(Español) Diversión Amorosa

DIVERSION AMOROSA
(Por LadyAxR)

Aun mi corazón latía con rapidez, su bombeo iba en aumento por que aun no me creía lo ocurrido, la gente que ante mí se encontraban me preguntaban cosas y yo contestaba sin ni siquiera saber que respondía con exactitud, lo hacía por inercia, mi mente respondía por mi porque seguía pensando en ella, seguía sintiendo el abrazo que me había dado al subir al escenario y la broma que me había querido gastar a mí y a todos los presentes, nadie esperaba su visita, ni siquiera yo me lo había imaginado. Minutos antes de subir yo al escenario para mi presentación había hablado con ella y me había contado que estaba muy ocupada en su casa con sus niños, bien me había engañado, porque no era cierto, porque disfrazada de hombre me había querido engañar supongo compinchada con mi staff, pero eso ella aun no lo entendía, no podía engañarme, porque a ella la reconocería con los ojos cerrados y a miles de kilómetros de distancia ya que era mi corazón el que siempre se metía cuando estaba cerca de ella, y entonces la reconocía al instante, a mi amiga, a Luce. Solo estuvo poco tiempo en el escenario junto a mi pero eso basto para dejarme nerviosa y mas porque al bajarse nuevamente se metió directa a camerinos mientras me decía que me esperaría para despedirse de mí, eso fue lo que el publico pensó y vieron pero lo que no veían es que apareció nuevamente pero esta vez en silencio, al final de todas las personas que ahí estaban y yo la veía, la miraba mientras ella me sonreía, quieta, apoyada en la pared, a lo ultimo del salón, mientras yo acababa con mi presentación que con mi estado de nerviosismo me resultaba algo complicado. Mientras siguió la rueda de preguntas, las ultimas que me quedaban por hacer en mi presentación a veces la observaba de reojo pero sin dejar de prestar atención al público, ella seguía con su hermosa sonrisa y a veces me daba un guiño de ojo que me derretía y yo como tonta le correspondía con una risa más nerviosa que otra cosa. Estaba deseando que acabara todo para ir de nuevo a abrazarla, a sentirla de nuevo junto a mí. Y el destino estuvo de mi parte porque todo pasó rápido y vi como alguien me avisaba de que ya debía despedirme y salir de escena. La gente me pedían que estuviera más tiempo, pero aunque por una parte es lo que quería por otra prefería irme junto a ella que me esperaba ya supongo dentro de camerinos porque ya no podía verla apoyada en la pared. Mientras caminaba por el pasillo vuelta a mi camerino seguida de mi staff les preguntaba a ellos como lo habían hecho para que yo no me diera cuenta de nada y mi amiga me sorprendiera, mi asistente personal, mi mano derecha, David, me informaba de todo lo que habían hecho para esa gran sorpresa que me dieron mientras reía sin poder parar porque él conocía perfectamente mis sentimientos hacia Luce, él sabía que ella era muy importante para mí y que en estos momentos tan duros que estaba pasando ella me ayudaría como siempre lo había hecho. Deje de pensar en mi vida por ese momento, de pensar en los malos recuerdos y camine más rápido para llegar a mi camerino y verla, ver su mirada, su sonrisa, sus palabras. Escuchaba la voz de David detrás de mí y trataba de tranquilizarme para que no se me notara mucho ante Lucy, puse la mano en el pomo y respirando hondo lo gire abriendo la puerta tratando de tener un aspecto tranquilo e indiferente, pero lo que vi ante mi me entristeció en un segundo.
- ¿Qué demonios estás haciendo aquí Jeff?
- Quiero hablar contigo Renee, necesito explicarte
- No quiero ninguna explicación de ti, no mereces nada mas de mi, se acabo todo el sábado pasado, tu lo dejaste bastante claro, así que lárgate de aquí ahora mismo
- Pero Renee, tu siempre me has dicho que una persona necesita una segunda oportunidad
- Si, es probable pero a ti te he dado más de una y esta vez no me vas a convencer así que sal por dónde has entrado, que por cierto, ¿cómo lo has conseguido?-. Mire a David que se encogió de hombros y negó con la cabeza-. – Sácalo de aquí David
- Renee, espera, quiero decirte que….
- Vamos Jeff, ella no quiero verte-. Intervino David-. – Ven conmigo-. Le indico con el brazo para que saliera del camerino. Él negó y se acerco a mi tomándome de los brazos
- Renee, cariño, no puedes dejarme, no quiero, siento lo que te hice, no volverá a pasar, no….
- Exactamente, no volverá a pasar por qué no estarás jamás en mi vida ni junto a mí, márchate
- Jeff…-. David se acerco y le puso su mano en la muñeca-. – No querrás que llame a seguridad ¿verdad?
- No, ya me marcho, pero…..-. Jeff me apretó mas los hombros y comenzó a lastimarme
- Suéltame…-. Le grite y David reacciono apartándolo de un empujón alejándolo de mí, lo cogió del brazo y lo arrastro hacia la puerta que al girarnos los tres vimos a Lucy llegar con un par de refrescos en la mano
- Buenas noch….¿que ocurre?
- Nada, Jeff que ya se marcha, ¿nos disculpan?-. David amablemente y sin crear escándalos lo saco fuera de mi camerino, Lucy me miro mas asombrada que otra cosa y yo que estaba feliz de su encuentro de antes ahora me sentía fatal
- ¿Todo bien Ren?
- Si, lo que no entiendo es como la seguridad de aquí no sirve para nada, pedí que no dejaran entrar y….
- ¿Te refieres a Jeff?
- Si
- Lo siento amiga, cuando yo llegue lo vi afuera y me dijo que había quedado contigo y entro conmigo, creí que…
- No te preocupes amiga, pero….bueno ¿y tu como estas?-. Me acerque a ella, necesitaba sentir su abrazo que fue correspondido como siempre con ese cariño que tanto ella como yo sentíamos la una por la otra.
- Bien, contenta de estar aquí, David me llamo y me pidió esta bromita, espero no te haya molestado
- No, para nada, me ha hecho reír mucho, gracias amiga, realmente lo necesitaba, estoy pasando malos momentos
- Lo sé, es lo que me han contado por ahí y como tú no te has dignado a llamarme para contármelos, que por cierto siempre me tengo que enterar por terceras personas, que mala eres ¿eh?, ¿porque no me habías dicho Ren?
- No quería preocuparte, se que andas ocupada con tu trabajo
- Pues sí, pero para que estamos las amigas si no es para estar en los malos momentos y en los buenos también ¿eh?-. Me guiño un ojo, yo la miraba en silencio, la miraba sonreírme, quería desaparecer en esos momentos junto a ella, donde nadie nos encontrara y sin pensar más se lo dije
- Sácame de aquí amiga, llévame a algún lugar para divertirme, relajarme por esta noche, sin tener a nadie bajo mi cargo, sin….sin pensar en nadie más que en nosotras
- ¿Tenemos un nosotras?.....mmmmmm….eso suena divertido-. Arqueo su ceja-. – ¿Lo hago si me prometes una cosa?
- Lo que quieras Luce, pero solo si me llevas lejos de la ciudad, lejos de toda mi vida por unas horas
- ¿Y por una noche?
- ¿Cómo?
- Ren, quiero tenerte una noche para mi, te quiero llevar a un lugar estupendo, con mucha diversión, pero debemos pasar la noche fuera
- Está bien, te lo prometo, pasare la noche contigo
- Perfecto, vamos entonces
Cogí mi bolso sintiendo un gran escalofrío cuando una de sus manos se deposito en mi espalda para darme un poco de tranquilidad mientras me sonreía. ¿Porque no se daba cuenta?, me moría por ella desde hacía mucho tiempo y ella no lo veía, mi corazón palpitaba fuertemente cuando ella me tomaba una mano, o me abrazaba dándome cariño de amistad, pero yo moría en silencio, por amarla, por quererla abrazar de otra forma distinta, mis lagrimas caían durante mi noche sola, en mi casa, o en compañía de alguien que no deseaba a mi lado, porque yo solo la quería a ella, amaba toda su persona y ella solo era mi amiga. Mientras caminábamos por el pasillo de salida echándonos unas risas de la vestimenta de hombre que había llevado antes vimos llegar a David.
- Renee, su coche lo…
- No te preocupes por eso David-. Intervino Luce sonriendo-. – Ella se viene conmigo en el mío, la voy a secuestrar
- Jajá….hace muy bien Lucy, se lo merece
- ¿Disculpa?-. Lo mire seria
- No, digo….quiero decir que….
- ¿Que?-. Le insistí seguía seria, quería gastarle una broma, su rostro cambio
- Que…que está bien que…bueno que se….-. Mi risa no se hizo esperar y él respondió levemente no fiándose de si estaba en serio o en broma
- Tranquilo David, hazme un favor, llévate mi coche a casa, y le dices a mi madre que pasare la noche fuera, que todo está bien y que mañana sábado regreso a casa, mejor pensado ya la llamo yo y le digo, tu solo lleva mi coche a mi casa, el lunes nos vemos en la oficina
- Muy bien, que la pasen bien
- Oye…¿cómo esta todo fuera?-. Luce pregunto
- Bien, todo despejado
- Perfecto, ¿vamos?-. Me miro sonriendo
- Claro, adiós David
- Adiós
Ambas caminamos, íbamos sin hablar en silencio, Luce abrió la puerta y era cierto, la salida estaba desierta era lógico ya que sin darnos cuenta habían pasado un par de horas entre unas cosas y otras, pero no faltaba como siempre algún despistadillo que se quedaba hasta el último momento de vernos salir y era de agradecer que aguantaran fríos, lluvia y calor cuando lo requería la ocasión, en serio que ese tipo de personas eran las que más valían la pena, se acercaron un grupo reducido el cual atendimos con fotos, autógrafos y unas risas agradables, después se marcharon al igual que nosotras, subiendo al coche de Lucy le marque a mi madre por teléfono. Le conté que estaba con ella y que pasaría la noche fuera, le pedí que cuidara a mi hijo y ella asintió diciendo que se lo llevaría a su casa, que me divirtiera y que tuviera cuidado. Mi madre siempre me recomendaba salir que merecía más de la vida, no solo trabajar, la casa y el niño y según mi madre que mejor que con mi mejor amiga, sonreí al escuchar eso y asentí, era cierto, la mire Luce ya conducía, le sonreí. Después de unos cinco minutos de charla típica de una madre para que me cuidara y demás colgué. Le propuse a ella que hablara a su familia para avisar, pero me respondió que lo haría en la próxima gasolinera que parara para repostar gasolina.
- ¿Hasta dónde me piensas llevar amiga?
- Hasta el fin del mundo si con ello te saco una sonrisa de corazón
- ¿Estás loca Lucy?
- Solo un poquito-. Sonrió-. – Pero no se lo digas a nadie que sea un secreto entre tú y yo
- Jajaja…vale, y ahora en serio, ¿donde me llevas?
- Es una sorpresa pero lo que si te aseguro es que te vas a divertir, bueno…eso espero
Mientras ella seguía conduciendo tranquilamente yo le hablaba de mi futuro proyecto cinematográfico, ella atenta a la carretera escuchaba en silencio, de vez en cuando me daba algún consejo sobre algunas cuestiones de las que yo le hablaba al igual que yo hacía lo mismo cuando ella comenzó a decirme que tenía en mente realizar un disco solo con música rock a la antigua usanza como a ella le gustaba. Así llego el momento de parar en la gasolinera, mientras ella entraba a pagar la gasolina yo me dedicaba a ponerla en el surtidor numero 13. ¿13?, era curioso hoy era día 13, mi comienzo en el trabajo fue a las 13:00 horas, decían que era el numero de la mala suerte pero a mí siempre me había ido bien, ¿sería una señal de algo?, tal vez y mas porque ya me di cuenta de donde me llevaba, a la ciudad más lujuriosa y loca del planeta tierra “las vegas”. Juego, y pura diversión en todos los sentidos tanto de día como de noche. Ella apareció con ambas manos llevando un par de cafés ofreciéndome uno de nuevo nos montamos en el coche, mientras me contaba que ya había hablado a casa para informar que esa noche la pasaría fuera. Volvió a conducir y le comentaba que ya sabía dónde íbamos, ella sonreía contestándome que sabia la ciudad pero que nunca imaginaba donde la llevaría en dicha ciudad y en eso tenía razón, jamás me lo imagine hasta que llegue al lugar. Al bajarnos del coche me dijo elevando sus manos.
- Tachan…..espero lo disfrutes como una enana, oh..perdón por lo de…
- Jajaja…tranquila ya estoy acostumbrada que me llames pequeña no es la primera vez jajajaj….pero…-. Mire ante mí, era un parque grande de atracciones acuático-. – ¿Pero me has traído hasta aquí, conduciendo casi dos horas solo para venir a un parque de atracciones?
- No es solo un parque de atracciones amiga-. Se acerco a mí-. – Es el mayor parque de todo el mundo, lo inauguraron la semana pasada y me han dicho que está muy divertido y tu necesitabas eso amiga, diversión al máximo, y de todas formas no te me quejes ¿eh?, me has prometido que serás mía esta noche así que te aguantas
- Vale, vale, tienes razón, no me estoy quejando Lucy-. Di una palmada y me frote las manos-. – Comencemos la diversión, es cierto no pensare mas y nos divertiremos
- Así se habla-. Me paso un brazo por los hombros, la mire
- Pero tenemos un problema, no trajimos traje de….
- ¿Baño?, no te preocupes adentro ahí tienda, te regalo uno y si no…no utilices jajaj…
- Ya quisieras tu….jajaja
- Pues sí, pero eso ya será otro día, vamos-. Me dio un leve empujón y caminamos hacia la taquilla
Y tenía razón, era cierto, era enorme y tenia de todo, tiendas, lugares para comer, para descansar y un sinfín de atracciones acuáticas, comenzamos por las pistas rápidas, seguidas de toboganes que una tras de la otra nos tirábamos sonriendo sin parar, solo había pasado media hora cuando ya me sentía agotada de tanta agua y subir y bajar por las cuestas y escaleras, me detuve a sentarme en un banco bajo un árbol, ella me siguió diciendo que no aguantaba nada, cosa que hice que volviera a levantarme y continuar divirtiéndonos. Y ya no podía a la hora que caí en un trozo de césped cuando ella no se daba cuenta, aunque no tardo en dárselo y se acerco a mí echándose a mi lado.
- Deberías de hacer más ejercicio a menudo amiga porque solo ha pasado una hora y ya no tiras de tu cuerpo jajaj
- Si yo tuviera un gimnasio como tú en mi casa seguro lo haría pero como yo no soy rica como tu pues….
- No soy rica Ren jajaj…si lo fuera no estaría aquí en este momento
- Ah… ¿no?, vaya ¿y donde estarías?
- Junto a ti en una isla desierta que compraría para las dos
- Jajajaja….eres increíble
- Y tú maravillosa-. Se acerco un poco solo para retirar un mechón de mi cabello.
Ese contacto me puso nerviosa, ella lo hacía porque me consideraba como una hermana pero a mí me mataba esa cercanía, no la quería, me dañaba así que me levante y sonriendo tratando de olvidar esas palabras le cedí mi mano para seguir en los juegos acuáticos. Y otro par de horas habían pasado, entre juegos y cenando y tomando alguna copita que otra que nos ofrecieron en el bar cuando estuvimos y ya íbamos de salida. Saliendo del recinto cogimos el coche para irnos a una discoteca a bailar un poco como decidimos porque a pesar de ser de madrugada aun queríamos mas, no sin antes decirle que debíamos buscar un hotel para tener donde dormir luego ya que no podíamos conducir de vuelta en ese estado teniendo alcohol en nuestros cuerpos. Obtuvimos una habitación en el hotel Paris y para mi mala suerte tuve que compartir habitación con ella ya que había una convención de no sé que rollo y estaba todo lleno, bueno por lo menos pude conseguir que en la habitación fuera de dos camas por que pretendían darnos una de matrimonio y me di cuenta nuevamente que nos dieron la que llevaba el numero 13. Ahí fue cuando le comente a ella las casualidades del número y me dijo que era mi destino, tal vez debía apostar a ese número y dicho y hecho. Bajamos al casino del hotel y aposte y supongo era mi destino en ese día por que me toco 10.000 dólares de la ruleta. Tan contentas nos pusimos que nos fuimos rápido a una discoteca a celebrarlo, entre risas y copas el tiempo voló y se nos marcho sin darnos cuenta. Abrí mis ojos y mire alrededor, la cabeza me estallaba como nunca y me costaba recordar lo ocurrido, solo recordé el alcohol que mi cuerpo bebió y que jure no volver hacerlo nunca jamás. Entonces fue cuando la sentí, allí estaba, abrazándose más a mí, buscando acurrucarse, no podía creer lo que veía pero era Luce entre mis brazos y lo peor era que no recordaba nada de lo ocurrido, ni cuando, ni por que, ni que había pasado. Me levante tratando de no despertarla y al salir de entre las sabanas la vi desnuda y me vi de igual forma. Esto no podía estar pasando, no era cierto, no porque yo no lo deseara pero no así, ¿para que?, ni siquiera lo recordaba. La vi como aun dormida se abrazaba a la almohada al dejar yo la cama, me puse un albornoz que encontré en el baño, me mire al espejo y tenía la pintura toda corrida por mi cara, me lave la cara y frotando mis ojos intente recordar, pero no lograba hacerlo. Salí en silencio para no despertarla, aun no quería enfrentarla y llegue hasta el teléfono me senté en una silla que había al lado y pedí dos desayunos a recepción, seguro al igual que yo deseaba comer al despertar. Al colgar me di cuenta de que había un dvd funcionando pero al tener la televisión apagada no se veía la imagen. Lo encendí y puse el mute, la imagen que salió ante mi fue lo que jamás imagine ver en toda mi vida. Lucy a un lado, frente a mí, tomándome las manos, mirándome a los ojos y ante nosotros un señor alto, corpulento hablaba, subí un poco el volumen para después de cinco minutos de video ver nuestro casamiento. No podía creer lo que mis ojos veían, eso debía ser una broma de Luce que me estaba gastando, ¿pero como serlo?, yo estaba ahí dando un “si quiero”. Mire mi mano tal vez para confirmar cien por cien lo ocurrido y si ahí estaba, el anillo que en la imagen se veía que ella me lo ponía estaba en mi dedo. Me eche las manos a la cabeza, apoyándome casi en mis rodillas, quería recordar lo visto en el video pero no lograba hacerlo y eso me estaba poniendo nerviosa y me estaba causando más dolor de cabeza del que ya tenía.
- Pensé que te alegrarías al ver el video recordatorio-. Escuchar su voz hizo elevarme, ataviada en un albornoz blanco la mire a sus ojos azules, estalle en lágrimas sin darme cuenta-. – No llores amor-. Se arrodillo ante mí, tocando mi mejilla izquierda
- Tu….¿tu lo recuerdas Luce?-. Le pregunte entre lagrimas
- Si, ambas lo quisimos, ambas…Ren, las dos queríamos hacerlo, ¿te arrepientes?
- No, si, no sé, escucha Luce esto….yo no recuerdo nada, y ahora despierto y me veo ahí casándome contigo, yo….no recuerdo, ¿como paso?, ¿por que?, tu nunca…tu…
- Renee, tú me amas, me lo dijiste y me lo demostraste anoche yo también te quiero, por eso las dos consentimos al hacerlo
- Por el amor de Dios…-. Me levante alejándome de ella-. – Luce….esto no….-. Camine por la habitación pero ella me retuvo por la espalda, abrazándome de la cintura
- Mi amor anoche cuando estábamos en la cama no me decías eso, anoche….
- Anoche no se que paso….-. Le grite agarrando sus manos y soltándola de mí-. – ¿Pero no te das cuenta que esto es una locura Luce?, eso sin contar que te meterán presa porque has cometido bigamia. Lucy por el amor de Dios tu estas casada ya, no puedes casarte al mismo tiempo con otra persona
- Te rectifico, estaba casada, me separe hace meses y lo sabes
- Pero aun no tienes papeles y…
- Sí, me llegaron la semana pasada así que ya puedo casarme con quien quiera y cuando quiera y mi decisión fue hacerlo anoche contigo y eso es algo de lo cual no me arrepiento porque te quiero Ren, te amo y siempre lo he hecho
- Estás loca Lucy
- No te enfades Ren, es broma
- ¿Broma?-. Me gire a mirarla fijamente
- Jajaj…si, solo quería gastarte una broma, relájate jajaj….
- ¿Me estás diciendo que todo es una broma?, ¿el anillo?, ¿el dvd?, ¿el amor que me acabas de confesar?
- Si…jajaja….-. Se sentó en la silla que yo ocupaba antes mientras seguía riéndose
- ¿Crees que es gracioso?
- Si….jajaj deberías haber visto tu cara jajaja…
- Pues deberías aprender que con el amor no se juega amiga-. Le dije seria mientras avanzaba la puerta pues habían llamado. Después de que se fuera el camarero siguió ella hablando
- No he jugado con el amor Renee, porque…por que tu no me amas ¿cierto?-. Esa pregunta me hizo bajar la mirada
- No Lucy, no te amo-. Tenía que mentirle, al principio toda esta situación me daño pero no por el hecho de haberme casado con ella, si no por que no lo recordaba y me gustaría recordar ese maravilloso momento si llegara a pasar en mi vida
- Bien, pues entonces dejémonos de tonterías, solo fue una broma estúpida, lo siento si te hice daño, voy al baño, me duchare, desayunamos y nos volvemos a casa ¿de acuerdo?
- Vale
La vi entrar al baño y yo en silencio seguí sacando unas lagrimas que no podía parar, me maldecía a mi misma por todo lo que pasaba, por esa broma que me había gastado que si ella de verdad conociera mis sentimientos seguro no hubiera hecho. Pero eso nunca jamás cambiaria por que no iba a decirle ningún sentimiento que me vinculara a ella, pues si se había atrevido a reírse del amor así de esa forma, si ella supiera de mi amor en serio más daño me causaría tanto a mí como a ella, ya que no me amaba como yo a ella. Volví a mirar el video mientras desayunaba, ¿como era posible que ella me hubiera hecho hacer eso y yo no recordarlo?. Salió del baño y se sentó frente a mí a desayunar, en silencio, le saque conversación. Le preguntaba por como lo consiguió y me dijo que me pidió interpretar un papel, como si estuviéramos haciendo una futura película y que aunque le costó que aceptara, según ella me vendí por una rosa roja. No era de extrañar ya que me fascinaban, le sonreí ante ese hecho.
- Escucha no quise ponerme así antes Luce, perdóname
- No te preocupes amiga, si, fue fuerte la broma, perdóname tu a mi no volverá a ocurrir
- Ok
Y volvimos al silencio sepulcral, acabe antes que ella así que me fui a duchar, cuando Salí ella ya estaba lista para marcharnos, había recogido todo, pagamos lo que nos habíamos tomado en el bar del hotel y fuimos al parking a recoger su coche, ya montadas se acordó que se había olvidado de algo y me pidió que esperara que debía regresar, veinte minutos después regreso seria, tranquila, en silencio arranco el coche y marchamos a nuestra ciudad. Un par de horas después me dejaba en mi casa, despidiéndome con un beso y un saludo de manos arranco nuevamente y se alejo de mi, una vez mas se alejo de mí y yo no la retuve, una vez más le dije en unas palabras ahogadas mientras la saludaba con mi brazo en alto en la lejanía, “te quiero mucho amor nos vemos pronto”. Entre en casa, llame a mi madre y media hora después mi hijo ya estaba junto a mí. Paso un par de semanas en las cuales no logre verla por el trabajo de las dos que nos impedía juntarnos, pero si hablábamos por teléfono y todo nos iba bien a las dos. Un día sin previo aviso me fui a su casa, así no tendría más excusas para ponerme por que comenzaba a sospechar que no quería verme. Llegue y la puerta la abrió su hija.
- Hola Renee, cuánto tiempo….-. Me dio un abrazo-. – ¿Como va todo por el trabajo?
- Bien-. Entre a la invitación que me daba Daisy-. – Espero no molestar, pasaba por aquí y me dije un cafelito seguro me ofrecen
- Claro, pasa adentro, yo iba de salida pero mi madre está en el estudio, anda acabando unas canciones que se les están resistiendo
- Vale, oye a ver si nos vemos para comer o algo, que siempre que te veo Daisy es de prisas y corriendo
- Está bien…-. Me abrazo y salió de la casa, yo camine en busca de Luce, llegue hasta la puerta de su estudio que entreabierta estaba, iba a tocar cuando la escuche hablar en voz alta
- ¿Por que?, ¿por que me hiciste tanto daño?, no puedo creer lo que paso, me dañases el corazón y sé que jamás te voy a olvidar, ni olvidare esos momentos….-. Me acerque para ver
Y casi caigo al suelo de la impresión, Lucy miraba el dvd de nuestra supuesta boda. Sentada en el suelo le pedía una explicación a esa imagen que reflejaba el televisor mientras lloraba sin parar. Me asuste, mi corazón se asusto y Salí de ahí, no quería que ella supiera que estaba ahí escuchándola en esos momentos que yo no comprendía muy bien. Me di la vuelta quise Salí de su casa sin ser vista, casi al llegar a la puerta me retuvo un papel roto encima de una mesa, no debía mirar, pero mi curiosidad fue más fuerte al ver el sello de las vegas, a pesar de que la carta estaba rota en dos junte los dos trozos y leí lo más importante para mí.
“Por lo tanto ambas contrayentes deben venir para anular el matrimonio realizado…..”
Y leí rápido el día, la fecha, la hora, era cierto, en esa carta le informaban que tanto ella como yo debíamos anular el matrimonio, pero si ella me dijo que….que todo fue broma, ¿cómo era posible que ahora le llegara esa carta del juzgado?, entonces….¿no fue broma?. De mis pensamientos me saco Daisy que entro nuevamente en su casa y me pillo con la carta en mis dos manos.
- Lo siento me olvide…¿qué haces Ren?
- Nada…yo…solo….
- ¿Renee?-. Lucy apareció detrás de mí, me gire a verla
- Lo siento, yo…yo solo quería…-. Miro mis manos, luego fijo su vista en su hija
- ¿Creo que tú ibas a salir verdad Day?
- Si madre-. Ella entendió a su madre al igual que yo, salió de la casa
- Ven Renee, debemos hablar
- Si-. Llegamos al salón, nos sentamos y después de que me pusiera un café que me ofreció amablemente sentada frente a mí comenzó…
- Renee, no te preocupes por nada, yo trate de anularlo ese mismo día que nos vinimos pero nunca imagine que me pedirían tu firma también, lo siento, pero si vas al juzgado y firmas todo quedara en nada, así que no te preocupar por nada, es mas hasta lo puedes hacer si mandas un fax y solo con eso….
- Espera, espera Luce, por favor, ¿de qué me hablas?, me estás diciendo que…que todo fue…¿fue cierto?-. Aun preguntaba incrédula
- Sí, pero no te preocupes yo….
- Deja de decirme eso de no te preocupes, me estas poniendo nerviosa y no quiero estarlo-. Casi le solté un leve grito-. – Y contéstame bien
- Bueno pues si Ren, te lo estoy diciendo que si, que estamos casadas actualmente, que no fue broma que solo te dije eso por que tuviste esa reacción y no quiero causarte dolor ni daño alguno
- ¿Entonces lo que me dijiste en esa habitación al día siguiente era mentira?
- Si
- ¿Todo fue mentira?
- ¿A que te refieres?
- A todo Luce, a todo lo que me dijiste
- Si me estas preguntando si te mentí a la hora de mis sentimientos, no, no eran mentira, te amo Renee, y eso es algo que no puedo ni quiero cambiar-. Quede en silencio, no esperaba esa confesión, pero tampoco me disgustaba al contrario siempre desee escucharla de sus labios
- Entonces déjame que me situé amiga, estamos casadas, pasamos la noche juntas y me amas
- Pero sé que por tu parte no es así, lo vi en tus ojos esa mañana, pero tranquila, todo se solucionara y espero que no me tengas ningún rencor y podamos seguir siendo amigas-. Me levante del sillón, necesitaba caminar, estar quieta no podía en estos momentos, me gire a mirarla que me seguía con su mirar sentada aun en su lugar-. – Renee, de esto no tiene nadie por que enterarse fue una cosa que…que fue una locura, solo debes firmas y todo se acabara, por favor, haremos como que no ha pasado nada, ¿quieres?
- No, no quiero
- Entenderé que no quieras volver a verme y respetare la decisión que…
- Que que Lucy, ¿que yo tome?-. ¿Que demonios me pasaba?, era tonta, la mujer que amaba me decía que me quería, estábamos casadas, habíamos pasado una noche maravillosa, aunque yo no la recordara pero abría mas como esas, estaba decidida a contarle mis sentimientos, a confesarle lo que la amaba-. – Mi decisión es que deseo estar a tu lado
- ¿Cómo?
- Lo que oyes amiga
- Me estas tratando de decir que…-. Se levanto de su asiento y se acerco a mí-. – ¿Qué me quieres en tu vida?
- Por siempre, sí, eso es lo que quiero, quiero estar contigo, quiero amarte, quiero tenerte y quiero decirte que gracias por romper el papel por que no iré a firmar nunca-. Llego hasta mi altura para tomarme de la cintura y atraerme hasta ella
- ¿Puedo besar a la novia?-. Me decía guiñando un ojo picarona
- ¿Déjame pensar?...si
Y ella deposito en mi sus dulces labios, su sabor me cautivo, me hizo temblar mis rodillas, que me sentí sujetada por ella ya que me abrazo mas, su boca enredada con la mía me hacía sentir cosas maravillosas en mi corazón, dentro de mí, en todo mi ser y me gustaba y quería mas, sabía que ese beso lo recordaría por siempre. Se alejo de mi solo unos centímetros para decirme.
- Creo que ya es hora de que comencemos como Dios manda nuestra luna de miel
- Creo recordar que me dijiste esa mañana que la noche anterior ya….bueno que tu si te acuerdas de que ya…pasamos…vaya la noche juntas ¿no?
- Fue solo una mentirijilla piadosa cariño, no la pasamos, te me dormiste antes de tiempo-. Le di un leve golpe en su hombro
- Que mala eres Luce, espero que a partir de ahora no…-. Me cerro la boca con un beso mientras me tomaba entre sus brazos
- Renee…no es momento ahora de discutir, ya hablaremos más adelante, tenemos toda nuestra vida para hablar.

FIN