve, me alegro mucho por ti, en serio, es una buena chica, y se nota que te quiere mucho, deberías tratar de comenzar junto a ella una relación estable - En eso estoy, y su, no puedo ocultártelo, me siento muy feliz cuando estoy a su lado, Miles se lleva bien con ella, ¿verdad? - Sí, sí que lo hace, y eso es algo que me tranquiliza - Si-. Perdió su mirada hacia nuestro hijo-. – Creo que es bueno todo esto - ¿Todo esto? - Me refiero a nuestro hijo, él es feliz, y tu eres feliz, y yo comienzo a serlo, creo que es bueno esto - Si, así es Steve, es bueno-. Solté una carcajada que se me detuvo al sentir una patada de mi hija. Ya estaba en mi octavo mes de embarazo y me sentía realmente mal. - ¿Ocurre algo? - No…auch…-. De nuevo una punzada de dolor - ¿Estas bien Renee?-. Me sostuvo el brazo - No, yo….me duele mucho el…. - ¿Te llevo al hospital?-. Su cara estaba asustada - No, tranquilo, supongo es que estoy muy cansada, llevo todo el día caminando y…auch-. Pase mi mano por mi barriga-. – Creo que es mejor que me vaya a descansar a casa - Está bien, vamos, te llevo, iré en busca de …. - No, espera, Steve, es mejor que te quedes para que Miles disfrute de este día, yo me iré a casa y…. - No te voy a dejar irte sola Renee - Hola chicos, ¿como ustedes por aquí?-. Muy contenta Daisy intervino justo detrás de nosotros Cuando se percato de lo que me ocurría, del dolor que estaba sintiendo, dándome la mano me ayudo a llegar a su coche en el cual después de mucho insistirle a Steve para que no le echáramos a perder el día a nuestro hijo. Él se quedo y Daisy me acompaño a casa, ayudándome a costarme. Mientras esperaba ya acostada en mi cama que ella regresara con un caldito que se había ofrecido a hacerme, eché mi tiempo atrás, voló mi mente y regreso ha la última vez que había visto a su madre. Un mes atrás, mientras trabajábamos en una entrevista concertada, ella solo me hizo una última pregunta, ¿Qué clase de amigas somos?, nunca se la respondí, trato de localizarme y yo la negué siempre, no volví a hablar con ella en todo este mes, si con Daisy, ella y yo seguíamos en contacto como siempre, ya que no tenía nada que ver que su madre y yo hubiéramos discutido, pero jamás me hablaba de su madre, no por ella claro, si no por mí, porque yo se lo había exigido, aunque ella no me hacía mucho caso. - Tomate esto Renee, veras como te pones mejor-. Ella me sonreía mientras me ponía una pequeña bandeja ante mí con un bol lleno de sopa calentita - Gracias Daisy, me alegro haberte encontrado allí, así mi hijo se pudo quedar a disfrutar su triunfo - Claro, tranquila, no me las des, no tiene importancia-. Recibió una llamada telefónica, al colgar - Era una amiga, había quedado con ella para cenar en la pizzería - ¡Oh!...si tienes que irte yo… - No, no, me quedare hasta que te sientas mejor, ya anule, no era tampoco muy importante Me tome el caldo, y no sé si fue eso o que ya llevaba una hora descansando que mi hija tranquila se quedo, lentamente se movía como el médico me había indicado, ya que por mi tiempo estaba muy poco a poco colocándose ya que debería de haber sido en mi séptimo mes pero ella se estaba retrasando y ese era el por qué me hacia doler mas. Daisy caminaba por la habitación mientras me conversaba como le iban las cosas en su trabajo, y en cuestiones de amores no le iba muy bien. - ¿Ya te dijo tu hijo que la semana que viene se enfrenta a mi hermano? - ¿Disculpa? - Que les toca jugar-. Sonreía-. – La semana que viene se enfrentan en el campo Judah y Miles - ¿En serio?, no lo sabía, no me dijo nada, pero…¿Judah es un año mayor, como es posible que se enfrenten? - La verdad no lo sé, pero no sé como hicieron el calendario de juegos o….es que no lo sé muy bien, pero si, según Judah se enfrentaran el sábado que viene
- ¡Oh….!, bueno, pues que gane el mejor equipo-. Le sonreí, volvió a recibir una llamada, tras colgar, volvió a recibir otra cinco minutos después-. – ¿Estas muy solicitada eh? -. Le guiñe un ojo - Tal vez, pero no por lo que tú piensas Renee jaja… - Ahora cuando cuelgues me lo cuentas jaja…. Ella sonriendo contesto la llamada y me quede helada al escuchar la palabra, Madre, era ella, mi amiga, mi…, no, calla corazón, ¡cállate!. Agarre el libro que tenía en mi mesita de noche y me hice la distraída, no quería que ella se percatara de que escuchaba la conversación, que me gustara o no si lo hacía. - No, madre, no, al final no pude acabarlo, ¿tu si me hiciste el favor que te pedí?-. Hubo un silencio-. – Esta bien, no te preocupes en cuanto salga de casa de Renee yo…-. La mire y pareció que tuvimos una conexión porque ella lo mismo, en un susurro le negué que le dijera que estaba en mi casa-. – No, digo, que…-. Subió sus hombros resignada, ya no podía evitar lo que su madre preguntaba, y yo al igual que ella, que tampoco deseaba que le mintiera a su madre le afirme con la cabeza, ella entendió-. – Si, es que llegue a mi cita y me la encontré en la pizzería, no se sentía bien y la estoy acompañando-. Hubo otro silencio-. – Esta bien…-. Se alejo el auricular y me dijo-. – Quiere hablar contigo Renee-. Me ofrecía su teléfono, dude un par de minutos pero era mejor contestarle - ¿Hola?-. Pregunte, la verdad tenía la esperanza del que el teléfono se apagara o de que algo ocurriera para no escuchar su hermosa voz - Ren, ¿como estas?-. Su voz sonaba tranquila - Bien, solo fue un susto, la verdad es que solo necesitaba descanso por que al acompañarme tu hija a casa todo se ha tranquilizado
- Bien, me alegro que te la encontraras, no deberías estar sola en estos momentos
- Si, tienes razón
- Ren, creo que debería quedarse contigo esta noche, para que…. - No, tranquila, no es tan grave, además Steve vendrá luego…. - ¿Steve?, es mejor que tengas a una mujer en tu casa….-. Nuevamente salió ese tono de voz autoritario que no estaba por aguantar en estos momentos-. – Nosotros entendemos más de….
- ¡Por favor Lucy!, no estoy para aguantar tu humor ahora - Lo…lo siento, no pretendía, solo quiero ayudarte - Pues no lo haces con ese tono que utilizas - ¿Que tono?, no estoy utilizando ningún…. - Escucha, no tengo ganas de discutir ahora contigo - Pero yo no soy la que discuto, tu eres la que no aguantas nada Renee, ¿que demonios te pasa conmigo?, mira me da igual, no quiero saberlo, pero si me preocupas y la verdad confío mas en mi hija que en Steve para que cuide de ti - Mira Lucy, no voy a permitir que tu hija se quede aquí conmigo cuando ella tiene cosas que hacer que… - Me quedaría encantada Ren-. Intervino ella - Yo sé cariño, pero no es….-. Le sonreí, sabía que lo decía de corazón, era una muchacha joven, buena, amable, cariñosa y me quería de verdad - Lo ves, mi hija acepta encantada, ¿o es que prefieres que se quede ese hay, acaso debo saber algo que no se? - Ese…como tú lo llamas es el padre de mi hijo Lucy y tiene un nombre, y yo no…-. Me puse la mano en mi frente sentí calor en todo mi cuerpo, estaba enfureciéndome por minutos-. - ¡Hay!...ya no quiero discutir mas contigo, esto es de locos, me tienes cansada Luce, ARTA….DEJAME EN PAZ….-. Le grite estallando en llanto y dándole el teléfono a su hija, ella lo recogió rápido, se despidió de su madre y me abrazo - Tranquila Renee, tranquila-. Me decía sin soltarme-. – No te enfades mujer, es que ella solo quiere…. - Sé que es tu madre Daisy, pero ya no aguantaba más, siento haberle gritado y mas siento que tu lo presenciaras, lo siento - No te disculpes conmigo, sé que mi madre a veces puede ser muy cargante y….pero bueno no puede evitar sentirse así para contigo
- ¿De que me estás hablando Daisy?-. Me separe de ella y abrí mi cajón de la mesita de noche, cogí un pañuelo que tenia y seque mis lagrimas - Que es lógico que se sienta así Renee, que es normal, a eso me refiero - ¿Lógico?, ¿normal?, no entiendo nada de lo que me hablas - Por favor Renee, despierta de una vez, ella esta…bueno, esta…celosa - ¿Celosa?, lo dudo mucho Daisy, no creo que tu madre se ponga celosa por ninguna cuestión y mucho menos por mi - En eso te equivocas, pero bueno dejemos de hablar de este tema-. Tomo la taza del caldo que me había tomado antes de esa llamada, y se la llevo a la cocina Mientras ella estaba abajo pensaba en lo que me había dicho y mi mente regreso el tiempo atrás, en casa de mi madre me había dado un leve beso, pero era bien cierto que había bebido un par de copas, ¿podría ser que ella estuviera sintiendo algo?, ¿o que se hubiera dado cuenta de que sentía algo más que una amistad por mi?. No, era demasiado bonito para ser verdad, esos sueños solo estaban en mi cabeza y no se iban a hacer realidad y aunque así fuera teníamos mucho que callar, mucho que ocultar y unas familias a las cuales respetar. De mis pensamiento me saco el timbre de la puerta, debía de ser Steve con Miles y así lo medio certifique cuando escuche como subían unos pequeños pies corriendo por la escalera, que abrieron la puerta de mi dormitorio rápidamente. - ¿Tita Reny?-. Gritaba Judah, y acercándose a mi me abrazo fuerte a lo cual yo le correspondí - Hola pequeño, cuánto tiempo sin verte cariño, ¿como has estado?, ¿el colegio bien? - Sí, todo bien, ¿como esta Iris? - Bien cariño, bien, mira esta quietecita-. Le puse la mano en mi barriga - Estoy deseando verla para jugar con ella - Seguro ella también hijo, seguro ella….-. Mi mirada se fue a la puerta por ella entro Lucy-. – También quiere jugar contigo
- Judah, te dije que no corrieras, lo siento Renee, no pude detenerlo - No hay problema Lucy. Judah es un buen chico ¿verdad?-. Le sonreía mientras le daba un beso en la mejilla - Sí que lo es, y como lo es, ahora se va a marchar abajo con su hermana ¿cierto?-. Lucy lo tomo por los hombros y lo llevo a la puerta - Si mami, luego vengo-. Me miro - Dea cuerdo cariño, no te vayas sin despedirte ¿vale? - No, no lo hare-. Y sonriendo salió, mientras Lucy cerraba la puerta se giro sonriéndome con esa encantadora sonrisa que ella echaba para convencer a cualquiera de perdonarla - ¿Podemos hablar amiga?-. Se sentó frente a mi cama en la silla que antes ocupaba su hija - ¿Para que preguntas?, ya has venido, has entrado hasta mi dormitorio, ¿de que deseas hablar? - Renee, ¿porque estas a la defensiva? - No estoy a la defensiva - Está bien, como tu digas, he venido aquí para decirte personalmente que es mejor que alguien que tiene más tiempo, que es mujer y por ello nos entendemos mejor, que en este mes que te queda no es bueno que te quedes sola en tu casa, y te seria más llevadero todo si alguien te ayudara con las cosas de la casa, con Miles y demás cuestiones, por favor Renee, hazme caso, solo estamos tratando de ayudarte - Y yo os lo agradezco, pero te digo que no hace falta, y si has venido aquí para convencerme de eso no lo vas a hacer, ya Steve me… - Y dale con Steve, que necia eres amiga, Steve trabaja en un lugar que a cada paso lo sacan fuera de la ciudad, y vive en otra casa - ¿Por ahora?-. Me salió sin más, no sé que buscaba pero me salió sin más, ella permaneció en silencio
- ¡oh!....¿habéis vuelto?-. Pregunto agachando su mirada - No - ¿Entonces?, ¿por que ese ahora? - No lo sé, me estas liando Lucy, lo que te quiero decir es que él me ayuda mucho y ya está, nada más que eso - ¿Porque solo puede ayudarte él y nosotras no? - No estoy diciendo eso, si agradezco vuestra ayuda y la acepto, pero no permitiré que Daisy se venga aquí y…. - Perfecto, entonces te vienes a casa con nosotras - ¿Qué?, no, no me voy a ir a tu casa Lucy, ¿estás loca?, me quedo aquí y punto. Ustedes vengan a visitarme cuando quieran y Steve…. - ¡Maldita sea con Steve!, Ren, ¿no te das cuenta que solo te está mintiendo?, que es un traidor, mentiroso y lo único que quiere es volverte a tener bajo su control como antes - Lucy, la verdad no entendiendo, ¿por que hablas así de él?, antes te caiga muy bien, erais amigos incluso - Por que antes no sabía….-. Se levanto y camino nerviosa por mi dormitorio, su cara preocupante me asusto - Luce, ¿que?, ¿que ocurre? - Nada, no tiene importancia-. Su cara cambio a una risa que trataba de sacar y que era evidente que no le salía, o si, pero conocía su trabajo y a ella muy bien - Luce, ¿no creas que me engañas con esa sonrisa actuada?, he trabajado mucho a tu lado como para saber cuándo finges, así que…. ¿cuéntame que pasa o que sabes de Steve? - No sé nada, así que olvídalo-. La miraba caminar despacio, se volvió a mirarme-. – Lo único que pasa es que no lo quiero cerca de ti y punto Renee, ¿dea cuerdo? - No, no estoy dea cuerdo Lucy, y yo hago lo que quiera con mi vida, soy adulta, independiente y… - Pero a mí no me gusta-. Su tono de voz se elevo, su mirada fija sin movimiento estaba penetrando mis ojos - ¿Que no te gusta?, pues lo siento mucho Lucy porque….-. Quede pensativa unos segundos-. – ¿Por qué no te gusta?-. Sonreí internamente al ver como sus mejillas se sonrojaban y su mirada caía al suelo-. – ¿Dime Lucy?, ¿porque no te gusta? - Pues porque no - Esa no es una respuesta adulta amiga-. Me encantaba ponerla en esa situación, ahora estaba disfrutando yo, ahora quería jugar-. – Pensé que me ibas a decir algo como que…. - ¿Que Ren?-. Su mirada me cautivo al ponerse en mi cuerpo, en mi rostro - No lo sé, dímelo tu - Ya está bien Renee, ya, este juego ya no es divertido, escucha, yo ya te he ofrecido mi ayuda, mi casa y todo lo que quieras, pero si tú no quieres aceptarla tampoco voy a obligarte a que tengas que aguantar nuestra presencia, así que cuando tú quieras, nos llamas y estaremos contigo inmediatamente-. Sin mediar más palabra salió de mi habitación mientras yo le gritaba que regresara, que no quería que se fuera así
No me escucho, y tampoco deseaba que esto acabara así, ¿que había tratado de decirme?, ¿porque tanto malestar con que Steve estuviera conmigo?. Pensaba en ella, trate de levantarme pero me sentí mal al tratar de hacerlo y pensé mejor en llamarla luego. No quería discutir con ella, ni deseaba alejarme de ella, la quería demasiado como para eso. ¿Porque corazón?, ¿porque no le decía toda mi verdad?. Su hijo subió a despedirse rápido, él me dijo que su madre estaba muy seria y quería que regresara pronto con ella. Le pedí que le dijera que subiera cosa que no lo acepto por que escuche como la puerta se cerraba en un golpe. Desde mi cama escuche su coche derrapar delante de mi casa y alejarse hasta perderse. Daisy entro y su mirada estaba triste pero le dije que no se preocupara que yo me encargaría de hablarle más tarde. Una hora después escuchamos entrar a Miles gritando y supongo aun disfrutando su triunfo, llegaron juntos a mi habitación y después de saludar a Daisy ella se marcho sin mediar palabra, solo un breve saludo le dio a Steve. Miles dándole más besos a su hermana que a mí, sonriendo se metieron al baño mientras su padre le preparaba todas las cosas. Él se quedo en el baño metido mientras Steve conversaba conmigo, sin dejar de estar pendiente de él. Le conté de la reacción de Lucy, y él reía al confirmar lo más que evidente que ella me amaba. Yo sonreía ante ese comentario pensando que me encantaría que fuera verdad, pero no lo era. Steve siempre me había dicho eso, pero como aceptar eso?, era más que imposible que mi amiga me amara de la forma que él insinuaba. Llego el día esperado por mi hijo ¿y porque no?, también por mí, era el partido donde se enfrentaba mi hijo al equipo de Judah. Mi hijo era lógico que lo esperaba por querer ganar junto a su equipo la final y yo por que en toda estaba semana de atrás había tratado por todo los medios que hablar con Lucy y nunca lo conseguí, porque ella me negaba cada vez que trataba de localizarla. Ponía a su hija dándome recados como si fuera una riña de niñas escolares. En el partido seguro estaba, ella no faltaba nunca a ninguna cosa extraescolar que hicieran sus hijos así que esta no sería menos, estaría allí y podría hablar con ella finalmente. Ese día ya empezó alegre porque Ted me dijo que había encontrado un socio económico que nos ayudaría en nuestra tarea de no acabar cerrando nuestra empresa, y lo mejor de todo era que este socio no quería saber nada sobre la empresa por el momento que solo quería los beneficios y nada más, que nosotros nos encargáramos de mantenerla. Ted hizo lo debido con contrato y demás para no volver a perder como anteriormente nos había pasado. El partido comenzaba a las cuatro de la tarde y lo que más me gusto fue que sería en campo nuestro, estaría cerca de casa por si necesitaba el baño, mi hijo nervioso desde el amanecer no podía controlarse y se la paso en el jardín tirando pelota. Yo lo miraba en silencio, desde la ventana del salón, preguntándome como un niño de apenas recién llegando a seis año, aun ni los cumplía, pudiera ser tan espabilado, tan puntual a la hora de jugar, pero lo más curioso era que no solo él era así, si no que sus compañeros también, estaba claro que tanta televisión y tan moderno todo hacia que esta generación de chicos crecieran antes en su mente.
Acercándose hasta donde yo estaba, toco a su hermana dándole un beso como era costumbre hacerlo en mi barriga y pidiéndole suerte para esta tarde. Comenzó a preguntar cosas importantes para él. - Mama, ¿cuando vendrá papa? - Cariño dijo que estaría aquí a las tres, él nos llevara en coche - Me gustaría ir andando si no te importa antes, mi entrenadora me dijo que fuéramos a las 3:30 - Entonces que tu padre te lleve antes y yo iré después - Vale, ¿qué hora es? - Aun es temprano - Estoy nervioso - Ya lo veo hijo, ya me doy cuenta, pero tienes que estar tranquilo, para salir a jugar y divertirte ¿vale? - Está bien Decidimos acostarnos un rato a descansar, la verdad me hacía falta si quería aguantar en la tarde por que los dolores iban y venían, y eso no estaba muy bien. A pesar de que la semana de atrás no me había movido mucho, algo tuve que hacerlo, mi vecina y amiga Fer me ayudo, al igual qua Aby, también Steve, un poquito de tiempo me ofrecieron cada uno pero era de lógica que tenían su vida y debían seguir con ella, a veces en mi soledad pensaba en el ofrecimiento de Lucy, y en mi tontez de haberme negado. Ambos dormíamos en mi dormitorio cuando escuche el sonido de la puerta, desperté a Miles que de un brinco se pudo de pie gritando que llegaría tarde en su último partido de temporada. Mas que bajar parecía que trotaba por las escaleras mientras bajaba a gran velocidad, yo le seguí despacio para ver a Steve ya entrando por la puerta. Miles volvió a subir murmurando que lo sabía, que lo sabía algo mas, que al preguntarle que había dicho se negó con una sonrisilla, me hizo pensar que sería alguna palabrota. Mientras bajaba tranquila las escaleras llegue al salón tras pasar al lado de Steve saludándole con un beso en la mejilla.
Mientras esperábamos a nuestro hijo, él me comentaba que Mirta trataría de llegar lo más pronto posible, aunque me pareció más pregunta que comentario y sonriéndole le di mi aprobación afirmando con mi cabeza. Sentados frente a frente en el salón escuchamos llegar trotando a nuestro hijo ya vestido con su uniforme para el juego, me dio un beso, le dio otro a su hermanita y salió disparado para la puerta, Steve le siguió, diciéndome que regresaría pronto en cuanto lo dejara en el campo para llevarme en coche a mí. Ya sola en casa volví a subir a mi habitación, probablemente Steve llegaría en veinte minutos así que subí a cambiarme, frente al espejo miraba mi gordura, acariciaba a mi hija, mi desnudez hacia meses no me la miraba, me sentía horrenda, abrí mi armario y no sabía que ponerme, al final opte por unos pantalones anchos y una camiseta premamá color negra. Escuche entrar a Steve por la puerta cuando aun yo no acababa de pintarme los ojos. Su voz desde el salón provenía aguda, gritando si ya estaba lista para ir al encuentro, le afirme que si y baje despacio. - Estas hermosa Renee-. Me decía mirándome de arriba abajo, ayudándome en los últimos escalones con su mano a bajar más relajada - Gracias Steve, pero sabes que siempre te pillo en las mentiras-. Me reí - Lo dudo-. Correspondió a mi sonrisa-. – Pero insisto, estas preciosa y eso no lo cambia nada - Vamos ya, no quiero llegar cuando el partido este empezado, ¿estaba llenándose? - Si, ya comienza a llegar la gente, ¿por cierto le dijiste a tus amigas que vinieran?, porque por lo que veo se van a llenar mas las gradas del visitante - ¿En serio?, vaya pues si les dije pero llamare a alguna otra, debemos animar a nuestro equipo mucho - Si-. Y ambos riendo salimos rumbo al partido Llegando me di cuenta de que Steve tenía toda la razón, el equipo visitante tenía mucho mas, aun quedaban 20 minutos para el encuentro y todas las gradas estaban llenas, llegaron en varios autobuses estacionados por donde podían. Me senté en mi lugar junto a Steve mirando ambos a nuestro hijo tirar la pelota a su compañero entrenando, las madres de los compañeros de equipo de Miles conversaban entre ellas, en la cual yo intervine en la que más cerca me quedaba. Mire a las gradas de enfrente buscando a Lucy con la mirada, no la hallaba, supongo estaba recién por llegar, aunque tampoco era fácil distinguir entre tantas personas. A mis pies sentí un contacto, me gire y vi a Daisy medio escondida entre los hierros de las gradas. - Estamos en la segunda grada sentadas justo arriba de donde se encuentra el equipo de Judah-. Mire donde la indicación y allí la vi, llevaba un sombrero grande azul puesto en la cabeza y animaba a su chico haciéndole palmas - Gracias Daisy….luego os veo..-. Me gire a verla - Por nada Ren-. Y se marcho sin decir nada más.
CAPITULO 12

Caminaba despacio por la habitación del hospital hacia la silla que estaba cerca de la ventana, estaba deseando que por fin el médico entrara por la puerta y me diera el alta. Ya sentada miraba a través de la ventana que comenzaban a caer unas cuentas gotas de lluvia y el cielo se cerró muy rápido delante de mis ojos, comenzando una lluvia mucho mas seguida.
Mi mente divagó hasta el momento de ese partido que fue el causante de encontrarme en el hospital en esos momentos, llevaba una semana en observación porque mi embarazo corría peligro, y todo por un dichoso partido de niños. Todo comenzó cuando parecía que el destino nos quiso hacer una mala jugada. Estábamos bien y unas gradas y otras animábamos a nuestros equipo, pero llego un final apoteósico, mi chico bateador se enfrento al de Lucy que le tiraba bolas sin parar tratando de eliminarlo, solo quedaba Miles, un compañero en segunda base he íbamos empate a cuatro cada equipo. Miles tuvo suerte engancho una saliendo fuera del campo, ocasionando que más de una madre gritaran “HomeRoun”, dando el arbitro el partido por terminado. En nuestras gradas la cosa era plenamente feliz pero al otro lado comenzaron a quejarse algunos padres en contra del árbitro, comenzando gritos e insultos, yo veía que la cosa se caldeaba por momentos así que preferí alejarme.
- Vamos Steve, ve a por Miles nos vamos
- Sí, claro, enseguida voy-. Me quede junto a Mirta que había llegado a mitad del partido
Pero Steve no venia, tardaba, entonces todo se puso feo, seguían escuchando insultos que era normal los padres de los compañeros de mis hijos respondieron. No sé como paso, lo rápido, fueron segundos cuando me vi envuelta en medio de una pelea entre dos mujeres y un hombre que trataba de separarlas, recibí un empujón cayendo al suelo. Y ahí no me dio tiempo para pensar nada mas, comenzó el dolor tan grande que solté un grito desgarrador, Mirta a mi lado me daba la mano mientras trataba de alejar a la gente que estaba a nuestro alrededor y pedía ayuda a gritos. Lo que si me gusto es que mi sufrimiento hizo parar la pelea que estaban teniendo.
Yo seguía gritando de dolor y vi llegar a Lucy junto a su hija que me tranquilizaba con palabras de calma a las cuales yo respondía bordemente, Steve apareció tomado de la mano de Miles que comenzó a llorar al verme así. Y no recuerdo más, solo sé que horas después abrí mis ojos en la cama de un hospital. Mi mente volvió a mi realidad, a esa silla sentada esperando que ya me dieran el alta para regresar a casa que era lo que deseaba enormemente.
- Hola guapísima, aquí estoy ya-. Me gire para ver a un Ted que casi ni se veía por el ramo de flores tan grande que traía entre sus manos
- Hola-. Le sonreí-. – Hay amigo no te hubieras molestado yo….
- Jajaja….siento decepcionarte guapa pero no son mías, me las encontré en la puerta, pero en cuanto pueda te compro dos como este jajaja….
- ¿De quién son?-. Mientras le indicaba que las pusiera en el jarrón que le indique con la mano
- No sé, no viene tarjeta
- ¿Y tu como lo sabes?, ¿que?, ¿estuviste tratando de averiguar?-. Le solté una gran risa-. – Eres un bribón Ted
- Bueno….me gustaría saber quién es la persona que te ha comprado este gran ramo de rosas que es más que evidente que le abra costado un ojo de la cara….
- Tienes razón…quien abra sid….
- ¿Señora O´Connor?-. Mi medico entro por la puerta semi abierta que Ted había dejado-. – Todo listo, aquí tiene el alta médica, puede salir de aquí, ¿supongo estará contenta?
- Si, gracias, si, estaba deseándolo
- Pero recuerde lo hablado, nada de esfuerzo, está en las dos últimas semanas y no deseamos que pase nada malo así que totalmente reposo
- Claro, no se preocupe le obedeceré a la perfección
- Y con esto me refiero absoluto reposo, nada de estar caminando mucho por la casa, ni haciendo labores del hogar, nada de nada, ¿está bien?
- Si, ya me ha quedado claro, no se preocupe lo prometido es deuda
- Bien-. Asintiendo con la cabeza y una sonrisa se marcho
- Ted me alegro tanto que vinieras, así no tengo que llamar a nadie
- Claro que no, ni falta que hace, vámonos amiga
Y lentamente comencé a caminar fuera del hospital que pudimos salir un poco más rápido porque Ted pidió una silla de ruedas. Me senté tranquilamente en su coche y le espere a su regreso de ir a por mis cosas personales que deje en mi habitación. Vi que alguien se acercaba por el retrovisor y pensando que era él comencé a hablar algo que calle al ver que era Abigail.
- Aby, ¿que haces por aquí?
- Ya ves venia a verte pero me dijo una enfermera que recién te daban el alta y baje corriendo en tu busca
- Oye Ted no tarda en volver, ¿viniste en coche?
- Si, Fer lo está aparcando
- Bien, vamos a casa, seguirnos
- Claro-. Ella se volvió a alejar de mi mientras me sonreía
Ted la vio antes de que se fuera del todo y por mi retrovisor mire como se abrazaban, se saludaban efusivamente, nunca me había metido en nada de la vida de mis amigos, pero aun recordé el momento que los vi en casa, aunque por circunstancia pensé que había sido un sueño, pero estos momentos, ese tipo de miradas me hacían dudar si fue o no un sueño, pero ella seguía con Fernanda, no debía hacerle eso. Y como antes nunca me había metido en ese momento me metí y como tenía mucha más confianza con Ted le pregunte nada más que entro al coche.
- Ted, ¿estas con Aby?-. Él giro su vista extrañado-. – Escucha, se que tuvieron algo que ver en el pasado, por favor, no me malinterpretes, tu sabes que jamás me he metido en tu vida pero….pero si estáis juntos pienso que Aby debería dejar a Fer, no deberíais hacerle esto
- ¿Ya acabaste amiga?
- Perdóname…no quise…
- A ver, que te cuento amiga, ante todo no me pidas disculpas, soy tu amigo y sabes que puedes preguntar lo que quieras o contarme lo que quieras, como por ejemplo que me vas a decir quién te envía ese hermoso y gigantesco ramo….
- No sé quien….
- Pero no me cortes, luego me lo dices jajaja….si, estuve con ella en el pasado, si, estuve con ella en tu casa, no, no estoy ahora con ella. Veras Ren tu amiga es….tiene aspectos de su vida que tu no conoces, quiero decir que en estos momentos yo la quiero apartar de mi pero ella insiste
- ¿Y Fer….?
- Pues eso se lo preguntas a ella, yo por eso la deje, tampoco me gusta mentir y mucho menos ocultar una relación, ya sabes cómo soy yo, ella insiste pero me ha dicho que desea estar con los dos y eso a mí no me va
- ¡Dios mío!...pero mi amiga está irreconocible, bueno, arranca que ellas ya deben estar en casa esperándonos
- Oh…¿Van para tu casa?
- Si
- Bueno pues entonces yo te dejo y me marcho ¿vale? No quiero que….
- No, no, tú te quedas Ted, eres mi amigo
- Como quieras, pero si Aby se pasa o algo yo me largo
- Vale
Arranco y llegamos a casa media hora después, y como había pensado ellas estaban en la puerta esperándonos, no sé, pero en esos momentos deje de ver a Aby como la amiga que creía que era, no, lo que hacía no estaba bien y ese tipo de amistades no la quería a mi lado, era una lástima, fue una gran amiga pero el paso del tiempo la había hecho cambiar. Sentía un cariño grande hacia
ella, recordé el pasado nuestro y no la veía de esa forma engañando a los demás o queriendo como Ted me había comentado tener una relación a tres. ¿Que le abría pasado en el transcurso de su vida para hacer eso?, porque yo la recordaba distinta, diferente, amable, noble, sin dobleces. Ted me ayudo a bajar de su coche y mientras él me dejó caminar sola hasta la puerta de mi casa, él bajaba mis cosas. Ya dentro de ella les ofrecí pasar y asiento mientras mi amigo subía mis cosas a mi dormitorio y yo me sentaba a descansar en el sillón. - Chicas, sírvanse lo que ustedes quieran en la cocina supongo hay… - Gracias Ren, ¿Fer me traes algo de beber?-. Ella con gran sonrisa se levanto sin rechistar para servirla, mi amiga la había hipnotizado - ¿Quieres algo Ren?-. Me ofreció amablemente - Algo calentito, tal vez un té - En seguida La mire marcharse y cuando la perdí de vista me dirigí a Aby mas como madre que como amiga. Le recrimine lo que estaba haciendo a mi vecina y que no estaba bien, que parara el juego de ahora si soy lesbiana y ahora no. Ella silencio, solo me observaba sin decir nada, sin ni siquiera pestañear, le pregunte si tenía algo que decir y solo obtuve. - No te metas en mi vida, hago lo que quiero-. Yo quede perpleja ante esa respuesta, esa no era mi amiga de antaño - Escucha Aby me meto porque creo que tengo derecho de ayudar a mi mejor amiga y esto que haces no está bien, van a salir dañados muchas personas, por favor, páralo antes de que te arrepientas - Ren, se lo que hago, todo estará bien, seguro que….. - Ya está todo arriba, y mejor me…-. Ted se detuvo en medio del salón percatándose que nos había interrumpido algo no bueno-. – Me voy Renee, ya estas en buena compañía-. Se acerco dándome un beso en la frente-. – Me llamas para lo que quieras amiga, estoy las veinticuatro horas ¿vale? - Jajaja….gracias, lo sé, nos vemos-. Si, prefería que se fuera, no quería que estos dos estuvieran juntos y menos con Fer dando vueltas por mi casa Aby le insistió un par de veces que se quedara pero el amablemente se marcho negándola. Yo, la miraba y no la reconocía parecía perra en celo, ¿entonces por que se complicaba estando con mi vecina?. No comprendía la actitud de ella, pero no iba a tratar de hacerlo, trataría de ir dejando esa amistad que me unía a ella, en definitiva eso era algo que ella deseaba también. Ted se dirigió a la puerta de salida y ambos estaban fuera cuando Fer llego a mi encuentro con las bebidas. - Ya está todo listo, la…¿donde está Aby?-. Pedí tierra trágame - Salió a despedir a Ted-. No le mentí, realmente eso era lo que hacía - Ah…está bien-. Se sentó frente a mi tomando un trago de su bebida en silencio, yo la miraba, no me gustaba nada de eso, pero tampoco quería meterme en medio al final saldría perdiendo, pero decidí averiguar tranquilamente como si nada pasara - Y dime Fer, ¿como van las cosas con Aby? - Bien, tranquilas, la he notado algo ausente estos días pero todo normal - Sí, bueno, recordara a su familia - Si, tal vez, yo la quiero mucho me….-. La escuchaba hablar de Aby prácticamente como si fuera una Diosa, pobre mujer, sufriría mucho. Ya había pasado como diez minutos y era más que lógico que tanto ella como yo sabíamos que no se tardaba tanto en despedirse de alguien, me anticipe a su reacción de ir a buscarla - Puedes traerme un…un…-. No se me ocurría que pedirle-. - Neceser que tengo en mi dormitorio deseo coger unas pastillas-. Quise mandarla lo más lejos que pude para ir a ver que ocurría fuera - Claro, enseguida vuelvo Cuando le perdí la vista arriba de las escaleras de mi casa, me levante lo más rápido que pude para salir al encuentro de ambos que supuse estaban fuera con sus cosas. Abrí la puerta de mi casa y me tope con la persona que jamás pensé en encontrar en esos momentos de desconcierto, Lucy.
- Oh, perdona, lo siento-. Lucy a centímetros de mi me miraba tranquila disculpándose, con su hermosa sonrisa. En mi mente todo desapareció en ese momento solo tenía su mirada en mi y eso era más que suficiente para quedarme paralizada como lo hice-. – ¿Ren?, ¿Renee?, ¿estas…estas bien?-. Su mano se acerco a mi cara, acariciándome la mejilla - ¿Ocurre algo?-. Escuchar la voz de Ted tras de ella me hizo reaccionar - No-. Aparte mi cara mirando al suelo, para girarme e invitarlos a entrar-. – ¿Como por aquí Lucy?-. Trate de evitar que se dieran cuenta de cómo me había quedado parada como tonta mirándola sin ni siquiera pestañear - Bueno, si te soy sincera amiga directamente te lo digo-. Me decía sonriendo mientras se sentaba frente a mí en el salón de mi hogar - ¿Y? - He venido a por ti y no voy a irme hasta que aceptes lo que todos tus amigos hemos decidido por ti - ¿De que me hablas? - Es cierto Ren-. Intervino Ted - ¿Y tú no te habías ido ya?-. Lo mire casi juzgándole - Renee aquí esta….-. Fer se acerco a nosotros-. – Oh!, hola Lucy ¿que tal?-. Se saludaron amablemente y al fijarse que Ted estaba con nosotras era más que evidente su pregunta-. – ¿Donde está Aby? - Me dijo que iba a caminar un rato, que estaba algo intranquila-. Contesto Ted tranquilo - Oh…iré a buscarla entonces - Yo te acompaño-. Lucy se ofreció-. – Ahora volvemos Ren y seguimos conversando - Yo creo que es mejor que me levante para preparar algo de comer ya que veo que estamos algunos por aquí - No vas a hacer nada-. Me prohibió Lucy mientras seguía a Fer hasta la puerta de salida-. – Además ya nos vamos a ir, en cuanto vuelva nos vamos Salieron las dos y yo me encare con Ted cuando estuvimos a solas, no podía creer que él me hiciera pasar todo eso. Él me callo diciéndome que no había pasado nada que trato de retenerlo pero él se alejo y le dijo que jamás la quería volver a ver más si seguía en ese aspecto. Y ella se marcho enfadada llorando, entonces llego Lucy y no pude seguirla, se disculpo conmigo pero insistía en que él no quería saber nada mas de ella. No tardaron en regresar, pero solo llego Lucy, nos conto que habían encontrado a Aby en el parque cercano en un banco, que no se sentía muy bien y decidió llevarla a su casa Fer. Se sentó nuevamente en el sillón y le pidió a Ted un vaso de agua. - Ya voy yo-. Quise andar pero ella me retuvo por un brazo y tranquilamente me sentó junto a ella - Quédate aquí Ren-. Vimos marcharse a Ted-. – Bien amiga, ya estamos aquí y vamos a hablar, tanto Ted como yo que somos tus amigos más cercanos hemos pensando que en este tiempo que te queda de gestación y que ya sabemos no puedes moverte por obvias razones, así que hemos decidido que te vengas a mi casa este tiempo que te queda para poder ayudarte en todo con más facilidad
- ¿Que? - Que hemos decidido que…. - Si, ya escuche, pero….no - ¿Cómo que no? - Pues que no me voy a ir a tu… - Ren, por favor, es por tu bien, no seas más cabezona, piensa en esa preciosa niña que viene en camino. Además no está a discusión te viene y ya está - Y yo lo reitero-. Llego Ted con el vaso en su mano ofreciéndoselo a Lucy, ella se lo bebió de un trago - Pero chicos…escuchadme, yo puedo contratar a alguien para….
- No, nunca será lo mismo-. Afirmo Ted mientras Lucy levanto sus cejas supongo que confirmando lo que él decía. Dejo el vaso en la mesita cercana y prosiguió - Por favor Renee, no me hagas que te lo suplique de rodillas, vete a casa, estarás mejor allí conmigo que aquí solita o con una extraña que contrates. Hazme caso, ¿mujer que pasa?, ¿no puedes aguantar estas dos semanas a mi lado?-. No, porque te amo amiga, te amo y no aguanto estar cerca de ti y no poder ni siquiera abrazarte como me gustaría hacerlo pensó mi mente loca - Está bien, aceptare - Bien-. Casi fue un medio grito el que Lucy dio y elevo sus brazos con una gran sonrisa. Esa acción me hizo reír a carcajadas-. – Lo siento amiga, pero es que por fin aceptas algo que deseo desde hace mucho jajaja - Bueno…esto….yo como mejor que me voy, dejare sola a la parejita-. Ted dijo como si hubiera dicho la cosa más normal del mundo con sonrisa incluida y ambas lo miramos extrañadas, gire mi vista hacia ella y descubrí sus mejillas sonrojadas, ¿Lucy sonrojada? - Escucha Ren, si quieres puedes traerte al niño también-. Me ofreció cambiando de tema radical y no dando importancia a la tontería que él había dicho, ¿pero estaba nerviosa?, ¿por qué?.
CAPITULO 13
Ya habían pasado las semanas que el médico me había dicho, estaba fuera de cuentas desde que me instalara en casa de Lucy y no podía negar que ella tenía razón, me encontraba muchísimo mejor en su casa que en la mía sola o con la poca ayuda que recibía, debía haber aceptado el día que su hija y ella fueron, pero por mi cabezonería o por miedo no lo hice, en fin, estaba en mi recta final y ya quería acabar con ello. Ya quería ver el rostro de mi hija. Daisy trabajaba fuera de casa y Lucy también, pero en ese tiempo decidió trabajar cien por cien en su estudio de grabación en su casa, para según ella me dijo no perderme mucho de vista, decidimos después de mucho insistirle yo, pagar a medias una canguro para que nos ayudara con los chicos, tanto los de ella como el mío que también me lo traje pues su padre había salido de vacaciones por estas semanas, que oportuno pero así lo hizo. Caminaba por el jardín de su casa porque hoy en la mañana había recibido la visita del médico y ya me había dicho que tenía que caminar bastante para que avanzara el nacimiento, olía las flores que me encontraba a mi paso. Lucy tenía un jardín muy bien cuidado, no por ella que según me conto una vez no entendía cómo pero siempre acababa matando a sus plantas. Ella tenía un hombre mayor que lo cuidaba y lo mantenía precioso. - Buenos días señorita O´Connor - Albert, por favor, le he dicho más de una vez que me llame Renee - Bien…Renee buenos días - Así es mejor, ¿como ha estado hoy? - Bien, gracias, pero más bien debería yo de preguntarle eso a usted, ¿como se siente?, ¿algún síntoma? - Por el momento no, pero espero que pronto-. Le sonreí - Si, aquí ansiosos esperamos la llegada de su hija, va a ser una niña muy querida - Gracias Albert, es agradable escuchar eso - Tenga-. Me ofreció una rosa abierta de par en par color roja - Oh….se lo agradezco Albert, es realmente hermosa, ¿como supo que me gustaban las rosas rojas? - Me lo dijo hace unas semanas la señora Lucy, me encargo que le hiciera un ramo, ¿espero que le gustase? - Mmmm…si…-. Mi mente hecho atrás y recordó el momento en el hospital y la entrada de Ted con el ramo que no llevaba tarjeta, ¿había sido Lucy?, ¿porque no me lo dijo cuando me vio? - Bien, la voy a dejar, tengo cosas que hacer aun - Sí, claro-. Yo aun estaba pensativa mientras miraba la rosa recién regalada, no dejaba de pensar en ese momento y en porque mi amiga me oculto que ella me había regalado ese ramo, ¿porque lo abría mandado sin tarjeta?
Seguí caminando por el jardín, llegue hasta la piscina que paseando por el borde llegue hasta donde Lucy se encontraba grabando y trabajando en la composición de su música. Era una gran habitación que ella había instalado como estudio y tenía grandes ventanales que se veía casi todo desde el exterior. La miraba sin ser vista por ella, mientras ante un micro sus labios se movían, supongo entonando una de sus bellas canciones, pero no debía salirle porque su cara estaba más que nerviosa, entonces giro su vista mientras se tocaba su cabello tratando de relajarse, al verme sonrió y me saludo con la mano, quitándose los casco que llevaba salió a mi encuentro. - Hey preciosa, ¿como estas hoy?, haciendo caso de lo que te dijo el médico? - Si - Me alegro-. Paso su mano por mi vientre-. – ¿Y la pequeña que tal va? - Bueno en estos momentos súper dormida no se mueve nada, ¿te pasa algo amiga?, te noto algo…. - No, nada que no se solucione-. Paso sus manos por su cara llegando a su pelo nuevamente para tomar la parte trasera de su cabeza quedándose segundos así - Si necesitas ayuda ya sabes que solo tienes que pedirla ¿vale?-. Miro mis manos y se percato de la rosa - Vaya…hermosa rosa, ¿tienes algún galán?-. Rió - No tonta, me la regaló Albert, me lo encontré en….por cierto, ¿puedo hacerte una pregunta? - Seguro, dime - ¿Porque no me dijiste que me mandaste las rosas? - ¿De que estás hablando?-. Comenzó a frotar sus manos, se puso nerviosa, miraba a todos los lugares menos a mí-. – Escucha Ren, luego me preguntas, es que…. - Espera…quiero saber Lucy, ¿porque hiciste eso?-. La seguí para detenerla pero ella andaba más de prisa que yo y la pille cuando ya estaba dentro de su estudio
- Ren, tengo trabajo, no me sale una canción, no tengo tiempo - No quiero molestarte, solo deseo saber ese porque, dámelo y me voy de aquí. Albert me dijo que… - Bocón…-. Susurro pero la escuche perfectamente - Entonces ¿si fuiste tú? - Si…no….-. Miraba al suelo - ¿Fuiste o no?. Por favor Lucy, se que fuiste tú me lo dijo Albert ¿así que por que estamos teniendo esta conversación tan tonta?, Luce no pasa nada, ¿pero por que la enviaste sin tarjeta? - No deseaba que te enteraras que era yo - ¿Por qué? - Porque no y ya déjame trabajar por favor - Está bien, pero quiero que sepas que eran preciosas y que me encantaron-. Me acerque a ella y mis sentidos no pudieron más que abrazarla tiernamente, lo que más me gusto fue que ella se dejo hacer, me fascinaba tenerla entre mis brazos aunque solo fuera mi gran amiga. Sentirla toda me encantaba, sus brazos me rodearon, apretándome fuerte como nunca antes lo había sentido, mi corazón se aceleraba por momentos, llegando una separación que comenzó ella y que yo acepte terriblemente por que no la deseaba, quería seguir abrazada a ella. Pero en vez de separarse del todo ella solo lo hizo tan solo unos centímetros para tomar mi barbilla con dos de sus dedos y besarme en mi mejilla. Yo quede paralizada por ese momento pero no tanto como para hacer la locura que hice, girar mi cara para depositar un beso suave en sus labios. Un beso que lo más hermoso fue que no sentí rechazo, ella accedía, no podía creerlo pero era cierto, mi pulso de acelero y mi corazón ya no podía más. Sentía mis mejillas a cien probablemente estarían rojas como tomates. Ella se separo unos centímetros de mí, mientras me sonreía, mientras no dejaba de mirarme fijamente a los ojos para continuar….
- Renee, te quiero - Yo también te…-. Mi ojos se abrieron como platos - ¿Me…? - Luce, acabo de romper aguas - ¿Qué?-. Se separo despacio para ver lo que le había dicho - Creo que debemos ir al….-. Un dolor tremendo me llego haciendo que me encogiera hacia abajo, ella me sostuvo - Vamos a la casa, llamare al médico y… - No, no, por favor llévame al hospital, estoy muy mal - Pero es que…. - Que me lleves al hospital-. Le grite mientras me sostenía en ella - Está bien, está bien, vamos Dios mío!..Había sido madre en el pasado pero ya no recordaba el dolor tan grande que se sentía, creía morirme cada vez que me venía una contracción. Estábamos en ese momento solas en la casa, los chicos estaban en la escuela, Daisy como todos sus días trabajando y solo Albert se encontraba por el jardín, me metieron en el coche entre contracción y contracción. Él conducía mientras Lucy me ayudaba con la respiración en el asiento de atrás. Trataba de calmar el dolor que sentía con palabras bonitas que yo no quería escuchar en ese momento, solo quería que un médico me inyectara algo para aliviar el dolor. Pero mi vista se nublo en llanto cuando de pronto vi que mi ropa comenzaba a sangrar. - ¿Luce?-. Le señale con la mano-. – ¿que es… que es esto? - Escúchame Ren, mírame-. Giro mi cara hacía la suya-. – No te está pasando nada, solo estas por dar a luz a una hermosa bebe ¿de acuerdo?, toma mi mano y….-. Y cometió un error dármela por que sentí nuevamente un dolor grandísimo y por la cara que puso debí apretársela de mas-. – ¿Cuanto falta Albert?, por el amor de Dios llevamos una hora para llegar
- Ya, señora, ya nos queda solo una calle - ¿Ren?...¿Renee?, ¡Dios mío!, se ha desmayado a perdido sangre…. Escuchaba una voz de ángel a lo lejos, entonaba una preciosa canción, no identificaba la letra pero era pausada, tranquila, en un susurro. Abrí mis ojos, mirando alrededor, viendo una habitación con paredes color rosa, con ositos que llevaban globos dibujados. Toque mi vientre y estaba plano, poco a poco los recuerdos volvieron a mí, recordé la sangre y me temí lo peor, pero se me paso enseguida cuando vi y escuche a mi derecha, cerca de una ventana el cuerpo de una mujer, de mi amiga. Ella era la que entonaba esa canción que me despertó, era una nana y sus brazos estaban ocupados. - ¿Luce?-. Ella se giro mirándome con lagrimas en los ojos - Hola mama-. Se acerco a mí-. – Siento que no hayas sido tu la primera en ver su carita de ángel, felicidades es una niña preciosa - No te preocupes, gracias, me vale con que mi mejor amiga lo haya hecho-. Le di mis brazos para ver a mi pequeña Iris - Ren, todo salió bien, Iris esta sanísima, tu también-. Se quedo en silencio, yo no podía apartar los ojos de mi hija-. – Os dejare solas, vuelvo en unos minutos iré a por un café - Vale-. Seguía observándola No podía creer lo que tenia ante mí, una preciosa bebe, con carita redondita, ojitos cerrados, pelito claro, cuerpecito pequeño, tomaba sus manitas, sus piececitos los acariciaba con un dedo, dormía, estaba cansada al igual que yo, supongo tampoco fue fácil para ella, ya que seguramente tuvo que hacer mucho esfuerzo por salir a este mundo. No podía dejar de mirarla me ganaba la ternura que me provocaba, mis lagrimas no paraban de salir y la acercaba a mi besándola toda su carito, y no le gustaba porque a veces me encogía las cejas como si me dijera: “Mama por favor déjame un poquito quiero dormir”. La coloque a mi lado y la miraba y miraba una y otra vez, no me cansaba de hacerlo. El sueño me venció y quede rendida para despertar y ver que la habitación había cambiado, a los pies de mi cama había una mesa con un jarrón y un ramo de rosas, globos de color rosa que volaban sobre una cesta llena de cosas y a mi lado en mi mesita de noche tenía una caja de bombones que me dio un gran deseo de comer, luego vi que Luce junto a nuestra cama se encontraba en un sillón recostada. No quise despertarla pero mi bebe lo hizo por mí, en cuanto yo me moví un poco Iris despertó llorando, sobresaltando a Lucy de su lugar. - Lo siento - No te preocupes-. Se acerco a mí, yo mecí a Iris dejándola tranquilamente dormida-. – ¿Como te sientes?-. Me toco la frente supongo tratando de ver si todo estaba en orden - Bien, tranquila, bien, ¿qué hora es?, ¿cuánto tiempo a….? - Son las dos de la mañana-. Miro su reloj-. – Llevamos todo el día de ayer y buena estamos en la noche-. Me sonrió-. – Ted vino y te trajo esos globos, preferimos dejarte descansar - ¿Y los chicos? - Están bien, con Daisy, no te preocupes Ren, ahora ocúpate de ti ¿vale?, del resto ya nos encargamos nosotras-. Iris se despertó volviendo a llorar-. – Creo que tiene hambre, voy a salir a tomar un café a la sala de espera ¿vale?-. Me guiño un ojo, ella me conocía sabia que me podía dar vergüenza alimentar a mi hija ante ella, aunque realmente no era así. De todas formas no la detuve, tal vez si me daba vergüenza mostrar mi pecho ante ella. Media hora después mi hija estaba satisfecha y dormía tranquilamente. Y no sé como lo supo pero ella entro segundos después con una bandeja en la mano. - ¿Hay amiga dime que es comida y me caso contigo?-. ¿Pero qué demonios le había dicho?, la vi detenerse en seco mirándome sin pestañear, levanto una ceja y…. - No me digas cosas de las cuales luego no puedas cumplir-. Su rostro cambio a una hermosa sonrisa-. – Es broma jaja…si, es comida, le pedí a la enfermera de guardia tu cena que no te comiste antes, ¿ya se quedo dormida? - Si-. Ella acomodo la bandeja en la mesita que tenía cerca de mi cama - A ver, ¿me la das?, la pondré en su cunita y así tú podrás cenar y dormir más tranquilamente
- Vale-. Se la di en brazos y después de ver cómo le besaba su frente la dejo en su camita - Gracias por toda amiga-. Le dije mirándola aunque ella no apartaba los ojos de Iris - No hay por qué darlas, para eso estamos las amigas ¿no crees?-. Giro su mirada hacia a mí, me desarmo totalmente-. – Y ahora come algo, te hará bien-. Me coloco la bandeja ante mí Una hora más tarde ella ya había recogido lo que yo me había comido, yo ya estaba lista para dormir se acerco a mi me beso en la frente y deseándome un buen descansar, se acurruco en el sillón donde la vi al despertar.

CAPITULO 14

La miraba dormir tranquila, mi niña había pasado mala noche, era común en ella despertarse bastante seguido en la noche. Mañana hacia un mes que estaba en este mundo y había decidido hacerle una pequeña fiesta para celebrarlo, algo intimo, solo con los amigos más allegados, sabía que ella ni se iba a enterar, no hasta que fuera más grande y pudiera ver las grabaciones que tenía pensado hacerle.
Baje al salón y la puse en su cunita con ruedas que le había regalado Ted, me gustaba mucho porque así podía llevármela de un lugar a otro sin tener que tenerla en brazos siempre, me cansaba, Iris estaba gordita, le gustaba comer, como a mí, según Lucy siempre dejaba muy claro. Ella, ¿que estaría haciendo en estos momentos?. Cuando Salí del hospital y ya estaba estable me dejo en mi casa nuevamente, nos visitaba a Iris y a mí una vez a la semana, y prácticamente nos llamaba a diario para ver como estábamos. Nunca hablo nada de lo ocurrido antes de que diera a luz, de ese breve beso, de ese te quiero que me dio y que yo no correspondí por la interrupción. Yo tampoco me había atrevido a decirle nada, solo me dedique a seguir con mi vida.
Ted me había dicho que me tomara el tiempo que precisara cosa que le agradecí enormemente por que no deseaba dejar a mi niña tan pequeñita, aunque debía ya de ir pensando en buscar a alguien que me la cuidara por que debía volver a trabajar aunque no quisiera.
Lleve la cunita hasta la cocina y comencé a prepararme un café para recargar baterías, mientras lo hacía sonó mi teléfono y antes de llegar a el, salto mi contestador:
- Te habla el contestador ya que el teléfono se ha ido con el televisor de vacaciones, si quieres déjame un mensaje, si no, ya sabes lo que hacer, cuelga
- ¿Pero Reny que clase de mensaje es ese?, jajajaja….cuando puedas me hablas ya sabes que…..-. La voz de Adrianne sonaba al otro lado
- Hola amiga-. Me dio mucha alegría oírla después de tanto tiempo, había estado pérdida dos meses-. – ¿Donde demonios estabas?, he tratado de localizarte y….
- Espera espera, no me riñas que tengo una buena justificación
- Mas te vale, porque tengo ganas de matarte, así que dime, cuéntamelo todo
- Jjajajaj…vale, vale, ante todo primero un felicidades, ya me ha dicho mi madre que has tenido una hermosa niña
- Si, gracias. Tu madre fue a verme al hospital y me dijo que andabas por ahí perdida
- Bueno, algo así, es que me dieron un papel en una película y tuvimos que rodar solo Dios sabe donde, por que yo nunca lo averigüe, era una especie de isla o algo así, sin cobertura, sin nada…así que no podía ponerme en contacto, lo siento amiga, pero hoy regrese hace unas horas y me dio mi madre la noticia
- Bueno, si es por eso te perdona, pero la próxima vez vete a algún lugar para poder hablar, estaba preocupada mujer
- Claro, claro, ¿que estás haciendo ahora Reny?
- Pues ya ves, a puntito que estaba de tomarme un café, mi niña me….
- Hey te invito a desayunar, me gustaría conocer a tu hija Ren
- Hace un poquito de frio amiga, no quiero sacar a Iris, mejor vente tu a casa para….-. Escuche el sonido de que me llamaban por la otra línea-. – Espera un segundo Adri, me llaman por el otro lado
- Está bien
- ¿Dígame?
- Buenos días ¿como está el lucero más bonito del mundo?
- Hola Luce, bien, aquí tomando un café
- Me refería a Iris
- Jajá…graciosa, ella duerme como angelito por fin, me ha dado una noche movidita. Luce, tengo a Adri en la otra línea, me esperas que….
- ¿Así?, ¿y donde ha estado todo este tiempo?
- Es lo que estoy hablando con ella, pero espera que…bueno espera un segundo
- ¿Adri?
- Si, aquí sigo
- Es Lucy, también pregunta por ti
- Mira que bien, oye ya que no quieres sacar a la niña por el frio voy a ir para tu casa, ¿te parece?
- Si, mejor así, por cierto tráete los donut que..
- Si, ya se los que te gustan, dile a Lucy que venga así aprovecho y os veo a todas
- Está bien, aquí te espero, hasta ahora
- Adiós-. El sonido de su corte lo escuche rápido y volví con Luce
- ¿Lucy?
- Aquí sigo, que dice…
- Va a venir a desayunar a casa, quiere conocer a la niña y….
- ¡Oh!, estaba bien te dejo entonces-. Su voz la escuche triste, apagada
- ¿Qué ocurre?
- Nada, voy a dejarte tengo que…
- No, espera Luce, Adri me dijo que vinieras, quieres verte, ¿puedes?
- Si, si no te molesto, si
- ¿Molestarme?, ¿estas tonta?, claro que no, ven amiga, así escucharemos lo que nos tiene que contar la loca ¿eh? Jajaja….
- Si, lo estoy deseando, nos vemos luego
- Adiós
Colgué el teléfono y de nuevo fui a la cocina a preparar una cafetera entera, ya las conocía y me conocía a mí misma, hablaríamos y tomaríamos mucho café, eso me hizo sonreír. Volví al salón y mientras llegaba tome la taza que yo ya me había servido y bebí un gran sorbo, mire a mi hija que seguía tranquilamente durmiendo. Mi vista giro y divise en la estantería de libros la cajita con las notas sobre el pasado, me acerque a ella la obtuve y me senté de nuevo en el sofá, la abrí, retire las que ya había leído y continúe con las siguientes.
Querida Xena:
Una vez más me has salvado, pero esta vez ha sido distinto, porque por el destino casual has tenido que tomarme en brazos y sentir tus brazos en mi piel me ha excitado, estas cosas que mi corazón loco siente, mi cuerpo, mis sentidos, te deseo Xena, ya no puedo ocultarlo más, te deseo con pasión.
Estimada Gabrielle:
Tu nota me ha dejado sin habla, tus palabras me han llegado y ten cuidado porque tal vez esta noche te lleves una sorpresa mientras duermes.
(PD: Ren, ¿crees que Gabrielle se está soltando el pelo?...jajajaj, ¿al final me lo voy a terminar creyendo?)
Ese par de notas lo recuerdo, ella se avergonzó mucho y sonrió a carcajadas cuando las leímos. Pase las notas y vi un par de fotos, en la primera estábamos Lucy y yo abrazadas y detrás de la foto había un escrito que no recordé.
“Por que jamás olvides lo que fui, soy y seré para ti”
Lucy.
En la otra foto estábamos, las dos y Rob al lado de ella, como siempre la miraba una y otra vez, en esa época recordé que apenas comenzaban a salir juntos, no había nada entre ellos solo lo estrictamente profesional, ojala se hubiera quedado así siempre, pero ahora la vida era distinta y ella volvía a estar sola, y me había besado en casa de mi madre, en su casa, me había dicho que me quería, estaba decidida, hablaría con ella para aclarar las cosas entre ambas. La puerta me saco de mis pensamientos sobresaltándome, me levante, abrí, en mi cara se dibujo una gran sonrisa.
- Bienvenida amiga-. Le abrí mis brazos a Adrianne que fui correspondida
- Hola, buenos días, te he extrañado
- Yo a ti también-. Me separe de ella y la invite a pasar-. – Mis….
- Aquí están-. Me dio la bolsa llena de donuts-. – Te traje varios, ¿espero no hayas cambiados de gustos?-. Mire dentro de la bolsa y estaban los que más me gustaban
- No, que ricos se ven y seguro que mejor saben jajja…
- ¿Y donde esta….?
- Iris está dormida-. Le señale la cunita, colocada cerca del sillón donde estaba anteriormente sentada, ella se acerco y en silencio la miro, depositándole en cerca de ella una pequeña foquita blanca de peluche
- Renee, es….es preciosa, enhorabuena
- Gracias amiga y gracias por el regalito-. Le decía mientras ponía en un plato que me había traído de la cocina los donuts
- Por nada, es igual a ti, se parece muchísimo, es hermosa
- Voy a por el café, quédate con ella
- Claro
Me marche a la cocina y ya tenía todo listo cuando me di cuenta que no tenía nada de azúcar, así que saliendo nuevamente al salón, poniendo la bandeja en la mesa central.
- Adri, voy con la vecina a por azúcar, cuídamela ¿vale?
- Claro, claro, ve tranquila yo la cuido-. Me contesto sin dejar de mirarla, de observar a mi hija mientras le pasaba un dedo suyo por la manita pequeña de mi hija
Llame a la puerta de Fer, tardo en abrir pero escuche que los pasos se acercaban detrás de su puerta y la puerta de abrió lentamente y lo que vi no me gusto en absoluto, sus ojos estaban rojos e hinchados, su piel blanca. Sabía que tarde o temprano algo iba a ocurrir, esas cosas nunca salen bien. Y mi pensamiento no se había equivocado cuando recibí la respuesta a mi pregunta de si estaba bien.
- No, Aby se ha largado, me ha dejado tirada, me ha…Ren pasa-. Me adentro a su casa tomando mi brazo-. – Debes ayudarme amiga, debes decirme donde esta…
- No lo sé Fer, te juro que no lo sé, hace tiempo que no la veo, no sé nada de ella
- Pero imagínate….-. Sí, mi mente se fue derechita a la casa de Ted, cosa que calle-. - Debo encontrarla, es la mujer para mí, es….necesito ayuda, ella es tu amiga si tu le hablas seguro vuelve conmigo
- Fer, en serio no sé donde puede estar, pero si la veo yo….no debes estar así amiga, mírate, debes….
- No, no quiero nada si no es con ella-. Su llanto salió sin más tirándose a mis brazos buscando consuelo
- Tranquila amiga, tranquila, todo saldrá bien ya lo veras, seguro solo fue un disgusto y vuelve…
- ¿Ocurre algo?-. Una voz proveniente de la puerta que daba a la calle nos saco de golpe de ese abrazo a las dos, mirando a su lugar
- Hola Lucy-. Saludo entre sollozos Fer. Yo quede inerte, sentía como si me hubieran pillado en una traición y su mirada azul clavada en mi no me ayudaba mucho a quitarme esa sensación
- Luce, es…es Aby, dejo a Fer y…
- Cuanto lo siento Fer, pero tranquila, a lo mejor solo…
- Escucha Fer-. Intervine-. – Vente a casa, vamos a desayunar juntas, apúntate y podrás….
- No, gracias Renee, pero no soy buena compañía en estos momentos, mejor me voy a ir a descansar por qué no he dormido nada esta noche
- Bien, pero mañana acuérdate que te dije que esta la cena en mi casa, no puedes fallarme amiga
- No, tranquila, seguro iré
Me gire y después de despedirnos nos marchamos Lucy y yo hace mi casa, antes de entrar le iba comentado lo ocurrido y ella sin inmutarse solo dijo.
- Era de esperarse, tu amiguita no es trigo limpio, siempre te lo he dicho
- No digas eso Luce, seguro que hay una explicación-. No quería darle la razón pero Lucy la estaba teniendo totalmente
- Sí, yo sé su explicación, que ella es un loca que le da igual dañar al que se ponga delante y ya mejor cambiemos de tema no quiero hablar de esa que…
- Qué?, Lucy cada vez que hablas de ella actúas como si supieras algo que yo no sé, dímelo de una vez y dejémonos de tonterías
- Renee-. Se detuvo antes de entrar en mi casa-. – No quiero seguir hablando de esa mujer-. Abrió la puerta me invito a mí a pasar primero y yo en silencio entre tranquilamente
- Lucy…-. La voz de Adrianne sonó desde el salón
- Hola guapa-. Se acero a ella a abrazarla cosa que no pudo porque vimos que tenia a mi hija en brazos
- Se despertó y comenzó a llorar así que la…bueno la cogí espero no te importe Ren
- Claro que no-. Le sonreí, vi la caja no lejos de nosotras y no me gustaría que ellas la vieran, ni que supieran que aun recordaba aquellos momentos, así que disculpándome la tome junto a mí y subí a mi habitación cosa que aproveche para llamar a Ted y preguntarle por Aby
Mientras esperaba la contestación de mi amigo, no sé como pasó pero toda la caja cayó ante mí esturreándose por todos lados las cosas que en ella había. Escuche que unos pasos subían por la escalera y dejando el teléfono comencé rápido a recoger pero no logre hacerlo antes de que ella entrara en mi dormitorio.
- ¿Estas bien Ren?-. Preguntaba Lucy nerviosa entrando en mi dormitorio
- Si, solo se me…
- Adri está bien, falsa alarma-. Grito un poco para confirmando y para no asustar a Adrianne-. A ver, déjame que te ayude a….-. Ella se acerco más de lo debido a pesar que le dije que no hacía falta y tomando una de las notas leyéndola rápidamente su cara cambio, ya no estaba la risa hermosa de ella al entrar
- ¿Has tenido todo este tiempo las notas?-. No me salían palabras, quede muda mientras seguía recogiéndolas para guardarlas, no quería explicarme-. – Renee….contéstame, ¿todo este tiempo tu las has tenido?
- Si-. Le afirme tranquilamente, porque no quería ponerme nerviosa ante lo que se me venía encima, le quite la que tenía en su mano, era la última, la metí en su caja y la cerré dejándola en mi mesita de noche
- No puedo creerlo, es que…no creo lo que estoy viendo
- Lucy no es….
- ¿No es que Renee?, las busque, las busque mucho tiempo, lo sabías, te lo pregunte y me dijiste que las habían tirado, que seguramente alguien de la limpieza las tiro, yo las quería, lo sabías y siempre las tuviste tu y jamás me digites nada-. Quede en silencio, mi mirada se perdió al suelo, era cierto, ella las busco y yo le mentí en su momento por qué sabia que ella las querría para destruir cualquier prueba de que tuvimos un algo mas
- Lucy por favor, no creo que sea para tanto, si, lo reconozco, te mentí, pero no fue por…
- No creo lo que estoy escuchando Ren, esto es…jamás pensé que me mentirías tan vilmente, sabias, sabias lo que significaban para mí ¿y ahora me dices que no es para tanto?, llore Ren, llore por ellas y tú lo sabes, te consta, te….
- Ya…-. Le medio grite-. – No me hagas sentir más culpable de lo que me siento-. Y era cierto me sentía rastrera en estos momentos
- Pues lo mereces por mentirme, por….-. Su voz también fue subiendo de tono-. – Por engañarme, por….
- Ya está bien Lucy-. Yo estalle en grito-. – Pensaba que las querías para destruirlas y no podía permitir eso, lo siento ¿vale?, lo siento no quise lastimarte tanto, no es lo que pretendía, eres mi mejor amiga
- Vaya forma de demostrarlo “amiga”, que poco me conoces si pensabas en que destruirá algo que amaba con….
- ¿Disculpa….?-. Me quede perpleja al escucharla decir que amaba….¿que amabas?...mi mente divago rápido-. – ¿Amabas?, ¿que quieres decir con eso?
- Que se acabo amiga, que me voy, que en este momento ya lo he decidido y sintiéndolo mucho me alejare para siempre de tu vida, ya no
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puedo seguir soportando esta relación, esta amistad que según tu es muy buena y que somos las mejores amigas, eso no es cierto Renee, olvídate de eso, no existe si entre nosotras nos dañamos de esa forma. Te he puesto en bandeja muchas cosas, te he dado a entender mis palabras, sentimientos y tu pasas de ellos y yo no quiero seguir sufriendo más-. Yo la escuchaba hablar y no reaccionaba, estaba paralizada
- Renee, la niña creo que tiene hambre-. Recién llegada Adrianne se detuvo en seco sin entrar en la habitación-. – Lo siento pero….
- Si-. Me acerque a ella, tome en brazos a Iris y no tuve nada más que decir por qué ambas se marcharon después de que Lucy cerró la puerta de mi dormitorio
Le di el pecho a mi hija y cuando ya la tenía dormidita nuevamente volví a tomar el teléfono y marque a Ted, esta vez si me contesto.
- Hola preciosa, ¿como estas?
- Muy bien ¿y tú?, supongo que disfrutando de la compañía femenina ¿verdad?
- ¿De qué?
- ¿Como has podido Ted?, ¿como?, ¿creía que me habías dicho que..?
- Espera Ren, espera, no entiendo ni una palabra de lo que me hablas
- Ya, me imagino-. Le indique sarcásticamente-. - Pues te hablo de Aby
- ¿Aby?, ¿que pasa con Aby?
- Déjate de tonterías Ted
- Es enserio amiga no se dé que me hablas
- ¿No está Aby contigo?
- No, a Aby la deje de ver desde que le dije que no en la puerta de tu casa, ¿recuerdas?
- Sí, pero….bueno, es que ha dejado a Fer y…
- Y creíste que el golfo de tu amigo estaba con ella ¿verdad?
- Si
- Pues te confundiste amiga, no sé donde esta ni quiero saberlo, Ren tu Aby está algo complicada, ya no es la Aby que conocimos hace tiempo
- Sí, bueno, me he dado cuenta de ello
- Pues te reitero amiga, yo no sé nada de ella
- Oye espero que no te haya molestado que..
- No, para nada, nos vemos mañana en la fiesta ¿vale?, te dejo que tengo cosas que hacer
- Hey…si te llama o va para allá me…
- Si tranquila te llamo y te cuento, ¿como está Fer?
- Pues ya te imaginaras hecha polvo la pobre, me pidió ayuda y claro yo lo primero que pensé fue en ustedes y…bueno en fin perdóname
- Tranquila, perdonada, nos vemos mañana en tu fiesta, adiós
- Gracias amigo, adiós
Colgué quedándome con la mirada pérdida hacia mi ventana, ¿donde estaba entonces Aby?, no estaba en su apartamento, ni con Ted, ni en el trabajo,
¿donde demonios estaba?. Y mi mente comenzó a preocuparse más seriamente, pero recordé las visitas y baje, solo encontré a Adri sentada en mi sofá tomando su café mientras mordía uno de los donut.

CAPITULO 15

Mientras acababa de comprar en el supermercado las ultimas cosas que me faltaban para la cena, me di cuenta que comenzó a llover a través del cristal, así que decidí esperarme un poco sentada tranquilamente en la cafetería mientras degustaba un buen café. Cogí mi teléfono para realizar nuevamente la llamada.
- Hola amiga ¿como esta mi niña?
- Ren, por cuarta vez te digo que bien, dormidita
- Lo siento Adri, pero es que la extraño tanto
- Mujer solo llevas media hora en la calle, relájate y disfruta un poco tú, amiga te veías cansada y…
- Ya sé, ya sé, pero no puedo evitarlo
- Jajaja…bien, pues como te digo esta dormidita, aunque tampoco te tardes mucho porque seguro despierta y quiere comer
- Si, ya se, es que comenzó a llover y estoy esperando que escampe un poco
- Lo sé, me acabo de dar cuenta
- ¿Adri?
- ¿Si?
- ¿Ha llamado?
- No Ren, aun no ha llamado, espero me conteste pronto
- ¿Crees que se le pasara?
- Claro, tranquila, sabes que Lucy tiene un carácter fuerte pero se la pasara, pero si tan preocupada estas y es más que evidente porque prácticamente hemos estado toda la noche hablando de eso ¿porque no le llamas tu?
- No, ¿estás loca?, sabes que…me da vergüenza ya lo sabes
- Con la vergüenza no se arreglan las cosas Ren, con los perdones si, además Lucy seguro aceptaría tu llamada
- Después de lo que le hice, y como ella me trato lo dudo que quiera volver a verme ni hablarme
- No digas eso, llámala veras que te sorprendes
- Bueno, te dejo nos vemos al ratito amiga, me tomo el café rápido y ya voy para casa, por cierto gracias por ayudarme con mis niños
- De nada mujer
- Adiós
- Llamalaaaaaa-. Escuche de fondo antes de dejar de escucharla.
Adrianne tenía razón, debía llamarla, pedirle disculpas. Cuando baje después de hablar con Ted ella no estaba y Adri sin pedir explicación ni falta que le hacía porque ya no aguante mas y le conté toda mi verdad, se quedo conmigo toda la noche en mi casa para consolar mis lagrimas y mi malestar, cosa que se lo agradeceré eternamente porque ya no podía callar mas lo que tenia dentro de mí. Ahora se había quedado junto a mis hijos en casa, cuidándolos mientras yo acababa de hacer las compras, era una mujer encantadora y una gran amiga, tenia suerte de tenerla. Me tome el café rápido mientras revisaba la lista de la compra, dándome cuenta de que me faltaban las salchichas gordas con sabor queso, no podía creerlo, debía volver a entrar a la tienda aunque no tenía ninguna gana, pero que era una barbacoa sin esas salchichas que a mi hijo le encantaban, así que pague el café y le pedí al camarero que me hiciera el favor de guardarme las tres bolsas mientras iba deprisa a comprar una cosa olvidada, gracias a Dios acepto.
Entre caminando medio rápido, no quería perder más tiempo, pero mientras iba caminando por los pasillo del supermercado, llegue hasta la zona de verdura y mi paso se detuvo en seco al ver a Aby cogiendo unas naranjas mientras a su lado estaba Steve, ambos sonreían y yo quede paralizada, Aby y Steve….¿Juntos?, no podía creer lo que mis ojos veían pero era cierto, ahí estaban los dos, ella reía de algo que él le hablaba, pensé en acercarme quería que me vieran para que se dieran cuenta de que los había pillado en su traición pero mis pasos volvieron a detenerse cuando vi acercarse a la novia de Steve que llegaba con una botella de vino en la mano mientras les comentaba a los dos algo. Quise girarme para irme no deseaba encontrarme con ellos pero él me vio.
- ¿Renee?, ¿Ren?
- Hola-. Me hice la recién llegada
- Hola, estábamos comprando un vinito para ir a tu casa luego-. Él se comportaba algo raro, como queriendo ocultar algo, lo conocía y él no era así
- No hacía falta Steve, hola chicas ¿como estáis?-. Las mire a ellas que se acercaron por detrás
- Hola Renee-. La novia de Steve estaba sonriente, feliz-. – ¿Puedo decírselo?-. Miro a Steve
- Claro mi vida-. Ella me mostro su mano, en ella había un anillo precioso
- Vamos a casarnos-. Seguía sin quitar la sonrisa de su rostro
- Cuanto me alegro-. La abrace sintiéndolo de corazón, aunque esa forma que se miraban Steve y Aby no me gusto en lo absoluto pero no debía meterme en eso-. – Me alegro por los dos Steve, ya era hora de que empezaras a sentar cabeza jajaja….-. Le abrace a él también
- ¿Y a mí no me saludas amiga?-. Me preguntaba Aby acercándose a mí, debía fingir una alegría que no sentía por verla a ella y mucho menos me gusto esa sonrisa irónica que me hecho
- Claro, es un placer verte, porque…¿donde has estado?, ¿te has perdido mucho no?
- Solo fui de vacaciones un tiempo por ahí, pero ya estoy de regreso
- Ya….-. Dudo que ella supiera que Fer me había comentado todo lo ocurrido-. – Bueno, debo irme, os veo luego en la cena ¿vale?-. Ellos asintieron a la vez y no me quedo de otra que decirle por menos que quisiera tenerla en mi casa-. – No lo sabías Aby pero doy una pequeña cena en honor a Iris, como no te localice no te invite pero ya sabes si quieres puedes venir
- Gracias, lo hare, me acabo de encontrar con ellos y me lo estaban comentando, iré encantada-. ¿Te encontraste con ellos?...pensé, mira que si era cierto y yo especulando cosas malas sobre ella, en fin, debía de tranquilizarme y olvidar lo visto.
Me marche despidiéndome con una sonrisa y seguí mi camino en busca de las salchichas, volví a caminar entre los pasillo y pensé en Lucy. Adrianne tenía razón, debía hablarle pedirle perdón, mire mi teléfono, seguía pensando en si la llamaba o no, en si me recibiría la llamada o no, estaba decidida, le hablaría. Comencé a marcar su número, le di un tono, le colgué no espere su respuesta, volví a hacerlo hasta que a la tercera me dije que ya no le colgaría que aguantaría y que pasara lo que pasara debía pedirle ese perdón. Me detuve en medio de un pasillo, respire hondo y me dije, vamos Ren, se valiente, y marque el numero nuevamente.
- Deja de llamarme, por favor, deja de llamarme-. La voz suplicante estaba al otro lado del pasillo de donde yo me encontraba, retire un poco un paquete de galletas que tenía ante mí y vi el rostro de ella, ahí estaba, Lucy le hablaba a la pantalla de su móvil-. – No debo contestarte amiga, no voy a ceder nunca más, debo sacarte de mi vida para siempre-. Yo seguía asombrada, no reaccionaba y seguía mirándola en silencio pero al ver salir dos gotas de sus ojos
- No pretendo lastimarte, solo quería pedirte perdón por mi acción del pasado-. Ella se giro bruscamente mirándome sin pestañear, con los ojos abiertos como platos, asombrada al igual que yo ante ese hecho de estar en ese lugar y en esa actitud
- Estas perdonada-. Su voz estaba tranquila, miraba al suelo, parecía avergonzada-. – Ahora deseo que te alejes de mi vida para siempre-. Fue un susurro, una súplica, se giro y se marcho
Yo quede perpleja, mi mejor amiga se estaba yendo, la veía caminar y no hacía nada por evitarlo, quería correr tras de ella, atravesar todas las estanterías si hacía falta, para abrazarla, para decirle cuanto la quería, pero no lo hice, las piernas no me respondía. No sabía si era por miedo, o vergüenza, o no sabía porque pero me estaba pasando.
Camine cuando pude cinco minutos después, cogí las salchichas y me di una vuelta por la tienda a ver si la veía nuevamente, pero no lo hice, probablemente ya se había ido del lugar, decidí marcharme, mire mi reloj y se me hacia tarde. Pague mi artículo y volví a la cafetería recogí mis bolsas y mirando hacia fuera estaba el clima más calmado pero comenzaba nuevamente a chispear así que me di prisa para salir de la tienda y llegar a mi coche, cuando estaba a punto de hacerlo un chico joven se acerco a mí y con prisas me golpeo las bolsas que llevaba en brazos e hizo que se me cayeran al suelo.
Le pedí una explicación pero poco le importaba a él dármela así que comenzó a decirme cosas, como no quería problemas pase del tema y lo ignore pero él seguía, pensé que los guardias de seguridad del establecimiento nunca aparecen cuando se les necesita. Me puse a recoger mis artículos sin comentar más pero el chico parecía que no pretendía dejarme hacerlo por que comenzó a levantar varios artículos burlándose, que yo sin mirarlo seguía recogiéndolos del suelo.
- Dame eso y lárgate de aquí-. Mire hacia arriba para ver a una Lucy más que enfadada-. – ¿Estas bien Ren?
- Si-. Le decía mientras seguía recogiendo las cosas y metiéndolas en las bolsas de nuevo. Ella se elevo de nuevo continuando
- Escucha, no queremos problemas, dame lo que tienes en tus manos que no es tuyo y vete antes de que te metas en mas líos
- ¿Y si no quiero que?-. Mire al joven que se encaraba con ella
- Tendrás los problemas entonces-. Le contesto pacientemente pero fijamente mirándolo no demostrando temor, ella sabia resolver este tipo de cosas que a mí no se me daba muy bien
- Dudo que una mujer me…
- Escucha, la policía viene en camino-. Le enseño su móvil-. – Te recomiendo que corras y te alejes, es por tu bien, lárgate-. Le dijo muy seriamente, cosa que hizo tirando al suelo lo que ya me había obtenido de mis cosas
- Gracias
- No hay por qué darlas-. Ella se agacho a mi lado y comenzó a recoger, ayudándome-. – Renee, debes aprender a defenderte no dejes que te…
- Ya se amiga, ya sé, pero sabes que no me gustan los enfrentamientos
- Si-. Las dos nos elevamos a la vez ella con dos bolsas y yo con una en brazos-. – Vamos, te acompaño hasta tu coche-. En silencio la encamine hasta donde lo había aparcado, abrí el maletero ella metió las bolsas en el y yo metí la que llevaba, cerré
- Lucy…..yo…
- No me digas nada Ren, déjalo así, es mejor que las cosas se queden así
- ¿Así como?-. Estalle, quería alejarme de su vida y eso no podía soportarlo, no lo soportaría, debía hacérselo saber-. – ¿Como tu pretendes hacerlo?, ¿dejándome tirada después de todos estos años?
- No….yo no…
- ¿Entonces que Luce?, ¿qué?, que es lo que me has dicho o la pregunta correcta seria, ¿que es lo que me has pretendido decir con eso de alejarte de mi vida?-. Solo obtuve silencio-. – Bien, ¿me vas a alejar de tu vida después de todos estos años sin ni si quiera darme una explicación?. Lucy, se que hemos tenido problemas, en todas las relaciones ahí problemas, pero somos amigas, las amigas se perdonan las cosas, las amigas se cuentan las cosas, no se ocultan nada, no temen a hablarse, por favor Luce, dime cual es la verdad de por qué has decidido alejarme de tu vida-. Solo obtuve un nuevo silencio-. – Perfecto Lucy, bien lo entiendo y así quieres hacerlo, acepto lo que quieras-. Me gire, entre en mi coche baje la ventanilla, ella estaba quieta al lado mirando el suelo, decidí despedirme de ella-. – Es una….
- Tu….-. Salió de su boca solo esa palabra, seguía sin mirarme
- ¿Yo?
- Si…tu, tu eres la verdad, ¿me has preguntado mi verdad de por qué me alejo?, pues eres tu Ren-. Decía esta vez sí mirándome y apoyándose con ambas manos en el techo de mi coche, su cara se acerco más a la ventanilla-. – Yo aun no entiendo después de lo que hemos pasado juntas como te quedan ganas de preguntar por qué me alejo, eres hermosamente increíble, ¿y que es lo que quieres Renee?, ¿qué te certifique con palabras las cosas que te he demostrado en años?
- No quiero perderte, eso es lo único que yo quiero, no perderte, no quiero perder tu amistad, ni tu cariño, ni tu compañía, ni tú….-. Le pedí en una súplica que fue detenida por un…..
- ¿Puedo besarte?
- ¿Qué?, ¿aquí? ¿Ahora?-. Mire a mi alrededor estábamos rodeadas de coches, gente que iban y venían en el aparcamiento, volví a mirarla y ella no espero mi respuesta me plasmo un beso hermoso en mis labios deseosos de volver a sentir los suyos.

CAPITULO 16

Había llegado a casa, había aparcado el coche en la cochera y no sé por qué no bajaba del coche, estaba paralizada, mis manos aun al volante, mi mirada al frente, estaba inerte, en mi mente solo estaba la imagen de ella acercándose y dándome ese beso, ese beso que me dio en la calle y que no le importo lo más mínimo que alguien pudiera vernos. Y sus palabras también se repetían en mi mente, esa declaración que me dio, ahora si lo tenía confirmado, ella me quería, ella sentía algo por mí, más que una simple amistad y yo que tonta había sido porque después de lo ocurrido quede en silencio, supongo Luce me comprendió o a querido darme mi espacio porque con una hermosa sonrisa se despidió y se marcho.
¿Que hacia ahora?, esto era algo que yo anhelaba, si, quería que de su boca salieran esas palabras, que me demostrara que por mi sentía más que una amistad, pero ahora que lo había hecho, ¿que hacia?. Con lo ocurrido se me había olvidado decirle que viniera a la cena, ella ya sabía que se la iba a hacer pero quería certificar su asistencia, pues ante su enfado pensé que no asistiría pero después de lo ocurrido ¿lo haría?, aunque aun no sabía como estábamos.
Adrianne me saco de mis pensamientos que llevando a mi hija en brazos me saludo. Yo le correspondí y después de llevar todas las ultimas cosas que había comprado a la cocina, le di de cenar a mi hija en mi dormitorio mientras Adri me hacia el favor de vigilar la cena y acompañar a Miles a acabar sus deberes y vestirlo con la ropa que yo le había proporcionado, una camisa color amarilla pálido y unos pantalones color negros, llevando una corbatita cosa que no tardo mucho en quitarse según él le apretaba mucho al cuello, al final accedimos y lo dejamos sin ella. Cuando acabe con mi hija ya arregladita y dormidita en su cunita, ambas bajamos al salón, allí la deje mientras iba a la cocina que abriendo una ventana de dos puertas de daba de la cocina al salón podía verla con facilidad. Adri me informaba que Miles ya estaba fuera en el jardín jugando y comenzó las preguntas, mientras terminábamos de hacer la cena y poner la mesa del salón le iba contando lo ocurrido en el supermercado.
- ¿Y bien al final como habéis quedado?, ¿ella vendrá o…?
- Si te soy sincera no lo sé, porque me quede bloqueada y ella solo me sonrió y se fue
- Pues llámala y pregúntale
- Tu todo lo arreglar llamando a la gente Adri
- Bueno es que es así como se arreglan las cosas hablándolas
- Pero no es tan fácil
- ¿Porque no?
- ¿Como que por qué no?, Adri por favor que…que…
- ¿Que Ren?, tú la quieres, ella te quiere, te lo ha demostrado ya, Lucy ahora en su vida sentimental esta sola, tu también, ¿que mas necesitas saber?-. Quede en silencio, tenía razón, pero no le conteste.
La esquive y me marche después de agradecerle lo que estaba haciendo por mí, con el cuidado de mis hijos, con la ayuda con la cena, ella me sonreía y me decía que me lo cobraría contándole todo lo que ocurriera entre Lucy y yo, me hizo soltar una gran carcajada. Subí a mi habitación junto a mi hija, Miles seguía afuera jugando, a ella le dije que podía cambiarse en la de invitados que es donde se había quedado a dormir la noche anterior y no sé como lo había hecho pero cuando llego a mi dormitorio estaba muy guapa, con traje de chaqueta color negro y vino, una combinación elegante que resaltaba su figura.
- ¡Oh!....amiga, ¿de donde…?
- Como veía que tardabas le pedí a mi madre que me trajera algo, espera no te importe pero tome tu champú-. Me lo dio en la mano
- No, claro que no, me alegro por que estaba pensando en eso precisamente, lo siento amiga he abusado de ti, te dije que llegaría y…
- No tranquila, ves todo tiene solución jajaja….bueno acaba de vestirte-. Ella me observo de arriba abajo, aun estaba con el albornoz-. – Ren me llevo a la Iris para que acabes más rápido, la gente no creo que tarde en llegar, por cierto invite a mi madre, no creo que venga pero vamos yo le dije espero no haya inconveniente
- No para nada, me alegro que lo hicieras
- ¡ah!...por cierto, Lucy viene de camino…-. Y guiñándome un ojo cerró la puerta de mi dormitorio
¿Que viene de camino?, mi mente solo pensaba eso mientras acababa de arreglarme, me miraba una y otra vez en el espejo, por qué negarlo?, quería estar preciosa para que ella me viera, quería estar encantadora solo para ella, me sentía muy nerviosa, al final después de mucho probarme ropa, me decidí por un traje largo color vino, de tirante grueso, entallado a mi cuerpo, era sencillo pero elegante a mi punto de vista. Mientras bajaba las escaleras, despacio por que el vestido no me permitía moverme con mucha facilidad, me arrepentí de habérmelo puesto y eche mucho de menos mis vaqueros cómodos con una camiseta bonita con escote. Me encontré a Steve que rápidamente se levanto nada mas verme.
- Siempre lo he dicho, serás la mujer más bonita del mundo-. Me ofreció su mano para bajar
- Y yo siempre te lo he dicho, eres el mayor mentiroso del mundo-. Le sonreí-. – ¿Que tal si le preguntamos a tu futura esposa?
- No te preocupes Renee, ya tengo asumido que para él serás la persona más hermosa del planeta-. Su mujer se acercaba sonriendo a nosotros
- No creas nada de lo que te diga Mirta-. Le guiñe un ojo y le di un beso en modo de saludo
- ¿En serio?-. Lo miro fingiendo una mirada hacia él de desengaño
- Chicas no se metan conmigo, no vale dos contra uno
- Yo te apoyo papi, a que jugamos-. Nuestro hijo se acerco a los tres, me gusto que apoyara a su padre en el juego que él pensaba
- Ven, ahora seguro que no pueden contra nosotros-. Steve agarro en brazos a Miles
- Si, tienes razón, nos damos por vencidas ¿verdad Mirta?
- Si-. Ambas reímos
Miles junto a su padre salió al jardín, seguido de Mirta, yo me encamine al salón para ver como Adri seguía pendiente de Iris, que le hacía pedorretas y cosquillas que mi niña respondía con muecas de risas. El timbre sonó y como era la que estaba más cerca abrí la puerta, para encontrarme a Ted, detrás de él estaban mis vecinos de enfrente junto a varios amigos más que riendo y hablando me saludaron y pasaron a mi invitación. Me fije que todos iban vestidos mas informales, ellas en traje de chaqueta y ellos igual, incluso algunos habían venido con ropa vaquera, era lógico pensé, si había dicho que sería una barbacoa era ropa más informal pero yo por el hecho de querer estar lo más bonita para que Lucy me viera me había puesto traje largo, pero desentonaba. Cerré la puerta e iba subiendo rápido la escalera cuando Adri me pregunto dónde iba tan rápido y así fue mi respuesta rápida para decirle que iba a cambiarme de ropa. En ese minuto de pregunta llamaron a la puerta nuevamente que sin pensar fui rápido a recibir a unos nuevos invitados.
- Dame el teléfono del cielo amiga, se les ha caído un ángel-. Lucy me turbo mirándome de arriba abajo pero solté una gran risa con su comentario
- Gracias amiga, bienvenida-. Le di paso con mi mano
- Pensé que era más informal y…..-. Revisó su ropa, vaquero ajustado a su hermoso cuerpo, top color blanco y chaqueta fina negra y volvió a mirar la mía
- Si, y lo era, digo lo es…pero….da igual, escucha, pasa, debo ir a cambiarme, en un segundo vuelvo
Si esperar su respuesta me marche de su lado, subí corriendo las escaleras y me metí en mi dormitorio, abriendo nuevamente mi armario, mirando rápido algo que estuviera medio informal, ¿como había sido tan tonta?, había cometido un gran error al vestirme así, ni me había percatado de que era una barbacoa. Me quite el vestido, escogí los vaqueros que mejor me quedaban, mientras me los ponía que aun no había perdido un par de kilo cogidos del embarazo, sin querer tropecé por ir con rapidez y caí encima de mi cama, mientras seguía tratando de cerrar la cremallera y su botón, en ese momento la puerta se abrió, para ver boca abajo a Lucy según en la posición que me encontraba que sin pedir permiso entro. Me incorpore rápido que entre mi nerviosismo de que ella me viera así medio desnuda de cintura para arriba y que no conseguía abrocharme el pantalón a la hora de levantarme llegue a darme un coscorrón con una de las puertas del armario, acción que hizo nuevamente sentarme en la cama.
- ¿Está bien Ren?-. Ella se puso rápido a mi lado
- Si…-. Tome mi frente, si me sentía bien pero me dolía un poco
- Lo que te pase a ti no le pasa a nadie amiga, como has podido darte ese golpe?-. Ella aparto mi mano para ver la reacción
- Ya sabes lo patosa que soy….y como no podía….da igual…seguro no es nada
- Creo que si amiga, se te esta hinchando
- ¿En serio?-. Me levante entrando en mi baño para verlo y ella tenía razón, comenzaba a hincharse
- Nada que no se cure con alcohol, ¿tienes?-. Ella pregunto mientras ya miraba por los pequeños armarios de mi baño
- Si, están en el cajón inferior, al fondo-. Seguía mirándome en el espejo, era increíble pero a pesar de que no fue grande el golpe si se me había puesto algo rojo he hinchado
- A ver…..-. Hizo que me diera la vuelta para ya con algodón en mano ponerme alcohol-. – Es posible que te escueza un poco, veo que tienes una pequeña heridita pero más vale el remedio que la enfermedad ¿no crees?
- Si…- Le reí-. – ¿Y para que habías subido Luce?-. Quise distraerme mientras ella me ponía el alcohol, error…no debí haber hecho esa pregunta
- Porque deseo hablar contigo Renee, por que quisiera sincerarme bueno mejor dicho quisiera preguntarte a ti, porque yo ya sabes lo que siento, pero…quisiera saber de ti, de lo que tú sientes….
- Auch….-. Sentí dolor, pero se me pasó rápido al recibir su soplido tratando de apaciguarlo-. – Luce, hoy es un día que….porque no mejor mañana te invito a tomar café y lo hablamos
- Si, acepto encantada el café, pero solo necesito que me respondas unas cuantas preguntas rápido
- De acuerdo, a ver, dime….
- Bueno….¿me quieres?
- Si
- Me…me….-. A ella le costaba preguntar y yo me había decidido a decirle mi verdad también
- Te amo, si es eso lo que deseas saber-. Incorpore mi cara, para que ella ya dejara de frotar el algodón con alcohol, sostuve con mis manos su rostro y le di un leve beso en sus labios-. – Pero ya hablaremos mañana Luce, ahora debo atender a mis invitados-. La retire un poco para ir con paso decidido hacia mi dormitorio y acabar de vestirme pero no logre llegar por que ella me cogió la mano y tiro de mi pegándome a su cuerpo
- Y por qué no comienzas por atender a esta invitada que se morirá en estos momentos si no le das un poco de ti
Ahí en esos momentos todo desapareció para mi, el mundo entero me importaba poco, solo ella, esa mirada que me daba, ese palpitar de su corazón que sentía en mi pecho por tenerla tan cerca, le toque su cara, más que un roce fue una caricia que fue prologada a un beso que ella comenzó despacio, para transformarse en uno pasional.
Sentía sus brazos rodear mi cintura, acariciar mi espalda, llego hasta el broche de mi sujetador que en mi inconsciencia había olvidado que estaba aun semidesnuda, comenzó a desabrocharlo….
- No, Luce no-. Me separe de ella, solo un poco para verla
- Lo siento, lo siento, está bien, perdóname yo no quise….
- Tranquila, no es que no quiera cariño pero no es el momento
- Tienes razón, perdóname
- No pidas perdón-. Le bese, me encantaba ver la timidez en su cara, cada vez me volvía más loca-. – Ahora debes bajar y yo acabar de vestirme para ir también-. Ella hecho un suspiro de resignación eso me ocasiono reír, mientras iba saliendo de mi habitación-. – Luce….-. Ella se giro sonriendo-. – Tranquila, abra más momentos maravillosos como este y mejores-. Trato de quedarse en mi habitación pero entre risas la saque a empujones cerrando la puerta para escuchas su amenaza risueña
- Ya lo pagaras Ren, tarde que temprano vas a pagar estas provocaciones
Me sonreí aun apoyada en mi puerta, me tome mi cara resoplando mirando el techo de mi habitación, ¿que había hecho?, ser feliz, hacerla feliz, mi conciencia me respondía, ya no quería seguir ocultando dentro de mí este gran amor, ella lo aceptaba al igual que yo, si, podíamos ser felices si nos lo proponíamos, sabía que era difícil nuestra situación, sabía que todo iba a cambiar pero debíamos intentar ambas vivir este amor que tantos años lo habíamos ocultado. Pensaba por las dos, ¿por qué?, ella tenía razón, debíamos hablar bien, tranquila y a solas de todo esto nuevo que estaba pasando.

CAPITULO 17

Mientras bajaba por las escaleras divise que Adri tenía a Iris en brazos, aproveche la situación y tome mi cámara encendiéndola para comenzar a grabar los mensajes que quería para mi hija ya que cuando fuera un poco mas grandecita se los pondría y vería cuantos amigos habían estado en su primera fiesta. Ya grabadas las personas que estaban aun en el salón de mi casa, Salí en busca de la gente que estaba afuera, vi a Steve que comenzaba a asar la carne y a Miles a su lado le sonreía, le pedí que cenara pronto que debía irse a la cama, asintió a regañadientes pero me hizo caso y su padre igual cuando fue a él que le dio la primera carne que salió poniéndolo a cenar.
Continúe grabando a los demás invitados y aun sin acabar escuche que llamaban a la puerta y como nadie abría decidí parar la grabación eh ir yo misma, mi sorpresa fue mayúscula cuando vi ante mí a Alexandre, Bruce, seguidos de Ted, Fer y Aby. Amablemente los mande pasar mientras me alegre mucho de ver a Bruce que lo hacia fuera de la ciudad por cuestiones de trabajo. Él mientras me saludaba me informaba de que Ted le había contado y que había decidido venir solo por estar en la fiesta lo cual agradecí mucho.
Los acompañe hasta el jardín y les ofrecí asiento mientras le presentaba a mis amigos y vecinos ya cenando y dándome cuenta de que Miles trataba de esconderse de mí para no irse a dormir, pero besándolo en la frente le dije que se fuera y el obedeció, su padre lo llevo arriba mientras vi que Lucy se acercaba con Iris en brazos llorando.
- Creo que no le gusto, la tome en brazos y se puso a llorar
- No es eso amiga, es que ya es su hora de comer, dámela me la llevare a arriba
Ella me la ofreció tristemente y se alejo de mí a sentarse y saludar a los amigos recién llegados, yo con mi hija en brazos subí a mi habitación no sin antes ofrecerle la cámara a Adri para que me ayudara a grabar al resto de amigos que quedaban. Ya arriba le daba el pecho a mi hija que fui sorprendida cuando Steve entro en el dormitorio que al verme así trato de irse pero tapándome lo necesario el se quedo para vernos a ambas.
- Es Preciosa Ren, se parece mucho a ti, tienes una hija realmente hermosa-. Me gusto escuchar eso porque me di cuenta que acepto que Iris solo era mía
Ya descansando mi hija, volvimos las dos a bajar abajo y escuchando algunas voces más altas que otras vi que Lucy entraba adentro, le ofrecí a mí hija preguntándole que ocurría cosa que ella no me contesto bien. Salí afuera para escuchar como Alex mandaba a calla a Aby recriminándole que estaba muy mal su comportamiento. Quise intervenir pero me detuvo la voz de Luce a mis espaldas.
- Renee…tu madre al teléfono-. Me gire y llegue hasta el
- Madre?, todo está bien?
- Si hija todo bien, solo te llamaba para ver cómo va todo pero ya me ha dicho Lucy que estáis de fiesta-. Le sonreí a ella que estaba frente a mi sentada en el sillón con Iris en brazos
- Quedándole bien a la suegra eh?-. Solté en un susurro sonriéndole
- Que dices hija?
- Nada madre, nada, que si, que tiene razón Lucy que estamos celebrando una pequeña cena en honor a Iris
- Precisamente para eso te hablaba, ya que sabes que no tengo orden del médico para ir a la ciudad, pensé que ambas podríais venir y bautizarla aquí en…
- Madre, sabe que yo no quiero bauti…
- Lo sé, bueno pero por lo menos podríais venir y así conozco a mi nieta
- Eso si lo acepto, dentro de un mes más o menos me tomare unos días de descanso, entonces tendré la posibilidad de ir, te parece bien?
- Perfecto, además Phil y yo hemos decidido que…bueno ya lo veras cuando vengas
- Está bien…-. Vi fuera en el jardín como la cosa estaba comenzando a caldearse-. – Madre debo dejarla luego hablamos…
- Está bien dale un beso enorme a los niños y un abrazo para ti
- Gracias, igual adiós
Le pedí a Luce que siguiera manteniendo a Iris mientras yo salía a averiguar que pasaba y llegando a la altura de ellos escuche a Mirta decir..
- Eres un desgraciado…toma tu asqueroso anillo-. Se lo tiro a Steve en la mesa donde estaban-. – No quiero verte mas, olvídate de mi para siempre
- Pero….
- No te preocupes tanto-. Intervino Aby-. – Ya sabes cómo son los hombres
- Déjame en paz-. Le grito ella levantándose y pasando ante mi sin despedirse, vi que Steve fue tras ella, disculpándose rápidamente ante mi
- Pues no entiendo porque se comporta así…solo…
- Que no lo entiendes?, Aby tu eres tonta o te lo haces?, acabas de decir….-. Ted callo a Alex tocándole el brazo mientras los demás me miraban, mis vecinos se despidieron y se marcharon mientras yo me disculpaba con ellos por la situación que aun no acababa de comprender, luego me dirigí a ellos
- Que está pasando chicos?
- No es nada Ren-. Intervino Bruce
- Si, si que lo es-. Alexandre asintió-. – Renee debe saber la clase de tipeja que es esta y…
- Y ya está….-. Luce salió de mi casa-. – Dejaros de cosas, no estamos aquí para…
- Porque Lucy?, porque no quieres que ella se entere?-. Aby se levanto de su asiento acercándose a mi
- Porque es mi amiga y no quiero que la sigas lastimando mas, está claro?-. La miro desafiante
- De que demonios estáis hablando?-. Me estaba poniendo nerviosa, quería saber
- De que esta tipa…no es tu amiga y de que….Alex trato de hablar pero la misma Aby la corto
- De mi hijo con Steve Ren, de eso es….
- Tu hijo con Steve?-. Mi cara quedo perpleja
- Ya está bien, se acabo la fiesta….-. Lucy trato de apaciguar
- No…-. Quería escucharla-. – Sigue hablando Aby
- No hay nada más que hablar, tuve un hijo de Steve y no permitiré que él sea feliz junto a Mirta si con ello puedo evitarlo
- Y lo tiraste nada más nacer-. Intervino Alex-. – Y ahora lo único que quieres es….
- Cállate Alex….-. Me sentía mal, porque a la mente se me vino el chico que vi en Valley Point, el chico que era idéntico a Miles y si no me equivoco la misma edad, ósea que ambos me engañaron mientras él aun estaba conmigo y lo que era peor es que mis amigos lo sabían
- Creo que es mejor marcharnos-. Fer se levanto y aunque no quería se llevo a Aby de mi casa
- Desde cuando lo sabéis?-. Les pregunte a los presentes, a los que pensaba mis amigos
- Escucha Ren-. Ted se acerco a mí-. – No es lo que piensas
- Ah no?, y entonces? Que es Ted?, porque Alex hasta sabe que ella dejo tirado a su hijo
- No, eso no lo hemos sabido hasta esta noche que Aby lo ha dicho la muy….-. Intervino Alex
- Pero si sabíais que había un hijo y….marcharse, quiero que se vayan de mi casa
- Pero Renee…-. Bruce se acerco a nosotros-. – No, váyanse ahora mismo, no quiero ver a nadie por favor
- Ren, no es lo que parece-. Luce se acerco tomando mis hombros en modo de consuelo lo cual yo aparte no deseaba que me tocara, me gire y desafiante
- Luce y tú?, también lo sabías supongo, jamás pensé que mis amigos me hicieran esto, me ocultaran algo semejante, márchense de una buena vez-. Esta vez alce mi voz desesperada, me sentía traicionada, mal, no quería verlos en estos momentos
- Es mejor marcharse-. Ted se acerco a Luce
- Pero…-. Ella trataba de seguir hablando
- No Luce, vámonos….
Todo salieron de mi casa, yo me sentía desesperada y llore amargamente mientras tomaba en brazos a mi hija y subía a mi dormitorio, la deje en su cunita y rápidamente me acerque a ver a mi hijo que descansaba tranquilamente, lo bese en la frente y tapándolo con su sabana hice la promese de que jamás permitiría que nadie le dañara. Volví a mi dormitorio para ver a Iris y hacerle la misma promesa mientras besaba su pequeña cabecita.
Baje al salón y había muchas cosas desperdigadas por motivo de la fiesta, iba a comenzar a recogerlas cuando divise fuera que aun estaban las ascuas muy alumbradas, me acerque a apagarlas y no sabía si había sido el disgusto o que sencillamente no me había dado tiempo a cenar con todo lo ocurrido que mi estomago comenzó a gruñir así que dejando cerca de mí el aparato para bebes me puse en la lumbre un par de filetes de carne que comenzaron a asarse bien.
- ¿Ya te sientes mejor?-. La voz de Adrianne a mi espalda sonó como si en ese mismo instante yo hubiera visto un fantasma
- Pero que….-. Me gire asustada para verla sentada mirándome mientras daba un sorbo a un refresco que tenía en su mano
- Oh….cuanto siento haberte asustado amiga, no pretendía hacerlo
- Creí que todos se habían ido
- Bueno menos yo, es que cuando lo pediste estaba en el baño y al salir vi que subías a tu dormitorio y pensé en esperarte para ver como estabas
- Gracias amiga, pero la verdad ahora no deseo hablar con nadie
- No te preocupes, te entiendo-. Me decía levantándose y dando el último sorbo para acabar su bebida-. – Ya me voy a ir, mejor te veo otro día, te dejare descansar para…
- No-. No quería que se fuera, ella me había ayudado mucho con mis hijos, era mi amiga, no debía echarla eso no estaba bien-. – Perdóname Adri, no quería….no pretendía decirte que te marcharas, quédate, sinceramente si necesito una amiga en estos momentos y tu eres la mejor
- Gracias Ren, y si tú quieres compañía, yo gustosa me quedare
- ¿Ya cenaste?
- Si, pero te acompaño, hecha otro filete para mí-. Me sonrió, si, necesitaba a alguien y que mejor que ella en estos momentos tan amargos que estaba viviendo
Veinte minutos después ya estábamos cenando mientras conversábamos de su futuro proyecto y de cómo la volvían loca sus sobrinos pero que no podía dejar de estar sin ellos. Le comente lo que mi mami me había dicho sobre el bautismo pero yo no creía en esas cosas, solo deseaba que mis hijos decidieran a su mayoría de edad lo que ellos quisieran hacer y elegirían su camino y su fe. Adri me sonreía y me hablaba de que siguiera a mi corazón que no me guiara por terceras personas para la educación de mis hijos. Aunque ella prefería y creía en el bautismo al igual que mi madre. Riendo le comente que si bautizaba a mi hija ella seria la madrina, lo cual acepto encantada, entre risas mías ella se puso seria y me afirmo que si lo deseaba encantada seria la madrina de su hija, si algún día decidía bautizarla.
- Me voy a retirar ya Ren, es tarde y seguro quieres descansar-. Me decía mientras retiraba nuestros platos y cubiertos que siendo de plástico los tiro al bote de basura que tenía en el jardín
- ¿Podrías quedarte?-. Me sentía a gusto en ese momento y no quería quedarme sola después de lo ocurrido
- Bueno….yo….-. Mi teléfono no la dejo acabar sonó a lo lejos dentro de mi casa
- Discúlpame, vuelvo enseguida-. Me levante rápido, sin mirar quien llamaba, llegue hasta el y descolgué-. – ¿Dígame?
- ¿Renee?-. La voz de Lucy se escuchaba entrecortada
- Dime…-. Le conteste fríamente pero aun no me apetecía hablar con ella, no era el momento aun
- Amiga…
- No me llames amigas, no lo eres-. Estalle-. – Las amigas no se mienten, las amigas se respetan, las amigas se….Lucy, sinceramente no tengo ganas de hablar contigo en este momento
- Te entiendo Renee, y comprendo tu enfado, pero yo solo trataba de…
- Hablaremos otro día Lucy, ahora no estoy de humor-. Y no sé de donde me salió la fuerza pero colgué el teléfono, así la deje, sin más, jamás había hecho eso a nadie pero esta vez sí lo hice, me había puesto tan nerviosa que mi acción a cabo por este hecho
- No deberías tratarla así, ella solo…-. Me gire a ver una Adri que entraba en mi salón
- Ella me ha mentido, ella me ha…
- Protegido Ren, ella solo te estaba protegiendo para que no sufrieras precisamente esto que estas padeciendo amiga. Lucy lo único que quería era defenderte de todo sufrimiento, trataba de tapar algo que sabía perfectamente te iba a hacer sufrir, el engaño de Steve, el engaño de Aby, el….
- ¿Tu también lo sabes todo?
- Solo en parte amiga, pero esta noche acabe de confirmar las pocas dudas que ya tenía
- ¿Ósea que tu también sabias que Steve me engaño y que había tenido un hijo cuando estaba conmigo?
- No amiga, eso no lo he sabido hasta esta noche al igual que tu, pero si tenía dudas respecto a Aby y que tuvieran algo que ver ellos dos ahora en este tiempo, la verdad no imagine a Steve en el pasado engañándote, eso sí ha sido una sorpresa para mi
- Pues ya lo ves, lo hizo y no solo eso, si no que engendro un hijo y Lucy lo sabía y nunca me dijo nada, como quieres que no le…
- Renee, no seas cabezona, tu sabes perfectamente lo que Lucy te quiere, es lógico que callara algo semejante, de todas formas….¿la hubieras creído si ella te hubiera dicho algo?
- Pues…no…si…no lo sé, pero no debería haberme mentido…¿crees que lo hizo para protegerme?
- De eso no tengas duda amiga, Lucy siempre ha querido lo mejor para ti
- Tal vez tengas razón, además…eso ya es pasado, mi vida ahora es distinta, ella…y yo….-. ¿Como era posible que le hubiera gritado?, estábamos bien y de repente todo se había vuelto del revés otra vez. Adri tenía razón, ella me quería era lógico que no quisiera dañarme, pensándolo bien me había dejado llevar por mi enfado y no había pensado en ella, en su silencio que solo lo hizo para evitarme un dolor
- No pienses mas Ren, ve con ella
- ¿Que?, no, no puedo
- ¿Por qué no?
- Porque es tarde, porque ya debe estar durmiendo, porque…por que seguro ella no querrá verme ahora que le he dicho eso
- No digas tonterías Renee, Lucy seguro te abre las puertas de su casa de par en par, por no decirte otra cosa-. Me sonrió mirándome-. – Me refiero a sus brazos-. Asintió con la cabeza mientras no paraba de sonreír tal vez por la expresión de mi cara-. – Ve a su casa, aclara las cosas, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy amiga
- Pero ya es muy tarde, mejor lo dejo para mañana
- No, es mejor ahora, aun no es tan tarde, puedes ir y regresar en media hora, de todas formas tranquila yo me quedo aquí a cuidar a tus hijos si te retrasas un poquito más tarde, ¿de acuerdo?
- ¿En serio?
- Que si-. Se acerco a mí dándome leves empujones mientras me daba las llaves de mi coche que estaban en una pequeña mesita cerca de la puerta de salida de mi casa-. – Vete ya pesada, contra antes vayas mejor será para ambas y más pronto lo solucionareis
- Adri antes de irme me gustaría decirte que…que Luce y yo…
- No tienes nada que contarme, ya lo harás mañana mientras ambas me invitáis a un buen desayuno y no vuelvas aquí hasta que no te de un sí de parte de ella ¿vale?
- Gracias amiga, gracias por todo-. La abrace, no hacían falta más palabras, eso era amistad, nos entendíamos sin ni siquiera hablarnos, aunque tenía razón y yo deseaba decirle que entre Luce y yo había una relación, bueno eso creía yo hasta el momento.
Veinte minutos después estaba aparcada a la puerta de su casa, miraba mi reloj y esto era una locura, eran la una de la madrugada y yo estaba en ese lugar, no podía molestarla, debía regresarme a mi casa, no debí haberle hecho caso a Adrianne, aunque tenía razón y las cosas debía aclararlas, ¿pero a esa hora?, era ilógico, seguro Luce me daba con la puerta en la cara.
Salí del coche y camine hacia su puerta, a mitad de camino me volví hacia mi coche otro vez, no podía hacerlo, tenía miedo, me sentía avergonzada, estando de nuevo en la puerta del coche me dije a mi misma que no debía temer, que fuera fuerte y me atreviera a verla, de todas formas más tarde o más temprano lo tenía que hacer, volví a ir hacia su puerta, esta vez sí llegue hasta el timbre, mi mano estaba depositada en él pero no llegue a tocar, no, me iría a mi casa, mañana de día, con los ánimos más calmados seguro tendría más fuerza para enfrentarla. Volví a irme pero escuche la puerta abrirse….
- Ya que no te decides mejor salgo yo si así lo prefieres-. Me gire y allí la vi, ante mí, con su bata color blanca atada a su cintura, su cabello suelto y sus ojos azules algo rojizos
- Lucy….
- Renee…..-. Hubo silencio, tanto que me gustaba hablar y no sabía como empezar a pedirle perdón, a hablarle, a disculparme por mi enfado y por haberla echado de mi casa-. – Es tarde amiga…
- Si, lo sé, perdona, mejor hablamos mañana u otro día cuando…
- No, ven, entra me refería que es tarde para estar aquí afuera, mejor entremos y hablamos mas tranquilamente-. Me regalo una hermosa sonrisa y eso hizo que mis nervios se tranquilizaran un poco
- Bien, pero en serio, ¿no te molesto?
- No, no podía dormir, solo estaba caminando por el jardín-. Me invito a pasar con una indicación de su brazo, llegamos hasta su jardín ofreciéndome asiento en una de las sillas-. – ¿Quieres algo para beber?
- Tal vez un té, necesito algo para calmar un poco los nervios
- ¿Estas nerviosa?, ¿por qué?
- Bueno….yo…
- Espérame un segundo, voy a traértelo y ahora me lo cuentas-. Me guiño un ojo y se marcho, mientras yo no dejaba de observar su caminar
Mientras la esperaba miraba a mí alrededor observando su hermoso jardín que tanto me gustaba, sus flores, su pequeño caminito que había entre ellas para caminar, Lucy tenía buen gusto y Albert seguía manteniéndolo en excelentes condiciones. La silla donde estaba sentada era de madera pura, a juego con tres sillas más y una mesa redonda con un cristal. Recordé que ella había comprado este juego de mesas con sillas hacia tiempo en una tienda del centro exclusiva solo dedicada a la madera artesanal, ese día me invito a acompañarla. Mire la piscina que a pesar de que estaba haciendo algo de fresco estaba preciosa iluminada en esa noche, estaba muy apetecible, como su dueña que ya volvía y la miraba caminar hacia mí con ambas manos ocupadas con dos tazas. Se acerco a mí, me ofreció la taza la cual cogí y la sostuve entre mis manos, ella se sentó frente a mí y tomo un sorbo de su bebía, yo la imite.
- Está bien….-. Respiro hondo-. – Tengo que reconocerte Ren que yo también estoy como un flan, que me ha costado mucho abrir la puerta mientras te observaba desde la mirilla y que….bueno….-. Volvió a respirar hondo-. – Que estoy tratando de hacerme la fuerte pero no puedo, me siento nerviosa al igual que tu, pero ya que estas aquí pues….
- ¿Puedo hablar?-. El hecho de que ella reconociera que estaba nerviosa al igual que yo me dio un poquito de fuerzas para decidirme a hablar
- Claro…
- Perdóname, yo….no sé que me paso, me puse nerviosa, me sentía enfadada, traicionada, solo quería decirte que lo siento mucho, que no debí haberte tratado así, sabes como soy Luce, sabes que jamás echaría a nadie de mi casa, pero…pero me sentía…
- Te entiendo y…y te comprendo, sé que no hice bien en…en mentirte, en callar lo que sabía….pero…pero no quise herirte Ren
- Lo sé, lo sé, pero debiste decírmelo en cuanto te enteraste, por cierto…¿desde cuándo lo sabes?
- Lo sé desde el tiempo suficiente amiga, pero es mejor que eso quede en tu pasado, porque….porque él ya es tu pasado ¿verdad?
- Claro, la pregunta me ofende, Lucy ya sabes que entre Steve y yo acabo todo hace mucho que solo nos une mi hijo, pero no hay nada más, te lo preguntaba por simple curiosidad pero nada más, es más, no me respondas prefiero olvidar todo eso, como dices es pasado que se quede como tal. Lo que si se me hace extraño es como Steve siendo como es con sus hijos, como adora ser padre, haya dejado a ese hijo así solo, eso es algo que no me entra en la cabeza
- ¿”Sus hijos”?, querrás decir su hijo por que... que yo sepa hasta ahora solo tenía a Miles o…
- Si….bueno….a eso me refería-. Ella no sabía que Iris era también de él. Aunque conocía a Lucy y sabia que me lo iba a preguntar
- No me dirás que…¿que ella también es de él cierto?
- ¿Ella?-. Quería hacerme la tonta
- Renee, por favor….
- ¿Qué?
- ¿Iris es de él?
- No, Iris es mía-. Le dije evitando su mirada, ella sabia sacarme respuestas aunque yo no deseara decírselas
- No puedo creerlo Ren, es que…-. Ella se levanto de su asiento alejándose de mí, dándome la espalda, acercándose a un rosal
- Luce, déjame explicarte…
- ¿Que Ren?, ¿que me vas a explicar?, ¿que después de todo este tiempo para tener un hijo te revuelcas con él?-. Deje la taza encima de la mesa y me acerque a ella que aun seguía dándome la espalda
- No me revolqué con él, déjame que te cuente lo que…
- No, no me cuentes nada, no me expliques nada-. Ella se giro colocándose frente a mi tan cerca que podía oler su perfume
- Pero yo deseo hacerlo
- Y yo no deseo escucharte-. Se alejo pasando casi ante mí en dirección nuevamente a la mesa pero la detuve por su brazos
- Pero lo vas a hacer Lucy, porque ya no quiero callar mas, por que deseo explicártelo y ya no quiero que cada vez que a ti te dé la gana se acaben nuestras conversaciones
- Bien-. Aparto su brazo consiguiendo soltarse de mí, se cruzo de brazos ante mí-. – Dime Ren, si quieres hablar cuéntamelo-. Su mirada desafiante me acobardo-. – ¿Y bien?, ¿ya no vas a decir nada?
- Mami-. Ambas nos giramos al oír la voz de Julius que ataviado con su pijama de Spiderman estaba ante nosotras
- Cariño…-. Lucy se acerco a él-. – ¿Que haces aquí?, deberías estar durmiendo
- Es que he tenido una pesadilla y desperté y fui a tu cuarto y no estabas, escuche ruido, me asuste mami
- Todo está bien corazón-. Ella le paso la mano por su cabello-. – Vuelvo enseguida-. Me dijo mirándome lo que hizo que Julius se fijara en mi en ese instante
- Tita Reny
- Hola guapo-. Me acerque a ambos, mas a él y le di un beso en la frente poniéndome a su altura-. – ¿Cual fue la pesadilla que asusto a mi chico favorito?
- No lo recuerdo muy bien pero si me dio mucho miedo
- Vaya por Dios, pero tú no te preocupes que tu mami esta aquí y te defenderá de todo lo malo ¿vale?
- Si-. Sonrió-. – ¿Has venido para quedarte a dormir?, ¿trajiste a Miles para jugar mañana?-. Mire a Lucy tratando de que ella me respondiera algo con su mirada
- No cariño-. Respondí a sus preguntas ya que Luce solo se mantuvo en silencio-. – No me quedare a dormir hoy, pero mañana si quieres te traigo a Miles para jugar o mejor vamos al parque de atracciones, ¿te parece?
- Si, si
- Y ahora a dormir, que es tarde-. Intervino Lucy-. – Enseguida regreso
- Mami
- ¿Si?
- No puede llevarme tita Reny, me gustaría que me contara una historia
- No, es tarde y ya ella debe marcharse-. Afirmo rotundamente ella
- Pero a mí me gustaría que….
- Julius…-. Se puso autoritaria y a pesar de que no solía intervenir jamás entre ellos y sus hijos vi la carita de él y la verdad que decidí hablar
- Luce, déjame contarle una historia rápida, cortita, seguro así duerme antes ¿verdad?-. Él asintió sonriendo, ella no pudo negar esos ojitos que le hacia su hijo en ese momento
- Está bien, pero una rápida Ren
- Perfecto-. Dio un gritito y tomándome de la mano fui arrastrada hasta su dormitorio, mientras girando mi cara me despedí de ella con un luego vuelvo.
Lo miraba con sus ojos cerrados, mientras él escuchaba la historia que me inventaba en el momento sobre su personaje favorito Spiderman. Mientras la historia era narrada miraba a mi alrededor, a su dormitorio, las paredes llenas de postes sobre el hombre araña y su equipo de futbol, algunos trofeos estaban en una repisa, su escritorio lleno de papeles revueltos y lápices, al lado de la puerta de su armario había un bate de beisbol y un guante tirado al lado, volví a mirarlo y estaba lo suficientemente quieto como para creer que ya se había dormido, en levante prácticamente en silencio y cuando ya estaba en la puerta me pregunto que le pasaba al héroe de la historia al final, me gire y le sonreí contestándole que salvaba a la princesa de sus sueños, el rio y tirándome un beso con sus labios se giro acurrucándose para dormir.

CAPITULO 18

Salí de su dormitorio riéndome porque era más listo de los que todos pensábamos, cerré tras de mí su puerta y caminando por el pasillo dirigiéndome a la escalera logre ver hacia abajo mirando a Lucy sentada en el sofá de su casa, esperando por mí, estaba tan distraída viéndola que no me percate de que Daisy salió del cuarto de baño.
- Renee?, que haces…
- Hola....solo vine a….
- Pero bueno, hoy le ha dado a todo el mundo por levantarse?-. La voz de Luce provenía de abajo que nos había visto a ambas
- Eso parece jaja…., pero yo ya me marcho, que la pasen bien-. Daisy desapareció entrando en su dormitorio. Baje mientras seguía observada por ella que se levanto acercándose a mi
- Julius ya duerme Luce, y yo mejor me marcho ya, hablaremos mañana, es muy tarde y debemos dormir
- No, primero quiero acabar de hablar por que luego siempre por una cosa o otra no lo hacemos y las cosas las quiero dejar claras esta noche
- Pero Luce…
- Renee…?
- Está bien, está bien
- Vamos fuera-. Volvimos al lugar de origen y sentadas de nuevo-. – y ahora continua por donde ibas
- Ok y eso era?
- Estábamos hablando de nuestra niña
- ¿”Nuestra”?
- Quiero decir…-. Bajo su mirada-. – Ya sabes a que me refiero Ren
- No, no lo sé, a que te refieres?
- No me cambies de tema, cuéntame como engendraste a tu hija
- Porque te interesa saber eso Lucy?
- Como que por que?, creo que esa pregunta esta de mas aquí verdad?. Por el amor de Dios Ren, ya te he confesado mis sentimientos, es más que evidente que no me gusta que andes….que…vaya que estés con otras personas-. Sonreí al ver la timidez en sus ojos mientras me decía eso, me gustaba que ella me hablara así y por que negarlo me gustaba muchos sus celos
- Luce, no me acosté con Steve si es lo que más te importa. Iris la tuve por inseminación, pero si, el esperma es de Steve, el por que?, bueno…lo conozco, es una persona sin enfermedades y me sentí segura con él. Pero antes de realizar todo le deje claro que es solo mía, que él jamás tendrá nada que ver con ella y él acepto, solo me hizo un favor amiga, solo me ayudo a concebir pero no hubo nada mas, así que tranquila por ese lado
- Yo estoy tranquila-. Trataba de mostrar indiferencia
- Claro, claro…jajaja…-. Me reí
- No le veo la gracia-. Seguía seria y eso me causaba más gracia a mí, me levante acercándome a su lugar, poniendo mis manos apoyadas en la silla mientras le acercaba mi rostro al suyo
- Luce, desde que deje a Steve no he estado con nadie, solo deseo estar contigo, solo quiero tener tu hermoso cuerpo entre mis brazos-. Seguía hablando mientras se lo miraba, volviendo a mirarla a sus ojos que estaba quieta ante mí-. – Despertaste en mi cosas maravillosas hace mucho tiempo y eso es algo que tú ya sabes también-. Acerque mi cara un poco más para tenerla a centímetros de mí hasta llegar a sentir sus labios sin rozárselos, girando mi cara un poco para darle un beso en su mejilla-. – Pero ahora ya es tarde y seguiremos hablando en otra ocasión-. Me separe de ella y comencé a caminar con la intención de irme, aunque sabía que eso no sería lo que iba a pasar.
Sentí como ella por detrás se levantaba, cogiéndome la mano, haciendo que me diera la vuelta para tomarme de la cintura y acercarme a ella dándome un beso con toda su pasión, un beso que para que negarme sabia que llegaría si la provocaba de esa forma, la conocía lo suficiente para saber su reacción y eso era algo que de ella me volvía loca. Esa forma de agarrarme por sorpresa me encantaba más de lo que yo podía negar. Sentir su pasión, sentirla a ella, a sus labios, me volvía loca y deseaba ser suya, deseaba que me tomara, que me hiciera su mujer, que me siguiera acariciando como lo estaba comenzando a hacer. Escucharla entre besos decir que me amaba, que me deseaba me estaba comenzando a gustar demasiado y debíamos pensar con claridad y no era ese el momento.
- Lucy….-. Me interrumpía con un nuevo beso, mientras yo trataba de continuar hablando-. – Luce…debemos…espera…
- No, no quiero esperar más-. Seguía manteniendo sus brazos alrededor de mi cintura. Volvió a besarme que yo recibí con gusto correspondiéndole, porque la deseaba tanto como ella a mi pero sus hijos estaban en casa, era de madrugada y teníamos que serenar estos instintos que deseábamos realizar
- Escucha….tal vez….mañana….o….cuando….por favor…Luce…tu casa…. Los niños….es….
- Están dormidos….¡Dios Mío!....Ren, no ves que no puedo seguir así, no ves que te necesito, que deseo tenerte, eres mala, vienes a provocarme y luego….-. Quedo en silencio desviando su mirada-. - Ven….-. Tiro de mi llevándome a su estudio de música
Cerrando la puerta me cogió por la nuca acercándome a ella para continuar besándome, acariciando mi cuerpo que comenzaba a reaccionar ante sus caricias, sintiendo un calor infrahumano en todo mi ser, una pasión que estaba por desbordarse y yo la deseaba tanto que me dejaba hacer, mover a su antojo pero trataba de evitarla, debíamos respetar la situación pero cada vez se me estaba haciendo más difícil y si seguíamos iba a ceder a lo que ella quería. Su cuerpo empujo al mío hasta acorralarme con sus brazos en la pared mientras sus labios se depositaban en mi cuello dándome besos apasionados, mis manos se escaparon a su cuerpo, acariciando su espalda para ir a su cintura después y comenzar a deshacer el nudo de su bata y abrirla, sintiendo su camisón de raso al tacto de mis dedos. Se separo unos centímetro de mi para observarme mientras ella se dejaba quitar la bata que es algo que comencé a hacer, que cayendo al suelo acaricie sus hombros para pasar a su pecho.
- Eres increíblemente hermosa, Dios hizo un molde exclusivo para ti Luce
Mis manos bajaron rápido a sus piernas acariciándolas y subiendo ese camisón que estaba haciendo que más loca de pasión me volviera, una pasión que había tratado de controlar y que ya estaba suelta y no quería detenerla.
Nuestros cuerpos entrelazados vieron las luz del amanecer después de amarse un par de veces en esa noche de confesiones, de sinceridad la una con la otra, de inspeccionarnos ambas, de no importarnos nada solo este amor que ambas teníamos que sentíamos desde tiempo atrás.
- Es tarde Lucy, ahora si debo irme-. Le decía mientras trate de levantarme del suelo cosa que ella evito echándome hacia atrás para ponerse otra vez medio encima de mi
- Querrás decir que es temprano amor-. Miro por la ventana que la luz del amanecer comenzaba a entrar
- Déjame…debo irme-. Le sonreí mientras trate nuevamente de levantarme y ella lo evito para mantenerme prisionera con su cuerpo sobre el mío
- Lucy…
- Eres lo más bonito que he visto en mi primera mañana en toda mi vida cariño-. Su mano paso por mi cabello para seguir acariciando mi mejilla, mientras yo la recibía con gusto sin tratar de levantarme
- Debo irme-. Le sonreí pidiéndole resignada
- Quédate un poco más-. Suplico mientras me daba un beso suave en mis labios
- Tus hijos van a despertar pronto, no sería bueno que me encontraran aquí al despertar
- Porque no?, es mas acuérdate que Julius anoche te pidió que te quedaras a dormir
- No es correcto Luce, es mejor que….-. Trate de incorporarme y ella volvió a evitarlo cosa que me hizo reír ya que era la tercera vez que me lo hacia
- Vale, está bien, entonces nos quedamos aquí y dejamos que nos vean aquí desnudas a las dos, te parece eso mejor?
- Que mala eres Ren jaja…lo que me parecería mejor es ver tu cuerpo desnudo junto al mío todos mis mañana y el resto de toda mi vida
- Es lindo imaginar eso…-. La atraje hacia a mi besándola para seguir haciéndolo y darme la vuelta y ponerme encima de ella, que ya libre me incorpore-. – Luce, estás perdiendo facultades eh?…jaja…
- No es justo, me has engañado-. Decía ella aun sentada en el suelo mientras yo ya comenzaba a ponerme mi ropa, le cedí su camisón y su bata, ella acepto sus prendas
- Tú que eres facilona jaja…
- Es normal si la persona que me besa de esa forma es la mujer de mi vida, me ayudas?-. Me ofreció su mano para que yo la elevara del suelo, que gustosa lo hice pero me salió al revés ya que ella tiro de mi y de nuevo me puso bajo ella-. – Creo que ahora la que está perdiendo facultades eres tú-. Ambas reímos al unisonó y ella tenía razón me había engañado como yo a ella, dándole un beso….
- Está bien, tu ganas, he caído ante tus redes, pero ahora dejémonos de jugar y mejor me voy
- Bien-. Ambas nos levantamos y me acompaño hasta mi coche, eran las seis de la mañana cuando me senté ante el volante arrancando el motor y bajando mi ventanilla, ella a mi lado me sonreía con sus brazos entrelazados-. – Volverás?
- Por supuesto no te escaparas de mi tan fácilmente
- Quien te ha dicho que quisiera escaparme?-. Me levanto sus cejas
- Nadie, solo por si lo estabas pensado jaja….nos vemos
- Te quiero
- Y yo a ti te amo-. Arranque el coche y acelere lo permitido en la calle que Lucy vivía mientras observaba por el espejo retrovisor como ella mirando al suelo cambia hacia la puerta de su casa
Mire al frente, la carretera aun estaba semi desierta tal vez por la hora, apenas la gente comenzaba el sábado, aunque yo me sentía cansada por que no había dormido nada, pero sonreí al recordar el por que de mi insomnio. Como estábamos ahora?, si, habíamos hecho el amor, habíamos pasado una noche maravillosa, habíamos arreglado las cosas y nos habíamos perdonado alguna otra pero….pero en que situación estábamos?, éramos pareja?, amigas con derecho a…? o simplemente habíamos satisfecho una necesidad?. No habíamos hablado de nada, solo nos despedimos después de una noche de pasión, debíamos hablar tranquilamente, debía hablar con ella.
Pensado y dando vueltas a la cabeza llegue hasta mi hogar que entrando en el vi a Adri dormitando en el sofá del salón. Pobrecita, la deje esperando por mí y ni siquiera me digne a llamarle. Mientras me sentaba a su lado la desperté sin hacer mucho ruido, ella abrió sus ojos lentamente.
- Deberías haberte acostado en mi cama amiga, que haces aquí?
- Me quede durmiendo como ves-. Me sonrió solo un poco, yo me recosté hacia atrás bostezando a su lado-. – Pero por lo que veo tu tampoco has dormido, eso significa que habéis hecho las paces cierto?-. Me guiño un ojo mientras me daba un leve empujoncito
- Bueno…yo….-. No sabía si contarle ya que ni siquiera yo realmente sabía que era de Lucy, que éramos, ni como habíamos quedado-. – No sé muy bien Adri, si hablamos, y aclaramos muchas cosas, parece que todo está bien y que te traje el si, pero ya sabes que con Luce nunca se sabe
- Pero pasaste la noche con ella-. Asintió ella-. – O acaso la pasaste en otro lugar?
- No, si estuve con ella…
- Mmmmm…así que pasaste la noche con ella?-. Me paso el brazo por mis hombros mirándome pícaramente
- Quiero decir que….ella….
- Fue bueno eh?-. Me sonrió
- Adri por favor, por quien me tomas?
- Por una mujer enamorada que acaba de tener una noche realmente muy relajante jajaja….
- Tu sinceridad me mata amiga
- Vamos Ren, cuéntamelo
- Que no….-. Me levante del sofá dirigiéndome a la cocina a preparar café, ella me siguió
- Por favor-. Me hizo suplica con sus manos entrelazadas
- Ya Adri, está bien, si, estuve con ella, contenta?, pero…pero no se que somos realmente
- Oh…vale, pero cuando te despediste de ella…como fue?
- Me pregunto si volvería
- Bueno pues ahí ya tienes tu respuesta amiga, ella quiere estar contigo
- Quieres café?
- Si, pero no me cambies de tema amiga cuéntame todo con pelo y señales jajaja…
Y así lo hice mientras nos tomábamos el café,, evidentemente omitiendo los datos principales de mi encuentro con ella ya que no me gusta hablar sobre esas cosas, aunque Adri insistió no lo hice que riendo entre unas palabras y otras no consiguió sacarme gran cosa. Pero lo más necesario si lo conté y por que no hacerlo, ella era mi amiga y confidente, sabía que no me traicionaría nunca, confiaba mucho en ella.
Acabando el café escuche que mi hija despertaba subí a su encuentro que recién despertadita buscaba comida, se la di y media hora después volvía a descansar, Adri se despidió de mi a través de mi puerta diciéndome que luego me echaría una llamada y le agradecí todo lo que había hecho por mí y mis hijos, la escuche salir de mi casa, puse a mi hija en su cunita, sintiendo que Miles entraba en mi habitación. Lo abrace mientras los dos nos echábamos en mi cama, él me preguntaba por qué bostezaba mientras yo le contaba que no había dormido muy bien. Tuve que levantarme cuando él me pidió desayuno y agradecí mucho que mientras ya preparado el comía llegara su padre.
- Que tal estas?
- Bueno, no he dormido mucho, la noche fue difícil Renee ya te imaginaras
- No sabes cuánto lo siento Steve, siéntate hice café
- Si, gracias me hace falta-. Apoyo sus manos en su cabeza
- Papi, hoy es sábado, vamos a salir a algún lado?
- Cariño-. Lo vi mirar a mi hijo-. – Hoy me siento cansado….los mayores a veces….
- Miles, vete al salón a desayunar, debo hablar con papa
- Claro-. Él tomo su plato y encendió la tv y poniéndose frente a él, siguió desayunando
- Steve, como pudiste abandonar a un hijo?
- No lo hice, Renee sabes cómo soy, como crees que haría algo así?
- Y entonces?
- Pues no sé, Aby dijo eso anoche, que tuvo un hijo mío pero ni siquiera lo sabía, te juro que no lo sabia
- Pero estuviste con ella verdad?-. Steve bajo su mirada a la taza de café que tenia ante él, solo obtuve silencio-. – No te preocupes Steve, el pasado mes pasado, ya eso no me importa, solo te lo pregunto para saber si es posible que fuera tu hijo?
- Si Ren, si es posible que fuera mi hijo-. Contesto sin mirarme a la cara
- Y donde lo tiene? Que hizo con él?
- Anoche hable un poco con ella después de que Mirta me echara de la casa. Me dijo que lo dio en adopción nada más nacer, que está en….
- Valley Point
- Si, como lo sabes?
- Creo que coincidimos Luce y yo con él, cuando estuve allí por lo de mi madre
- En serio? Y…y…como es?
- Se parece mucho a Miles. Steve pienso que deberías conocerle, creo que…..
- Mirta no cree lo que le digo cuando le cuento que no lo sabía y me reprocha el hecho de haber dejado abandonado a un hijo que no quiere iniciar una vida con alguien que abandona a su propio hijo. Y Aby me conto que ella al darlo en adopción no tenemos ningún derecho, ni tan siquiera de verlo, así que dime Ren, ¿que podría hacer?
- No lo sé, la verdad no tengo idea
- Habla con ella Ren, dile que…
- ¿Estás loco? Jamás volveré a hablar con Aby, no quiero…
- Me refiero a Mirta, la amo Ren, no quiero perderla
- Está bien, hablare con ella, pero respecto al niño ¿que vas a hacer?
- Tal vez me dé una vuelta por allí, me gustaría verlo y saber si realmente es mi hijo, y si lo es….asumiré mis consecuencias
- Bien, me parece bien, es lo que deberías…
- ¿Y tú por qué no has dormido si se puede saber?
- No, por nada, solo una mala noche, puedo pedirte un favor?. Steve necesito descansar aunque sea unas horitas, llévate a Miles a…
- Si, tranquila, te lo traigo a la hora de comer, te parece bien
- Gracias, no sabes cómo te lo agradezco
- No hay de que
Mientras le prometía que hablaría más tarde con Mirta los vi alejarse en coche, me metí rápido en casa y aprovechando la soledad me subí a mi dormitorio rápido a descansar, debía aprovechar que aun le faltaba unas horas a Iris para comer y que descansaba tranquilamente.
Abrí mis ojos al sentir el timbre de la puerta de mi casa, me parecía que había dormido solo segundos, tal vez por el cansancio pero no había sido así, mirando mi reloj vi que llevaba unas tres horas dormida eran las 2 de la tarde, supuse que las personas que llamaban era Steve y Miles que ya habían vuelto levante mi cuerpo mirando a mi hija que aun dormía tranquilamente en su cunita, así que conecte el aparato de bebes y baje a abrirle, pero me lleve una gran sorpresa al abrir la puerta.

CAPITULO 19

- Tita Reny, ya estamos listos para jugar, ¿y Miles?-. Julius preguntaba abrazándome por la cintura
- Hola cariño-. Correspondí a su abrazo mientras miraba a Judah de la mano de su madre que me sonreía-. – Miles salió con su papa, enseguida regresa, pasad-. Lucy, Judah, Julius y Daisy pasaron hasta el salón después de darle un beso a cada uno. Los chicos se sentaron a mirar tv y Daisy los acompaño, Lucy me siguió hasta la cocina
- ¿Como estas?-. Me pregunto desde la puerta que fue ahí donde se detuvo
- Bien-. Me gire a mirarla, le sonreía tímidamente, me sentía como niña
- Me alegro, siento la invasión pero es que Julius se acordó de que anoche le dijiste lo del parque de atracciones y quiso venir. Claro, todo contando que te apetezca ir
- Sí, claro, lo prometido es deuda
- Y deseaba verte Ren, apenas he podido dormir pensando en ti
- Yo tampoco he podido dormir mucho-. Tímidamente mire al suelo, era raro pero tenía una sensación extraña y avergonzadita, estaba nerviosa
- Si quieres nos vamos y…no queremos molestarte amiga-. Ella se adelanto hasta mí para posar su mano sobre la mía que la tenia puesta en la encimera-. – Dime, ¿prefieres dejarlo para otro día?
- No, me gusta la idea de ir al parque de atracciones, será divertido ¿no crees?
- Si-. Me elevo mi rostro con su mano, provoco que la mirara de frente, que viera su hermosa mirada-. – ¿Estas segura que estas bien cariño?
- Si claro, lo único que pasa es que me siento diferente, me siento….
- Bien….espero jaja….-. El sonido de bebe me salvo en ese momento de timidez
- Disculpa, Iris se despertó
- Claro-. Y apartándose de mi dejo paso a mi caminar para subir a mi dormitorio, mi hija hacia ya leve sollozo supongo escucho mi voz hablándole y ese hecho la calmo un poco, la tome en brazos, me gire para ver a Daisy en mi puerta
- Daisy, que bueno que estas aquí, hazme un favor, llévate a Iris abajo mientras me visto para salir ¿te parece?
- Claro, dámela, si precisamente por eso subí porque quería verla y estar con ella un ratito-. Ambas se marcharon, poco tardo en regresar mientras yo aun no estaba vestida del todo me faltaba ponerme mis pantalones, escuche el toc toc en mi puerta
- Aun no he…-. Me detuve en seco al ver a Luce ante mi
- ¿Puedo pasar?
- Si-. Me tomo la cara acercándome a ella para besarme, mientras con su pie cerraba la puerta de mi dormitorio, llegamos hasta mi cama que me tumbo sin dejar de besarme-. – Luce….espera….estás loca…-. Trataba de decirle entre beso y beso
- Porque….¿por desearte?, ¿por querer hacerte mía otra vez?, pues si eso es estar loca sí, me considero una loca de remate…-. Dejo de hablar para seguir besando mi cuello
- Detente por favor….esto es una locura….-. La aparte de mí levantándome de la cama-. – No puedes venir aquí a casa y comenzar a besarme de esta forma-. Ella se levanto y se acerco a mi tomando mi cintura
- Lo siento Renee, perdóname pequeña, no quise…es que de veras deseaba besarte, abrazarte como esta noche atrás
- ¿Es eso lo único que te importa Luce?, ¿eso es lo único que quieres? ¿Mi cuerpo?
- No…pero que….¿qué demonios me estas preguntando Ren?
- Lo que has escuchado Lucy
- Ahora creo que la loquita eres tu ¿eh?, no entiendo cómo me preguntas eso
- Porque no sé qué es esto Lucy, estoy confundida, lo de anoche fue maravilloso, pero que es lo que somos amiga, que….
- Cariño-. Poso su mano en mi mejilla en una caricia-. – No sé qué es lo que tú quieras de mi, pero a mí me encantaría que tú fueras mi pareja, mi compañera, mi amiga, mi amante, vamos todo el paquete completo, tenía entendido que anoche quedo claro por lo menos por mi lado, ¿por el tuyo no?
- Si, por el mío también, quisiera una vida junto a ti
- Entonces….¿cuál es el problema?, ¿ya se te calmaron las dudas?
- No hay problema, solo es que no sabía qué era lo que tu esperabas de mi o querías de mi
- Bueno pues ya lo sabes, quiero el paquete completo, siendo discretas ¿verdad?, no es conveniente que la gente se entere de que somos algo más que amigas, ya sabes a lo que me refiero
- Claro, claro, no te preocupes, ya sabes que eso…ah…bueno…
- ¿Ren?, ¿no se lo abras dicho a alguien?
- Sí, pero es de confianza, es amiga. Adri lo sabe
- Hay me habías asustado jaja…si, a los amigos si deseas se lo podemos contar
- No me puedo creer que esté hablando esto contigo Luce, jamás pensé que mis sueños se hicieran realidad
- Pues ya ves…-. Ella me apretó más hacia ella, dándome un beso leve en los labios-. – Los sueños también se realizan si uno persiste en el intento
- Bueno y ahora sal de aquí que debo acabar de vestirme
- ¿Te ayudo?-. Me pregunto soltándome y acariciando mis piernas al descubierto
- No-. Aparte su mano-. – Vete ya…jaja…nos vemos abajo, te amo-. Le decía mientras salía de mi cuarto, aun sonreía apoyada en la puerta sin moverme de ella por vivir eso con Luce, pero me sentía muy feliz.
No tarde en bajar, después de media hora ya estábamos todos listos en mi coche que fue donde decidimos ir todos juntos, tenía más espacio que el de Lucy pero aun así mi coche estaba pequeño para toda la familia, familia?, me gustaba esa idea, me hizo sonreír mientras iba conduciendo mientras a mi lado iba Lucy y atrás los chicos, si definitivamente parecíamos la típica familia americana moderna del siglo veintiuno. La sonrisa que solté mientras miraba a la carretera de mis pensamientos me delato.
- ¿Puedo saber lo que te hace sonreír tan hermosamente?-. Ese apelativo cariñoso me cohibió y mire por el espejo retrovisor hacia atrás, pero vi que Daisy tenía a los chicos muy entretenidos, entre eso y la música que iba puesta no habían escuchado nada
- Luce, por favor, no me llames así delante de los….
- Cariño se cuando debo hablarte así y del modo para que nadie escuche, relájate y no te preocupes y ahora…..¿me dirás el motivo?
- ¿Que motivo?
- Por el cual antes sonreías tan hermosamente
- No era nada importante
- Me gustaría saberlo
- Solo es que….pensé en….es una tontería Luce no importa
- Pues cuéntamela me gustaría saber en las tonterías que piensa mi mujer
- ¿Tu mujer?-. La mire brevemente me gusta que me llamara así
- ¿Renee?
- Está bien, solo es que me hizo gracia vernos así a todos juntos, como una familia, como una….
- Cariño, somos una familia-. Esa confirmación me hizo otra vez mirarla, volví nuevamente a mirar la carretera fijándome, con un guiño de ojo de ella-. – ¿No es así?-. Pregunto ante mi silencio
- Sí, creo, si lo somos, perdóname pero es que se me hace raro aun estar hablando así contigo, jamás me lo imagine sinceramente, pero si esto continua yo…..
- ¿Si?
- Creo que debería comprarme un coche más grande jaja….
- ¿Así?
- Pues sí, tu coche la verdad es incluso más pequeño que este, y aquí si te fijas vamos algo apretados, ¿no crees?
- Si, tienes razón
Continuamos hablando de las cosas que queríamos hacer juntas, de las modificaciones que tendríamos que hacer tanto por mi lugar como por el de ella, ¿la convivencia?, aun no sabíamos que íbamos a hacer con ello. Por el momento seguiríamos viendo como hasta ahora y cada una viviría en su casa hasta ver como resultaba todo. Hablando de aquí y allá llegamos al Parque de atracciones que los chicos entraron súper nerviosos y disfrutaron muchísimo.
Tuve una gran suerte, mientras yo estaba sentada en un banco junto a Iris mientras el resto se divertían en una atracción pase frente a mi Mirta que iba de paseo con sus sobrinos, la salude y le pedí un tiempo que ella me cedió encantada y hablamos de lo ocurrido en mi casa y con lo de Steve. Mirta acepto lo que me pidió Steve que intercediera entre ellos dos y me dijo que en soledad había pensado mucho en todo lo ocurrido. Ya no le echaba la culpa a él, solo quería olvidarlo, le pedí que no desperdiciara un amor bueno por un error del pasado y de un pasado que ni él mismo conocía hasta que Aby lo dijo en mi casa, eso era algo que ella aun no quería creer pero acepto encontrarse con Steve como le pedí para tratar de arreglar las cosas. Ya iba de despedida cuando llegaron los chicos y Luce que saludándola brevemente se despidió de nosotros y se marcho con su familia.
Y como se me paso el tiempo, rapidísimo porque entre unas cosas y otras nos dio el atardecer y prácticamente la hora de cenar, mientras íbamos de vuelta a casa, esta vez conducía Luce me sentía bastante cansada y es algo que le agradecí, mientras llegábamos a casa le conté las cosillas que hable con Mirta y deseaba que se arreglaran porque a Steve se le veía muy centrado gracias a ella, ambos se merecían ese amor que se tenían y Aby no podía echarlo a perder. Mientras Luce aparcaba el coche nos dimos cuenta que los chicos dormitaban en el asiento de atrás, estaban agotados y no era para menos después de todo el ejercicio realizado.
- Luce, creo que es mejor que os quedéis en casa a pasar la noche, los chicos están bastantes cansados y tu también lo estas, no deberías conducir en ese estado-. Le pedía parándola del brazo ya que ella ya tenía la puerta abierta para salir
- Me parece perfecto amor, aunque no deseamos molestarte
- No me molestáis, no seas tonta, vamos, os pondré en….
- Yo me pido tu cuarto!....-. Alzo su dedo índice y brazo riéndose, le correspondí tan abiertamente que los chicos despertaron al escucharme
- ¿Ya llegamos?-. Daisy aun adormilada preguntaba incorporándose
- Si-. Rio su madre-. – Ayúdame Daisy, despierta a tus hermanos, nos vamos a quedar esta noche en casa de Ren, no deseo conducir hasta casa
- Perfecto, madre pero yo había quedado con unas compañeras de clase y….y me gustaría reunirme con ellos
- Dai, me gustaría que….
- Es sábado madre, quiero salir a…..
- Está bien, está bien, pero sin llegar muy tarde ¿vale?
- Ok-. Yo me mantenía en silencio era algo que debía arreglar Luce con su hija
- Bien, entremos….-. Les decía a ambas que fue cuando Daisy comenzó a despertar a los chicos
Después de una breve cena ya que los niños apenas quisieron comer los acomodamos a los tres en el cuarto de Miles quedándose dormidos pronto, antes de volver a bajar al salón le di de comer a Iris que ella si quería y no rechazo su leche materna, la acosté en su cunita y conectando el aparato de bebes baje al salón para encontrarme a Luce acabando de limpiar la cocina.
- No te hubieras molestado-. Me acerque a su lado para acabar de recoger las cosas mientras ella seguía fregando los últimos platos sucios
- No es molestia Ren, ¿los niños?
- Todo bien y en orden, dormidos, tranquilos
- Me alegro cariño-. Dejo el último plato ya limpio en su lugar-. – ¿Y ahora mi amor puedo darte un beso?-. Se acerco a mi tomándome la cintura
- Luce, por favor, Dai esta….
- Fuera amor-. Me atrajo hacia ella-. – Ya se fue, pero si no quieres yo lo entiendo.…-. Trato de alejarse de mi cosa que se lo impedí abrazándola
- Ven aquí….-. Ella se dejo arrastrar y besar por mí, volver a sentir sus labios encendieron mi cuerpo para ser interrumpidas por el llanto de Iris escuchado a través del interfono, eso hizo que ella sacara un gesto de resignación-. – Bueno Luce, tendrás que acostumbrarte a este tipo de cositas, es lo que tiene tener una hija pequeña en casa-. Le sonreí
- Y lo acepto con gusto
- ¿Seguro?
- Hmmmmm….bueno un gusto muy pequeño jaja…per…-. Iris insistió con un llanto más pronunciado
- Vuelvo en seguida
- Vale, aquí te espero….
Subí rápido y calme a mi hija para veinte minutos después bajar y encontrarla acostada en mi sofá, se había quedado dormida mientras la televisión se había quedado encendida, me senté a su lado mirándola dormir, admirando su belleza, lentamente me acerque a ella, quería darle un beso lleno de ternura, de cariño, pero estando a centímetros de ella abrió sus hermosos ojos azules.
No hacía falta palabras en ese momento, no las precisábamos, nuestras miradas lo estaban diciendo todo, ese cariño, ese amor, ese deseo que nos teníamos mutuamente y que estábamos viviendo intensamente, mi beso iba directa a su mejilla pero ella giro su cara para que mis labios se posaron en los de ella tiernamente, dulcemente sentí sus labios en los míos, el calor que expresaban me gustaba muchísimo y el beso fue prolongado a pasión, una pasión que salió de nuestros cuerpos amándose libremente en el salón de mi casa.
Acabamos extasiadas una en brazos de la otra, ella me sostenía encima de ella, abrazándome, sin querer soltarme y no sé si es que yo ya me estaba dormitando o como fue pero me sostuvo en dos pocos movimientos en brazos llevándome al dormitorio de invitados que eran donde supuestamente dormirían ella y Daisy, antes de entrar le pedí que fuera a mi dormitorio, quería estrenar mi cama con ella, quería hacerla participe de mi dormitorio, quería que fuera ella la que llevara el amor a mi habitación, un amor que jamás había reinado en el. Y lo hizo a la perfección tal cual me imaginaba, con cariño, ternura, pasión, desenfreno, y lo que más me satisfacía, con amor, mucho amor.
Mientras la veía dormitar un poco cogí la caja de los recuerdos, leyendo nuevos fragmentes que me hicieron recordar el pasado.
Querida Xena:
Siempre aparece cuando menos esperamos en nuestro camino, siempre esta él, siempre…no entiendo porque no nos deja en paz, porque le gusta martirizarnos así, yo solo deseo tener a mi lado siempre y él siempre trata de pasarte nuevamente al lado negativo de tu vida, no lo permitas amiga, vente, vente conmigo al camino del amor
Estimada Gabrielle:
Olvídate de él, para siempre, no importa lo que haga o diga o pretenda hacer, jamás olvidare el camino del amor, ni de tu amistad, ni de tu cariño que a veces por mi fuerte carácter te hace intimidarte aunque a veces te creces y eso me gusta y no sabes cuánto, ¿podrías volver a hacer lo que me hiciste ayer?, jamás olvidare esa mirada cuando….
La nota se acababa ahí y que bueno porque a lo lejos escuche que alguien derrapaba frente a mi puerta, Luce despertó sobresaltada preguntando qué pasaba, yo me encogí de hombros no sabía que decirle, ella se levanto de la cama y se acerco a la ventana.
- Es mi hija, vuelvo enseguida-. No quise esperarla la seguí, pensé en la juventud y por la cara de ella algo había pasado y que era lo más lógico? Que su hija llegara ebria a casa
- Luce, espera, yo….-. No obtuve respuesta mientras bajaba ella ya estaba en el salón prácticamente gritándole a su hija que apoyada en la pared trataba de disculparse
- No puedo creer que hayas llegado así Dai, ¿no te da vergüenza?
- Madre…yo…
- Luce-. Intervine veía que Daisy no estaba bien en esos momentos para aguantar gritos-. – Por favor, déjala, mañana…
- Pero acaso no la ves Renee, está completamente borracha
- Si, la miro, pero es mejor que descanse
- Si, es mejor así, vete a dormir, mañana hablaremos-. Le indicaba con su brazo
- Ven Dai-. La apoye en mi brazo y me lleve hasta el dormitorio la acosté en la cama y se quedo completamente dormida, cerré la puerta y regrese junto a Luce que estaba sentada en el jardín de mi casa
- ¿Lucy?
- Que Renee
- No te pongas así cariño, es solo una noche loca de juventud, nosotras algunas vez también lo hemos pasado
- Lo sé y por eso no quiero que mi hija…
~ 66 ~
- Pero es algo que no puedes evitar, debe vivir sus errores y sus logros ella misma. Déjame ayudarte Lucy, si quieres que comencemos una vida juntas debes dejarte ayudar con tus hijos
- Está bien como quieras, pero eres muy consentidora y luego no te quejes cuando te coman viva-. Me sonrió
- No soy consentidora y espero que los que me coman no sean ellos precisamente jaja…
- Si lo eres y es un punto que me fascina de ti-. Se levanto tomándome de la cintura acercándome a ella-. – Y respecto a comer pues….-. Acerco sus labios a los míos y mordió mi labio inferior.

CAPITULO 20

Una semana había pasado desde esa noche dándome las gracias al día siguiente Daisy por el apoyo y pidiendo perdón a su madre por el estado en el que llego cosa que prometió no volver a hacerlo, hasta ese momento había cumplido su promesa y deseábamos que así fuera, le aconsejamos que el alcohol no traía nada bueno y parecía que lo había comprendido.
Yo me había vuelto a incorporar al trabajo y en esa semana entrante conocería por fin a la persona que se había convertido en nuestro socio capitalista, Ted me había informado de que todo estaba de maravilla y que las cuentas iban adecuadamente, estaba en la busca de un nuevo guionista para una película que estaba por realizar y tenían entre manos los muchachos y él una adaptación de guion para un obra teatral para niños.
En casa las cosas estaban bien, había contratado una niñera para que me ayudara con los chicos porque mi vuelta al trabajo hizo que tuviera que dejar un poco a mis hijos, después de muchas entrevistas acabe por contratar a una mujer estupenda llamada Samantha, aunque finalmente se quedo con Sam pues a mi hijo nunca le salió su nombre completo. Había sido invitada en ese fin de semana a la fiesta que Steve y Mirta daban por su despedida de soltería junto a Lucy que también había sido requerida.
Nunca más supe de Aby ni de Fer que solo la veía de vez en cuando y en algunos días ocasionales. Bruce había comenzado a rodar una serie de televisión de un nuevo guionista recién llegado a la ciudad, muy bueno era el chico, joven pero con muchísimo talento, llegaría lejos. Adrianne consiguió un papel en dicha serie, se coloco a trabajar después de pasar algunos casting y le habían hecho contrato por un año algo que agradeció mucho para estar un poco estable y así no tener que salir de la ciudad.
Luce y yo habíamos decidido después de pasar tres meses de relación que sería bueno comenzar nuestra convivencia pero no queríamos decir nada aun así que inventamos la excusa de que mi casa estaría en obras y que luego sería fumigada, eso nos daría un tiempo para convivir y ver que tal nos iba. Los hijos de ella recibieron la noticia bien y sobre todo los chicos ya que eso significaba que estarían más tiempo juntos. Daisy no puso impedimento todo lo contrario se sentía contenta y mas por que como dijo ella el día que llegamos a su casa. “así ahora mi madre tendrá en quien ocuparse y me dejara en paz a mi algún tiempo y yo tendré una mama mas para que me cuide”.
- Déjate de tonterías y lleva ya esa maleta donde se quedara Renee con sus hijos-. Luce le decía seria a su hija
- Tranquila Madre solo bromeaba, aun te ha quedado el stress de la….
- Cállate, quiero que sea sorpresa-. Intervino
- ¿Sorpresa?-. La mire a ambas reír mientras las tres íbamos cargadas de maletas con varias pertenencias mías y de mis hijos, ellos ya estaban juntos e Iris estaba fuera junto a Sam
- Si, ya verás te va a encantar-. Yo las seguía a ambas, pasamos por el salón saliendo al jardín y entonces fue cuando vi algo diferente
- Pero….donde está el….
- ! !Tachan…. ¡-. Luce extendió sus brazos después de dejar las maletas en el suelo ante la puerta de lo que antes era su gimnasio-. – Es bonito verdad?, pues por dentro a quedado mucho mejor, ven….-. Me tomo de la mano cuando solté las cosas que llevaba encima
- Pero…Luce, donde está tu….
- No te preocupes lo he quitado, lo pasare al sótano, pero ahora eso no importa, lo que importa es….
- Claro que importa, era tu…tu espacio de deporte y lo haces diario, ¿porque lo has hecho?, no deberías….no….
- Renee por favor tú me importas más que un gimnasio-. Me guiño un ojo-. – Eres mi mejor amiga
- Sí, eso, eso, la mejor amiga-. Intervino Daisy sonriéndonos ambas nos miramos
- Hija, ¿porque no dejas eso que llevas en el suelo y vuelves al coche a por mas cosas?-. Le pregunto en modo sarcástico, Dai se marcho sin decir nada mas, conocía a la perfección las cosas de su madre y como las decía
- Vamos, ven….te va a encantar
Tiro de mi mano y abrió la puerta blanca que había ante nosotras, el espacio que yo conocía había cambiado, era increíble pero de ser una gran habitación adecuada para unos cuantos aparatos de gym se había convertido en una autentica casita de dos dormitorios, un cuarto de baño, una pequeña cocina y un pequeño salón. Me maravillaba verla mientras me contaba como lo había conseguido hacer en tan poco tiempo y que yo no me enterara para darme la sorpresa. Íbamos de un lugar a otro de la casita explicándome las cosas básicas que necesitaba saber.
- Y en fin esto es todo-. Se sentó en un sillón de dos plazas en el saloncito ante una televisión-. – ¿Que te parece?
- Una locura Luce, no deberías haberme hecho esto, nosotros nos hubiéramos conformado con una habitación
- Creo que la loca aquí ahora eres tú, ¿como crees que te voy a meter en una habitación con tus hijos?, además yo he querido hacerte esta casita para ti y tus hijos por favor acéptalo
- No puedo hacerlo, te pagare un alquiler, ¿que te parece?
- Perfecto pero yo diré el pago ¿vale?-. Tiro de mi cogiendo mi mano y me hizo sentarme encima de sus piernas-. – Quiero mucho amor, cada primero de mes me darás mucho….
- Lucy….
- ¿Qué?, te lo digo en serio jajá…-. Me dio un suave beso, no podía resistirme a esa mirada hermosa que me prodigaba, me hacia dichosa, feliz, su amor me hacía sentir cosas lindas
- Yo sí que te hablo en serio, o me cobras o….
- Pues ya te estoy cobrando cariño, amor, quiero amor-. Me abrazo la cintura apoyando su cabeza en mi cuerpo-. – Venga Renee, eres todo para mi, tú y tus hijos ahora son mi familia y quiero cuidaros y si tengo espacio en mi casa para hacerte esta pequeña casita y estar juntos pero no revueltos jajá….pues…¿está bien no crees?-. Su mirada tierna me hizo suspirar-. – Espero que sea por mí….
- Por ti y por todo lo cariñosa que eres conmigo-. Tome su cara dándole un beso en sus hermosos labios-. – Ojala hubiera sabido todo esto antes
- Lo importante es que aquí estamos y que vamos a vivir a partir de ahora, jamás permitiré que te alejes de mí, por cierto…me tome la libertad de hacerle una copia a la llave de la puerta para….
- Claro mi amor-. Asentí con una sonrisa mientras me daba mi llavero que me fije que iban dos llaves-. – ¿De qué es la otra llave?-. Quería saber por qué al entrar solo vi una cerradura y el resto de puertas no tenían seguro
- Es de mi otra sorpresa
- Otra…¿qué?-. Solo se rio, se levanto me puso en el suelo cogió mi mano de nuevo y tiro de mi saliendo fuera, pasando por el jardín sin tener que pasar esta vez por su casa, abrió la puerta trasera que estaba en su jardín para llegar hasta la calle, vimos a Daisy que descargaba una caja de mi coche antes de bajarla nos vio llegar
- Hola, madre ya lo he dejado en….
- Mira….-. Me señalo un coche familiar que estaba aparcado con un gran lazo rojo en el capo
- ¿Y esto es….?
- Mi regalo de….de bienvenida a esta mi casa-. La conocía bien, no sabía que decir y se lo había inventado en el momento
- Me estás diciendo que….
- Que es tuyo
- No, esta sí que no, Luce no voy a aceptar el coche-. Le solté la mano que aun me tenia cogida
- Pero Ren no puedo devolverlo, y yo quería que….bueno el otro día dijiste que te gustaría un coche familiar para….
- Sí, pero….no te lo decía para que me lo regalaras
- Vale, vale, no te enfades, mira haremos una cosa, lo pagamos a medias y en paz ¿que te parece?-. La verdad es que lo miraba y era precioso, de ocho plazas, con un gran maletero, ahí iríamos muy a gusto a cualquier lugar los niños, ella y yo
- Está bien, acepto tu propuesta-. Ella sonrió al ver que asentía
Después de mirarlo por dentro acabe de convencerme, ambas teníamos las llaves de el para cuando lo necesitáramos cogerlo sin problemas. Me sentía dichosa ya estaban todas mis cosas en la nueva casita, Iris ya dormía en su cunita en mi dormitorio y Miles en su cuarto ya había puesto parte de sus cosas antes de irse a dormir. Yo estaba por irme a dormir pero me entretuve mirando la cajita con las notas personales que nos escribimos en el pasado mientras estaba acurrucada en el sillón.
Querida Xena:
Hoy hemos estado con tu madre y ella me ha gustado, es una gran mujer, me ha hecho sentir querida, amada, como una hija y pensé en el encuentro que tuvimos con mi familia días atrás y no fue lo mismo, siento mucho que mis padres te trataran de esa forma no fue su intención o eso espero, porque no me importa y yo te seguiré siempre por los caminos de la vida, junto a ti todo es distinto, la vida me haces feliz, muy feliz, te quiero mucho mi princesa guerrera.
Estimada Gabrielle:
Gracias por las palabras hermosas que dices de mi madre, gracias a los Dioses ella es muy atosigadora pero es mi madre y nos quiere mucho. No te preocupes por lo de tu familia, tranquila, es normal que piensen así de mi, les he robado a su hija y eso es algo que no le gusta a muchos, pero no me importa mientras tu decidas estar conmigo el resto del mundo es secundario, dame tu vida, dame tus sentimientos y veras que serás completamente correspondida, te quiero mucho mi bardo.
Eran my lindos recuerdos que se entristeció mi sonrisa al ver la siguiente foto que me encontré, Robert la tenia abrazada por detrás y ambos reían, ese fue el día que Luce se quedo embarazada de su primer hijo con él. Pero debía dejar de pensar en ese pasado ahora ella era mía y yo estaba en esa casita que ella me había prestado, estábamos juntas y éramos una bonita familia. De esos pensamientos Salí cuando la puerta se abrió entrando ella con su pijama puesto.
- ¿Está todo bien?-. Cerró la puerta y se acerco a mí que seguía en el salón, cerré la caja la puse en el suelo y me levante a colocar unos cojines antes de irme ya a dormir.
- Sí, todo bien
- Me alegro, vengo a darte las buenas noche cariño
- Gracias por todo Luce, me haces la mujer más feliz con solo tu presencia
- Gracias a ti por regalarme tu amor, a veces aun me parece un sueño, todo está felicidad me es imposible-. Se acerco a mí abrazándome por la cintura atrayéndome hacia ella, besando mis labios-. – Y ahora si me disculpas debo irme a dormir, mañana debo levantarme muy temprano
- Sí, yo también jajá…
- Ren por favor, ¿podrías llevar a los niños al colegio mañana antes de irte al trabajo?
- Claro, ya sabes que me pilla de paso
- Gracias corazón-. Me dio un nuevo beso amoroso, se dio la vuelta para marcharse y antes de que saliera se lo pedí
- ¿Luce?
- Dime-. Se giro a verme sonriendo tranquilamente
- Pue….¿puedes quedarte un poco?
- ¿Quieres que me quede?-. Volvió a cerrar la puerta esta vez con llave y se acerco a mi tomando mi cintura otra vez
- Sí, me gustaría que te quedaras un ratito conmigo, no puedo dormir y….
- Ven…-. Me sonrió y me llevo hasta el dormitorio-. - Me quedare hasta que te duermas….-. Me dio paso para que me acostara y mientras se recostaba a mi lado miraba a Iris durmiendo-. – De verdad que no me canso de mirar a tu hija Ren, es tan….tan…bonita
Ambas acostadas, me abrazaba debajo de las sabanas, pero el cansancio la agoto a ella primero dejándola durmiendo antes que a mí, que aun abrazadas la miraba, la admiraba, su belleza era incontrolable, adoraba a esa mujer que entre movimientos se me acurruco entre mis brazos, le tocaba su rostro prácticamente en un roce para no despertarla, quería mantenerla así, conmigo, siempre a mi lado. Poco después antes de dormirme quise llamarla para que se marchara a su habitación, no quería que sus hijos se percataran de la ausencia de su madre en la casa principal, pero no logre hacerlo pues mis ojos se cerraron lentamente sin darme cuenta….

FIN DE LA SEGUNDA TEMPORADA Y COMO EL SONDEO DIO QUE SI, EN BREVE COMIENZA LA TERCERA PARTE DE ESTA SERIE QUE SIGUE Y SIGUEN LOS PERSONAJES HACIENDO DE LAS SUYAS, SIN CONTAR AUN DE LOS MUCHOS QUE PODRIAN ENTRAR NUEVOS O DE LOS QUE SE PUEDEN MARCHAR.
ESPERO QUE LA ESTEIS DISFRUTANDO AMAZONAS TANTO COMO YO HACIENDOLA…..NOS VEMOS EN EL 3 JAJAJA…BESOS….

Poster FanReals By LadyAxR

And of course this should not be less, our beloved LadyAxR not only writes FanReal .... if not more. Thanks for sending us the link. Clicking on the cover you can buy his novel.

Novela Corta: Vida Ajena

Novela Corta: Vida Ajena
Autora: LadyAxR

Poesia en Movimiento

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Muchas cosas salen de nuestros corazones, mas dejemos el odio fuera de el....