INTRODUCCIÓN

Mi nombre es Angela y conoci a LadyAxR hace un tiempo a traves de algo que tenemos en comun, nos encanta la serie Xena Warrior Princess. Sus relatos me hicieron sentir y eso me hizo que les comentara a mis amigos, ellos me pidieron sus relatos para leerlos y coincidieron conmigo. Asi que decidimos crear este club sobre ella, sere la encargada de llevarlo aunque mis amigos me ayudaran de vez en cuando. Te damos la bienvenida y esperamos que tu tambien leas sus relatos.

Angela.

Tanks You.....

Thanks primarily to LadyAxR for having replied to the e-mail, the truth is that you never imagined you would....

" I do not like these deserve as much as you are working for me but I feel blessed for having made feel with my stories, I think they have very sweet fan of Lucy and Renee, with great respect that I do ..... "

These stories are good and a good writer who sent us but we will not publish respect for her. On behalf of all want to thank us Misslane who kindly responded to our request soon banner, thanks and hope to keep contact with you, does a great job, is an artist. Thanks to all those we have asked translations in Greek and some other languages .... time, little by little they will soon published many more .....

Heather.

domingo, 26 de abril de 2009

Especial LadyAxR

ESPECIAL LADYAXR (VIDEO Y FANREAL)

POR QUE ES UN GRAN DIA PARA ELLA HOY 26 - ABRIL - 2009, DOMINGO

Bahía Azul (El Encuentro)
By LadyAxR



- Escuche señora, ya todo está listo, solo tiene que recoger las llaves en mi casa que se las dará mi mujer y el trato estará completamente cerrado
- Perfecto Carlos, gracias por haberme realizado el negocio con rapidez y eficazmente
- Por nada Lucy, gracias a usted por confiar en mí y ofrecerme el trabajo
A Carlos lo conocí un día en casa de mi ex-marido cuando fui una tarde a recoger a mis hijos. Rob me lo presento como su abogado oficial. Era un hombre recién llegado de su México natal y para él era muy difícil encontrar trabajo de su profesión derecho, pero era bueno, muy buen abogado y mi ex para eso tiene una buena vista, así que yo confié en él y la verdad no me defraudo en absoluto y mas con la ultima compra que realice que lo hizo muy bien y rápido, había decidido que yo también lo haría mi abogado personal.
La transición se llevo a cabo en un par de semanas quedando ya todo listo, me había comprado una casa en la maravillosa “Bahía Azul”, un pequeño pueblo de pescadores, tranquilo, necesitaba un lugar así para alejarme del bullicio de la gran ciudad que tanto stress me estaba causando. Deje de pensar en eso cuando colgué el teléfono y me senté en el sillón de mi casa para observar el folleto donde estaba mi recién adquirida propiedad.
- ¿Todo listo madre?-. Daisy apareció por detrás echándome sus brazos a mi cuello
- Si hija, todo bien, la casa ya es nuestra
- Cuanto me alegro por que es realmente hermosa-. Me quito el folleto de mis manos para verla otra vez
- Si, tienes razón
- ¿Y para cuando el estreno?
- Déjate de estrenos hija, no quiero que allí hagas fiestas de ningún tipo ¿de acuerdo?, ¿me lo prometes?
- Solo un par al año por fis por fis-. Me hacia pucheros con su boca poniéndome ojitos, ella sabía que al hacer eso no podía negarle nada
- Ya me lo pensare-. Conteste resignada aunque sabía de antemano que ella quería estrenarla con una fiesta con sus amigos-. – Y ahora te dejo debo continuar con la grabación
- Vale, ¿y mis hermanos?
- Ya se marcharon con Rob, vuelven el domingo en la noche
- Vaya quería decirles adiós, bueno….-. Me levante para dirigirme al estudio, ella me siguió mientras caminábamos por el jardín-. – Madre, que tal si…estaba pesando en algo, es viernes, los niños no están, ¿que tal si damos nuestra primera fiesta?
- ¿Tú te has vuelto loca?-. Me detuve para mirarla seriamente. Sabía que era joven, yo también lo había sido pero de ahí a querer fiesta constante eso no estaba bien
- ¿Por qué?, madre, estamos a dos horas, podemos irnos y llegaríamos en la tarde, podemos estrenarla nosotras y estar todo el fin de semana, será fantástico, ¿que me dices?, un fin de semana solitas madre e hija
- Pero….-. Tenía razón, el trabajo últimamente me estaba agobiando por eso precisamente compre la propiedad, podíamos aprovechar he irnos las dos en ese mismo instante-. – Yo quería estrenarla junto a tus hermanos, ustedes y yo
- Pero podemos ir el próximo fin de semana, vamos madre, será divertido
- Está bien….
- Si…-. Se hecho a mi cuello abrazándome-. – Veras como nos vamos a divertir, vámonos de compras y que te parece si…
- Nada de alcohol Dai, ni se te ocurra pensarlo-. La mire desafiante, acepte el ir allí pero no con intención de estrenarla por una fiesta por todo lo alto
- Vale, vale lo entendí, y que tal si hacemos fiesta de cine, alquilamos películas, y nos llevamos comida, palomitas y bebidas, y por cierto ya que vamos podríamos ir llevando enceres de la cocina y demás, estaría bien así aprovechamos el viaje también, ¿no crees?
- Tienes razón, pues entonces pongamos manos a la obra, por que mientras compramos todo nos puede llevar más de una hora y ya son las cuatro de la tarde, no querría llegar muy de noche allí
- Perfecto, me visto rápido y enseguida estoy….
La vi subir las escaleras con rapidez y yo que ya estaba vestida fui a mi estudio a apagar y cerrar todo para salir hacia Bahía Azul. Mientras apagaba los aparatos musicales, recogía mis papeles revueltos en el suelo y los ordenaba un poco, me senté frente a mi ordenador a cerrarlo pero en mi pantalla logre ver que Renee me había dejado un mensaje instantáneo en el mesenger.
“Hola se que andas muy liada con tu trabajo pero no tendrás un tiempo para un café necesito comentarte algo sobre mi trabajo?. Espero verte pronto y que todo esté bien con los chicos. Un beso.”
Comencé a contestarle pero me percate que no estaba conectada así que mejor lo borre y no se lo envié, pensé en llamarla así era más fácil, aunque me costara mucho escuchar su voz, me dolía verla por eso la esquivaba cada vez que podía, ella era feliz con su pareja y sus hijos y yo no podía meterme en eso por más que quisiera, por más que deseara que ella en mi vida fuera algo más que mi amiga, que su hermana, como ella a veces me llamaba riéndonos.
Mientras apretaba el botón de apagado de la pantalla de mi ordenador me saque el teléfono que casualmente lo llevaba en el bolsillo del pantalón y marque su número. Su hermosa voz sonó para mí como cuatro ángeles cantando mientras pronunciaba mi nombre.
- Luce, que bueno que me hablas, quería….
- Ren, oye…no puedo quedar me temo que será para la semana entrante porque…
- Hey...hace mucho que no sé nada de ti, no se te ve el pelo por ningún lado, ¿estas enfadada conmigo?
- No, para nada, escucha…recuerdas que te conté de la casa….?
- Si
- Pues bien ya es mía
- Enhorabuena Luce, me alegro mucho por ti, a ver si yo algún día consigo una casa como esa jaja…
- Sabes que mi casa siempre será la tuya Ren
- Gracias jaja… ¿bueno y que me decías?
- Pues bien amiga que como ya es mía pues Daisy me dio la idea de ir a ella y…
- Y hacer una fiesta y estrenarla como si lo viera jaja
- Si, algo…pero nada de fiestas o mejor dicho sí, será una fiesta pero de películas y palomitas jaja…así que estaremos todo el fin de semana allí…
- Oh…
- Pero el lunes sin falta estaré aquí, así que si quieres quedamos para café o lo que quieras tú ¿de acuerdo?
- Bueno lo que quiero yo no me lo puedes dar amiga jaja…pero vale, te acepto el café, que se lo pasen bien, espero que….
- Vente rubia….-. Daisy entro por la puerta de mi estudio gritando con una maleta en sus manos
- Cállate…-. Le dije para continuar con ella
- ¿Que ha dicho?-. Ren comenzó a preguntar riendo
- Nada, ya sabes cómo es
- Que te vengas….-. Volvió a gritar cerca de mí y me quito el teléfono en un descuido-. – Rubia, vente y así animas a mi madre que anda así medio de bajón
- ¿En serio?, ¿por que?
- Ya sabes, la edad jajaj…
- Dame el teléfono hija
- Anda, vente, seguro lo pasamos genial deja a ese novio tuyo que no sirve para nada y así mi madre te…-. Le quite el teléfono en ese momento
- Ren no le hagas caso, espera un segundo-. Me aparte el teléfono y le di la orden a mi hija de que se fuera ya al coche a esperarme, ella asintió sonriendo-. – Ya salió Ren, oye discúlpala ya sabes cómo es Dai pero seguro no quería decir eso
- ¿El que Lucy?, ¿que ella quería invitarme y tu no?
- Si, digo no, quiero decir que…me refería a como ella se expreso de Jed. Y tú sabes que no te hace falta invitación amiga tu vienes cuando quieras, ¿quieres venirte con nosotras?
- No, gracias tengo bastante trabajo-. Era un típica frase que me decía mucho cuando a veces yo trataba de invitarla a algún lugar
- Lo ves por eso he dejado de invitarte jaja...porque al final siempre me sales con lo mismo, pero en fin, oye por cierto ¿como va todo con Jed y los niños?
- Todo bien Luce, él la verdad hace dos días que no le veo y los niños están estupendos cada vez mas grandes…
- Y eso? ¿Como que no lo ves?-. La verdad me alegre por mi pero no por ella que su voz cambio a tristeza
- Ya lo conoces amiga, tuvimos una pequeña discusión y él no aguanto y se marcho con las pocas cosas que tiene aquí, según esto a casa de su madre, la verdad ya no me importa mucho, esa es mi verdad, pero oye…se te va hacer tarde, hablamos cuando vuelvas vale?
- Si quieres hablar yo puedo cancelar el viaje y…
- No, no, vete, nos vemos el lunes y ya te cuento todo mas tranquilamente
- Ya sabes con lo que quieras tu me llamas y…
- Lo sé amiga, lo sé…
Escuche un beso de sus labios en forma de despedida y como desee estar en su casa y abrazarla en ese momento, quererla, decirle, amiga yo estoy aquí siempre he estado y jamás te haría daño, jamás te lastimaría solo te amaría, vívelo sin miedo junto a mí. Pero no, eso no estaba en sus planes y yo debía enfrentar mi realidad y dejar de amarla de esta forma que mi corazón estaba sintiendo.
Rápido subí a mi habitación me hice una maleta con lo necesario y Salí fuera que Dai estaba prácticamente bailando en el lugar del conductor con la música puesta. Le pedí asiento y ella se sentó en su lugar bajando un poco el volumen de la música. Veinte minutos después estábamos aparcadas en el parking del supermercado, entramos y como me imagine tardamos la hora en comprar, entre la gente que había y el carrito grande que llevábamos de cosas.
Ya en carretera miraba un poco dormitar a mi hija en el asiento del copiloto, que ya entre la compra, la recogida de las llaves y el camino que ya se me estaba haciendo eterno la noche se nos había echado encima. Baje un poco la ventanilla para sentir que ya no hacía calor en el ambiente y quite el aire acondicionado, mis ojos se estaban comenzando a cansar, los abrí lo mas que pude y volví a centrarlos para lograr ver el cartel grande de: “Bienvenidos a Bahía Azul un lugar del cual jamás te querrás marchar”.
Y la verdad que era cierto por que cuando lo conocí meses atrás me maravillo y pase mis mejores vacaciones allí. Navegando, nadando en sus aguas cristalinas, saboreando su pescado asado, pero lo que me hizo decidir el comprarme una casa fue la tranquilidad que en ese pueblo se respiraba, la gente amable, típica de un pueblo de pescadores.
Pasamos por mitad del pueblo que desperté a mi hija según íbamos entrando, ella abrió sus ojos para decirme que solo se había quedado un poco transpuesta, algo que me reí por que hasta había roncado. Mirábamos que las calles estaban llena de gente, los negocios aun estaban abiertos, y caminaban tranquilos por las aceras, al fondo de la calle principal por la cual iba conduciendo nos paro un policía, el trafico estaba cortado y nos desviaron por otro camino, quise saber el por qué y él respondió que estaban comenzando las fiestas del pueblo y que la plaza central estaba cortada.
Seguimos nuestro camino y mi hija estaba cada vez más que contenta, a ella le encantaba toda la fiesta, mientras me decía que iría esa misma noche por ahí en busca de alguien que quisiera conocer a una chica de ciudad. Riéndome por sus comentarios la negué, pues no permitiría que esa noche saliera por ahí, no hasta mañana. Llegamos a nuestra nueva casa, no se veía muy bien por la oscuridad que estábamos viviendo, era una noche cerrada, y aparte de eso no conocíamos personalmente la casa aun, pues todo el trato se hizo a través del abogado y sin yo presenciar la vivienda en persona. Aparcamos el coche en la misma puerta de una verja blanca y ambas salimos estirando un poco el cuerpo de entumecimiento de haber pasado dos horas seguidas en el coche.
- ¿Aquí es madre?
- Eso parece-. Saque el papel que me dio la esposa del abogado-. – Aquí me apuntaron la dirección, ¿es esta verdad?-. Se lo enseñe a mi hija
- Si, es esta, mira ahí cochera-. Me señalo una puerta blanca grande-. – Creo que deberíamos meter el coche en el ¿no crees?
- Si, tienes razón-. Mire a nuestro alrededor que no había nadie, solo arboles, pinos grandes, ya que para llegar hasta nuestra casa debimos pasar un camino de tierra saliéndonos de la carretera solo unos pocos metros-. – A ver en el juego de llaves…-. Lo mire-. – Ahí unas cuantas llaves, alguna tiene que ser de esa puerta, yo tratare de encontrarla y abrirla y tu mientras súbete al coche y prepárate para meterlo
- Vale madre
La vi montarse y me enfoco con las luces permitiéndome ver las llaves que tenía en mi mano, hasta la cuarta llave que fue la elegida y la que abrió el candado que estaba tratando de abrir. Abrí ambas puertas y me di cuenta que era grande el garaje para dos coches y un poquito más, eso me gusto, me gustan los espacios abiertos.
Después de que Daisy metió el coche, salió y fuimos a la puerta principal de la casa, ella me recomendó entrar en la casa para buscar las luces tanto de dentro y de fuera para así por ver más el exterior. Así lo hicimos después de media hora encontramos que en el sótano estaban los generadores y haciendo burlas mi hija dijo…”Y Dios dijo hágase la luz”, permitiendo así que las luces se encendieran tanto de dentro como de fuera de la casa. Volvimos a subir a la casa, después de ver un poco el sótano que fue rápido ya que no había mucho que ver, solo un bote de gasolina pegado a la pared y también era espacioso, eso sí estaba muy sucio, lleno de polvo, debíamos limpiarlo.
Cerramos la puerta del sótano y fuimos a dar a un pasillo, el cual nos condujo hasta el salón grande, estaba amueblada la casa, no a mi gusto, tenía una gran chimenea y pensé que poco a poco iría cambiando la decoración, no lejos de nosotras encontramos varias puertas, la primera que pasamos nos encontramos la cocina, no era muy grande pero lo necesario, salimos de nuevo llegando al salón que yendo a otras de las puertas dimos con el dormitorio principal, cama matrimonial con un baño completo correspondiente. Volvimos al salón para ver las tres puertas que nos faltaban que eran dos dormitorios con camas individuales y un nuevo baño completo.
Salimos al exterior para ver algo mas, pero solo pudimos ver bien el porche que estaba compuesto por un juego de mesas y sillas de madera antigua, pero no veíamos mas allá así que no me gustaba la idea de salir en esa nocturnidad y le dije a mi hija que sacáramos las cosas del coche y cerráramos la cochera y nos metiéramos en la casa, que ya seria mañana otro día y con luz natural. Ella pareció entenderme porque no rechisto solo obedeció sin decir palabra.
Ya dentro de la casa con el pestillo puesto dejamos casi todo en el salón para comenzar al día siguiente ya que realmente yo me sentía cansada y quería descansar. Me lleve mi maleta al dormitorio principal y sacando solo lo necesario para cambiarme y ponerme el pijama me acosté en la cama. Estaba por cerrar los ojos cuando escuche que mi puerta se abría.
- ¿Puedo pasar?
- Claro hija, pasa, ¿que te ocurre?
- Nada, solo quería saber si todo estaba bien
- Estoy bien, ya me quedaba dormida ¿y tú? ¿No puedes dormir?
- No, tal vez porque es…-. Comprendí a mi hija
- ¿Quieres dormir esta noche conmigo cariño?
- ¿No te importa?
- No, claro que no, ven-. Le indique con mi mano, ella se metió entre mis sabanas
- Supongo que solo necesito acostumbrarme a la nueva casa
- Si, supongo, durmamos
- Buenas noches mama
- Buenas noches cariño
Abrí mis ojos despertándome el sol de un nuevo día que entraba por mi ventana, mi hija ya no estaba a mi lado y no sabía la hora que era, me incorpore en la cama pero antes de levantarme como si entrara un caballo galopando entro Daisy en mi habitación, se hecho en mi cama impidiendo que me levantara mientras me daba un abrazo.
- Mama, esta casa es increíble, cuando veas lo que tenemos detrás de ella te va a encantar-. Me sonreía, se sentó frente a mi
- ¿Y qué es eso?, cuéntamelo….
- Tenemos un hermoso lago mama, ¿no es increíble?, ¿no sabía que habías comprado una casa con embarcadero?
- Y no lo sabía hija, cuando vine de vacaciones yo me quede hospedada en el hotel de la entrada del pueblo, no había visto esta casa, solo por el folleto al igual que tu, aunque ahí no indicaba que viniera con un….¿un embarcadero?, ¿no será de algún vecino o algo así?, a lo mejor no….
- Pues yo creo que es nuestro, porque el camino que sale desde nuestra casa hacia atrás llega hasta el y es hermoso mama, debes verlo, te va a….
- ¿Y que mas has visto?, ¿desde cuándo estas despierta?
- Me levante temprano, por cierto hice café, ¿quieres?
- Si
Me dejo levantarme, ella ya estaba vestida pero yo aun debía hacerlo, mientras Dai me dijo que me esperaría en el salón yo me di una ducha rápida y me puse ropa cómoda ya que por lo que vi anoche debíamos hacer algún que otro trabajito de limpieza.
Me guio el olor a café hacia la cocina y al entrar vi a Daisy sentada en una silla frente a una mesa redonda y delante de ella tenía una gran taza de café y la mía que ya me esperaba con unos bollitos de leche en medio. Cuando pase por el salón aun estaba medio revuelto de algunas maletas y cosas nuestras pero al contrario la cocina ya estaba lista, ella lo había puesto todo en su lugar. Me acerque al frigorífico para comprobar que al igual que los electrodomésticos también había colocado la comida en su sitio.
- Si acaba de entrar ¿te la paso?-. Me gire para comprobar que me hija estaba al teléfono, al entrar ni me había fijado en ello por estar pensando en otras cosa
- ¿Quién es?-. Le susurre
- Rob
- Ok, dame…-. Me dio su teléfono-. – Dime Rob, ¿todo bien?
- Si, solo quería saber si todo estaba bien, ya me dijo Dai que estáis en la casa nueva, ¿es bonita?
- Si, lo es, ¿como están los niños?
- Perfectos, ya sabes, aun no se levantan
- Ok, bueno te dejo, debemos hacer cosas….
- Espera….espera un segundo….quisiera…-. Robert se había empeñado o pretendía volver a conquistarme, pero él debía entender que eso ya jamás volvería a pasar entre nosotros porque yo no le amaba
- Rob….por favor, en serio debo colgar
- Está bien, pero si hay algún problema ya sabes que estoy para lo que quieras y a cualquier hora
- Lo sé, venga nos vemos-. Y le di el teléfono a mi hija haciéndole el gesto con la mano de que ya le cortara la comunicación mientras me sentaba frente a ella
- Bien Rob, gracias por tu llamada, te dejo cuídate, bye. Solo quería saber de ti mama-. Me decía bebiendo un sorbo de su taza
- Ya lo sé, pero es que….Dai yo ya no quiero nada con él, debe entenderlo de una vez que jamás estaré con él, que nunca volveré con él por más que quiera darme pero eso es….bueno el no puede darme lo que yo quiero y punto….
- Ya, ya me lo imagino y se desde cuando te ocurre eso
- ¿Así? ¿Y desde cuando crees que me ocurre eso?, bueno mejor no me contestes y tomemos el café y pongamos manos a la obra
- Sí, pero primero debes ver el embarcadero mama
- Bien, que tal si mientras caminamos hacia el nos tomamos el café
- Me parece una idea perfecta
Y como tenía razón mi hija, el lugar era muy lindo, llegamos hasta el final del camino que también ella tenía razón y salía desde nuestra casa, había un gran espacio abierto hasta llegar a la orilla que rápidamente mi mente pensó en poner un merendero en ese maravilloso lugar frente al lago. También pude ver que había un pequeño puente y al final de el había una barquita atada de remos, estaba algo vieja pero al acercarme vi que aun servía que solo le hacía falta una buena mano de pintura, sus remos estaban dentro bien atados a los lados. Mientras yo seguía degustando mi café mi hija me hablaba de esa belleza que ante nosotros teníamos en ese momento.
Pero debíamos ir al pueblo a comprar lo necesario de limpieza y comenzar a arreglar la casa que falta le hacía. Mientras yo conducía ya en camino, le pedí a mi hija que fuera apuntando la lista de lo que debíamos comprar y otra lista aparte de las cosas que tenía en mente para traerme de la ciudad el próximo fin de semana. Pero esa idea se me olvido rápido cuando vi una tienda de muebles rústicos, aparque cerca de su puerta y ambas bajamos del coche. Justo cuando íbamos a entrar mi hija se detuvo.
- Mama, estaré en la tienda de al lado, es de música y…
- Y no gastes mucho hija mía, ya sabes que hasta final de mes no te voy a dar nada
- Ok, solo mirare además se administrar ¿eh?
- Si ya…bueno pero no tardes mucho
- Vale-. La vi alejarse, entre en la tienda viendo algunos muebles realmente magníficos, detrás del mostrador había un señor mayor
- Buenos días señor, estoy interesada en comprar algunos muebles ¿podría mostrarme su género?
- Claro que si señora, mire-. Me mostro un libro que el abrió-. – Debo informarle que los muebles que aquí se venden son hechos a mano y por encargo, son únicos señora, al gusto del cliente, pero como puede ver tenemos varios diseños y estilos para que usted pueda escoger el que quiera-. Me seguía informando mientras pasaba las hojas del libro que yo miraba muy atenta, tenían mucha variedad
- ¿Para cuándo estarían listos si me decidiera?
- Según lo que usted desee comprar
- La verdad es que me gustaría algunas cosas, bueno prácticamente seria para amueblar una casa completa
- Vaya, ¿recién llegada al pueblo?
- Si-. Le sonreí
- Me alegro que escogiera este pueblo, yo llevo aquí toda mi vida-. Me cedió su mano-. – Me llamo Silvio, espero serle útil en lo que usted precise
- Gracias, yo soy Lucy y…-. Escuche la puerta de la tienda abrirse ambos nos giramos para ver a la persona que entraba-. – Y ella es mi hija Daisy-. Le indique que se acercara a la presentación
- Hola señor
- Es un placer conocerlas a ambas, ¿y por cual se decide?
Estuvimos alrededor de una hora charlando y escogiendo los muebles que pedí para el salón, el merendero para el espacio que estaba cerca del lago, camas nuevas para los dormitorios, muebles para los baños y para el porche de la casa. Silvio se ofreció a mandarnos a casa a gente que él conocía para trabajar, como el fontanero para revisión de tuberías, albañiles para aplanar bien la tierra que había cerca del lago para así que quedara en mejores condiciones. La verdad que agradecí mucho la ayuda y me sentía muy a gusto con este tipo de personas tan hospitalarias.
Salimos con un amigo de esa tienda y es algo que agradecí mucho porque sabía que era de corazón. Fuimos al supermercado que él nos indico a la afuera de la ciudad, mientras íbamos en camino veíamos que había bastante gente en el pueblo, era lógico porque recordé que el guardia nos había dicho sobre las fiestas del pueblo.
Media hora después salíamos llenando el maletero del coche con bolsas llena de cosas, utensilios de limpieza y un etc muy largo, quería llegar a casa pronto por que Silvio me había dicho que comenzarían a llegar la gente a casa. Los muebles según el estarían para la semana entrante cosa que me hizo dudar ya que nosotras nos volvíamos a la ciudad el domingo pero era normal que tardaran en venir al ser muebles de encargo, y definitivamente debería quedarme hasta que llegaran.
Ya en casa comenzó la limpieza general, a Daisy la mande al sótano, mientras yo pintaba la valla que teníamos fuera delante de la casa, se veía algo desgastada. Mientras lo hacía llego un hombre joven, presentándose como el albañil, le indique lo que debía hacer y se dedico a lo suyo, también llego el fontanero mientras acababa de hablar con el albañil, ellos se conocían bastante bien porque saludo que vi que se dieron.
El fin de semana paso rápido, tan rápido que ni cuenta me di, ni tan siquiera pudimos tener mi hija y yo la sesión de cine que deseábamos tener, acabamos rendidas agotadas en la cama de tanta limpieza y trabajo. Lo mejor de todo era que la casa cada vez estaba mejor, se estaba bien mucho más bonita. El domingo en la noche mientras estábamos cenando comenzamos una vez más a discutir.
- Por favor Dai, te vas a ir y….
- Mama no quiero dejarte sola aquí
- No me va a pasar nada, tú debes ir porque ya sabes que tienes un par de exámenes importantes
- Lo sé, pero…
- No hay peros, ni te estoy pidiendo que lo decidas tu, te llevare a la ciudad y punto
- Pero madre, ya hablaste con Rob, mis hermanos estarán bien con él y yo…
- Y tú no puedes dejar de presentarte a esos exámenes así que no me discutas mas, iras y punto
- Pero ya soy….
- De acuerdo, haremos una cosa, que tal si te llevo mañana temprano te quedas en casa, te presentas al examen y voy a recogerte el viernes temprano y os traigo a todos aquí, por favor Dai no me lo hagas mas difícil ya sabes que tengo que quedarme para recibir los muebles y acabar de alistar la casa
- Ok, pero yo no quería dejarte sola estos días
- Pero es que no hay más remedio, debes hacer esos exámenes si faltas….por favor Dai, es la última oportunidad que te dieron para poder aprobar
- Vale vale….
Me gusto que después de la charla al final aunque fuese a regañadientes acepto lo dicho por mí, mi hija podía llegar a ser muy cabezona pero al final se la convencía bien. Fregué la cocina después de cenar y nos fuimos temprano a dormir ya que saldríamos al amanecer y deseaba estar fresca para el viaje. Y parecía que no había dormido nada por que cerré los ojos y para mi fueron solo segundos los que dormí, aunque según mi despertador si fueron varias horas, mi hija ya estaba acabando su mochila cuando entre en su habitación.
Cerré todas las puertas bien y comenzó nuestro camino de regreso a la ciudad. Dos horas después llegábamos a la gran ciudad, con un tráfico horrible cosa que en el pueblo no había, parecía mentira pero era cierto, extrañe mucho la tranquilidad del pueblo. Llegamos a casa, ya en ella, Dai se preparo sus cosas para asistir a la universidad, yo decidí descansar un par de horas antes de volver a Bahía azul, debía estar para después de las dos por que le había dicho a los trabajadores que llegaría sobre esa hora. Me eche un rato en el sofá de mi casa mirando el techo, pensando en lo que aun me faltaba por comprar, lo que deseaba cambiar en mi casa nueva, el teléfono me saco de mis pensamientos.
- Hola, ¿amiga?, ¿estas por ahí?-. La voz de Ren se escuchaba después de que el contestador lo hiciera por mí-. – Hey…tu hija me….
- Aquí estoy-. La cortaba mientras descolgaba el teléfono para volver a echarme en el sofá
- Hola Luce
- ¿Renee?
- ¿Que tal todo?, es que le hable a Daisy y me dijo que estabas aquí y en casa, aunque pensé que no te pillaría ya porque me dijo que te ibas nuevamente
- Si, ya ves, resulta que la casa necesitaba algunos arreglos y unos muebles que encargue me llegan en esta semana
- Ya veo, ¿pero cómo te la pasaste?
- Todo bien, la verdad muy cansando no descansamos mucho
- Algo me ha dicho Daisy jajá…
- ¿Y tú que tal todo Ren?, ¿y lo niños?
- Bien, todo está bien, el trabajo es el que se me está complicando algo pero nada que no se pueda arreglar con buenas palabras
- ¿Y Jed?
- Pues no me ha llamado en todo el fin de semana, ya no sé que voy a hacer amiga, yo…..yo ya no siento como antes…
- Oye ¿donde estas Ren?
- En casa ¿por qué?
- ¿Tienes algo que hacer?
- Pues no
- ¿Qué tal si nos vemos para tomar un café antes de que vuelva a Bahía azul?
- Vaya me parecería perfecto Luce y….espera llaman a la puerta
- Ok-. De fondo escuche la voz de él, y la de ella que conversaban supuse que había vuelto a casa, ojala no lo hubiera hecho, así la tendría un poco más para mí, no me gustaba cuando la veía con él.
- Luce es Jed, llego a casa, dame veinte minutos ¿vale? No vemos en la cafetería del centro comercial del centro ¿ok?
- Sí, pero oye si no puedes y…
- Que si, que si puedo, quiero verte amiga, en veinte minutos
- Vale, nos vemos, bye
- Adiós…
Le colgué el teléfono y lo puse en la mesa, seguí tumbada, mirando el techo, pensé en su rostro, me salieron lagrimas de mis ojos, me sentía triste, la soledad me embargaba y el amor que mi corazón sentía me hizo sentir una puñalada en el. ¿Porque me había enamorado de una mujer?, ¿porque de ella?, ¿de mi mejor amiga?, ¿porque Dios me castigaba con ese amor prohibido?. Pedí fuerzas mientras me quitaba las lágrimas de mi rostro, me levante y con coraje me arregle para ir a la cita junto a ella.
Llegue al centro comercial, aparcando el coche en el parking y subiendo por las escaleras mecánicas vi que ella ya estaba sentada en una mesa de la cafetería. Se me hizo extraño verla, por lo general ella era siempre la que llegaba después. Le correspondí a su sonrisa y muy a mi pesar a su saludo con beso incluido, hizo temblar mis piernas al recibirlo y eso que fue en la mejilla, mi mente pensó en otros tipos de besos que pronto las rechace de mi mente porque me sentí avergonzada.
- Me alegro mucho de verte Luce-. Me decía con una gran sonrisa mientras volvía a tomar asiento, yo me senté frente a ella
- Y yo a ti amiga, al final apareció ¿no?
- Si, hemos estado hablando, me ha dicho que estuvo en casa de su madre y que ha reflexionado sobre mi y su hija, en fin que está arrepentido, la verdad no sé si creerle y…amiga la verdad no se qué hacer, ¿tú que me aconsejas?
- Que le dejes, que no es lo bastante bueno para ti, que tu mereces lo mejor de la vida, una persona que no te haga llorar ni sufrir y yo puedo darte eso y mucho mas, vente conmigo amor, te quiero-. Mis palabras en mi mente se repetían, pero no salieron las que salieron de mis labios fueron otras-. – Ren, dale una oportunidad, a lo mejor es cierto y va a cambiar, él es bueno, te quiere y te ama muchísimo, seguro que te ha dicho la verdad, si te hace feliz dale la oportunidad porque….porque tu lo amas ¿verdad?-. Quedo en silencio no me contesto, bebió un trago de café, mi corazón rio, ¿ya no lo amaba?-. – Dime Renee, ¿lo amas?
- Si…creo que si aun lo amo-. Su voz sonó dudosa, pero si, aun lo amaba
- Bien….
Media hora después mirando mi reloj debía despedirme ya de ella, muy a mi pesar por que lo estaba pasando fenomenal pero debía irme al pueblo. Ella después de que insistió mucho fue a la barra a pagar los cafés, yo esperando en la mesa no pude creer lo que mis ojos veían. Jed estaba dándose unos buenos besos con una mujer mientras caminaban hacia la cafetería.
No podía creerlo pero si, era él, mire en busca de Ren, viéndola en la barra pagando de espaldas, no quería mentirle debía advertirle, debía saber lo que estaba pasando. Me levante dirigiéndome a Jed.
- ¿Jed?
- ¿Lucy? Que….que…-. No sabía que decir, sus palabras se cortaban
- No puedo creer lo que estas haciéndole, ¿no te da vergüenza?, Renee te ama y tú te vas con esta mujerzuela. Pues no te preocupes esto se acabara ella está en la barra y…
- Lárgate de aquí-. Le indico a la mujer y ella lo hizo sin esperar palabras, salió huyendo
- Crees que por que se vaya Ren no va a….
- Lucy, no lo hagas, le harás daño
- ¿Yo?-. No podía creer lo que escuchaba, no podía creer el cinismo que tenia
- Lucy, no vamos a…¿Jed?-. Renee se acerco a nosotros quedando a nuestro lado-. – ¿Que haces aquí?, me habías dicho que hiráis a casa de tu madre a recoger tus cosas
- Si, lo sé, pero es que me desvié a comprarte un regalo
- Es mentira Ren-. Intervine-. – Ren no le creas nada, estaba con otra los acabo de ver
- ¿De que habla Jed?-. Pregunto mirándolo
- No lo sé Reny, no sé de que está hablando
- De la mujer que estaba contigo a la cual le estabas comiendo toda la boca-. Eleve un poco la voz, no me gustaba la mentira y mucho menos que quisiera engañarla a ella
- Esta celosa, no sé de qué habla
- ¿Celosa?, ¿tú estás loco?, Ren-. Me gire frente a ella para mirarla de frente-. – Hazme caso, los acabo de ver y…
- ¿Y donde esta esa mujer?-. Me pregunto
- Él le dijo que se fuera por….Espera…¿que clase de pregunta es esa?, ¿acaso lo crees a él antes que a mí?
- Bueno Luce, yo no veo a ninguna mujer
- Porque él le dijo que se marchara y lo hizo, por favor Renee soy yo, tu amiga, ¿cuando te he mentido?
- Siempre has querido separarnos, no soportas que haya nadie más en la vida de Renee, pues no lo vas a conseguir Lucy, porque Reny me quiere a mí, ¿lo entiendes?-. Jed se enfrentaba a mí mientras a ella le pasaba un brazo sobre sus hombros, a ambos los tenia de frente ahora-. – Deja de meterte en nuestras vidas y déjala por fin ser feliz con alguien que la quiere de verdad, que no la hace sufrir, ella merece….
- Ya Jed, cállate…Luce, es mejor que te marches
- Por favor Ren, te estoy diciendo la verdad-. Me desesperaba la situación viéndola con ese tipo que la engañaba-. – Créeme, jamás te…
- Vete ya…-. Me corto
- Está bien, como quieras….
Me sentía muy mal, me sentí impotente, no quería dejarla así pero ella me lo había pedido, no quería escuchar palabras, le creía a él y en eso yo no podía hacer nada. Llegue al parking cabizbaja, miraba al suelo y no me percate de que prácticamente casi me atropellan con el coche, subí mi vista rápido, mientras ella me saludaba con su pequeña mano a través de los cristales del coche de Jed. Su mirada estaba triste, apagada y para qué negarlo la mía estaba igual, ¿pero por que la discusión?, ¿porque le había creído a él?. Renee que tonta eres, ¿porque no ves lo mucho que te quiero?, ¿lo que te necesito?. Se alejaron a gran velocidad, viendo como él la alejaba de mi lado, quede quieta viendo el coche alejarse y sintiendo como mi corazón se quebraba en dos al ver que ese gran amor se alejaba de mi vida, al sentir que la perdía.
Ya está bien Lucy, me decía a mí misma, no estás para estas cosas ahora, debes tomar carretera y llegar a tu nueva casa de playa, gire mi vista y por la contrariedad de lo ocurrido no encontraba mi coche, daba vueltas de un lugar a otro, al final logre encontrarlo gracias a la alarma del coche, que la puse en acción y seguí el sonido.
A medio camino llame a mi hija para ver cómo le iba todo poniendo el manos libres en el coche, también le conté brevemente lo ocurrido con Ren que fue algo que al principio ni ella se lo creyó, jamás imagino que Renee pudiera dudar de mi pero se lo confirme tal cual había ocurrido, me dijo que le llamaría pero la negué, le dije que no se metiera en cosas de parejas, que los dejara, seguro tarde que temprano ella se daría cuenta. Volvió a insistir pero diciéndole rotundamente que no me despedí de Dai diciéndole que aun estaba en el coche y que no quería seguir hablando mientras conducía.
Llegue al pueblo una hora más tarde de lo previsto, cuando llegue hasta mi casa, vi una nota en la misma puerta de mi casa pegada con un trozo de pegatina, en el papel se me informaban que habían estado esperando y un número telefónico para llamarlos a mi llegada. Así lo hice nada más entrar en casa, llame por mi móvil mientras depositaba cosas nuevas que había traído en el salón. La contestación fue corta que llegarían en breve. Y así lo hicieron por que volvieron a venir los albañiles, y demás trabajadores, gracias a la ayuda de mi hija la casa por dentro ya estaba casi lista, solo me quedaba un poco las habitaciones que las acabe rápido.
Como tenía tiempo de sobra, fui al embarcadero, allí me encontré a las personas que ya me estaban colocando el merendero que había encargado, estaba quedando precioso, después de saludarlos y ellos echarme una mano con el bote diciéndome que estaba bien para salir al agua me subí a el y comencé a remar para darme una pequeña vuelta. Al otro lado de la orilla había una pequeña isla según los trabajadores habitada solo por un faro pero me dijeron que en el vivía un señor mayor con su hija. Me acerque hasta ella y deteniéndome en la orilla baje a tierra, camine por la isla hasta encontrarme el faro, precioso, muy largo, mande un saludo cuando ya estaba cerca de la puerta pero nadie contesto, me acerque lo necesario para llamar a la puerta pero tampoco nadie respondió, seguido a eso trate de abrir la puerta y para mi sorpresa estaba abierta, confianza que extrañe mucho porque en la gran ciudad no te encontrabas ninguna puerta abierta.
Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando entre lentamente para encontrarme un pasado de mi vida, las paredes estaban repletas de fotografías de la serie que había protagonizado “Xena Princesa Guerrera”, poster, hasta estaba una réplica de mi espada, del chakram y de los sais que utilizo Renee en su papel de Gabrielle. Camisetas, tazas de colección, gorras y muchos más accesorios por las paredes, muebles….en fin toda una colección sobre la serie.
Yo miraba todo eso asombrada, no podía imaginarme que había aun gente que tuviera tantísimas cosas sobre Xena. Pero ahí estaban, era cierto, real y los fan de Xena no desaparecería en años, me di la vuelta para salir del lugar cuando escuche ruidos fuera. Mientras salía vi llegar al señor mayor, supuse el encargado del faro, del que me habían hablado los trabajadores, él quedo quieto mirándome.
- Sabía que tarde o temprano aparecerías y los Dioses escucharían mis plegarias, sabía que mis oraciones a Ares te harían venir hacia mí-. Yo quede quieta, paralizada ante esas palabras-. – Te he necesitado durante mucho tiempo Xena, pero sabía que vendrías, ¿porque te has vestido así?, ¿estas en una misión?
- ¿Xena?, hola señor-. Me acerque a él, quería sacarle de su error, me confundía con alguien que no era, con un personaje ficticio-. – Mi nombre es Lucy y vivo en la casa de enfrente y….
- Xena, no puedes engañarme, reconocería tus ojos en cualquier lugar, tu color azul, tu cuerpo, tu….¿a propósito?, ¿donde está Gabrielle y Argo?-. Yo no salía de mi asombro, el señor me preguntaba creyéndose todo lo que me preguntaba, su mirada me demostraba bondad pero se creía todo
- Señor, le repito que…
- Padre, le pedí que me esperara en…-. Una mujer de unos cuarenta años se acerco a nosotros quedándose parada al lado del señor
- Mira hija, se ha hecho realidad-. Me sonreía, yo le correspondía
- Ho…hola…no puedo creerlo ¿Lucy?-. Ella si me reconoció por mi nombre real
- No, hija es Xena
- Si papa, es Xena-. Ella me guiño un ojo, yo seguía sin reaccionar hasta que ella se acerco y dándome su mano nos presentamos
- Es un placer conocerla Lucy, soy Linda, fan y admiradora tuya gracias a mi padre desde hace mucho tiempo. Mi padre se llama Zeus-. Él se acerco a mi he inclinándose un poco me tomo la mano besándomela como a la antigua usanza yo extrañada miraba a su hija y ella debió ver mi contrariedad por qué continuo…
- Padre, vaya a hacer la hoguera para que esté lista para la cena
- Claro hija, pero…
- No-. Lo corto-. – Debo hablar con Xena de algo importante, adelántese usted y enseguida lo alcanzamos
- Si-. Se marcho a lo indicado por su hija
- Discúlpele Lucy, mi padre vive en su mundo
- ¿Disculpa?
- Le explicare, mi padre realmente se llama Zacarías, pero se bautizo con su nombre nuevo Zeus, es al Dios que más admira, sin contar a usted y su compañera Gabrielle
- ¿Me está diciendo que su padre….?
- Si, vive en su mundo, en el mundo de Xena, conoció la serie y le gusto tanto que vive por y para ello desde hace muchos años
- ¿Pero usted no le dijo que es solo ficción?
- Si, al principio lo hacía pero al ver que él lo negaba y negaba deje de intentarlo, él es feliz así, mucha gente en el pueblo cree que está mal de la cabeza pero no es así, solo admira mucho las hazañas de Xena y bueno luego se complico todo con su enfermedad y….
- ¿Enfermedad?
- Así es, está enfermo, muy enfermo, el médico me ha dicho que no le queda más de quince días, ¿así que por que quitarle la ilusión de que vive en ese mundo que para él es lo mejor de su vida?, es mi padre y deseo hacerle feliz lo que le quede-. Escuchaba hablar a Linda y no salía de mi asombro al escuchar todo eso, pobre hombre, me dio pena su situación, sentí lastima por él y por su hija que algunas lagrimas salieron mientras me contaba su historia
- Siento lo que me cuenta
- Gracias, pero ahora que usted está aquí es posible que pueda fingir un poco, déjele seguir creyendo y vivir su mundo, por favor no le saque de su error, no me gustaría que sufriera más de lo que ya su enfermedad le está causando
- No, claro que no Linda, yo no diré nada y si puedo ayudarte en algo lo hare
- Solo finja que ha venido a verlo gracias a sus Dioses y después se marcha
- Claro, hare lo que pueda, soy nueva aquí en el pueblo, compre la casa del otro lado del lago, así que vamos a ser vecinas
- Vaya, pues no sabes cuánto me alegro, tal vez mi padre tenga razón y sus Dioses escucharon sus plegarias
- Tal vez-. Me hizo reír su comentario
Su padre se nos volvió a unir mientras Zeus me preguntaba por la nueva aventura que tenía entre manos, sentados junto al fuego me contaba muchas historias mías según él leídas de los pergaminos de Gabrielle, sacándome algunos de su casa. Yo quede sorprendidas al tenerlos en mis manos eran iguales a los que usamos cuando grabábamos, mire a su hija para ver una sonrisa tranquila en sus labios y una mirada risueña.
Mas tiempo pasaba y mejor me caían y por qué no, Zeus vivía en su mundo y era feliz contándome cosas sobre mi personaje, yo me comportaba como Xena, jamás pensé que volvería a interpretar a ese personaje pero todo era poco para ese buen hombre. Su hija seguía el juego a la perfección también, pero la cosa se complico cuando nuevamente salió la conversación sobre Argo y Gabrielle. Le dije que los había dejado en una aldea de atrás de mi camino y que estarían pronto junto a nosotros. Linda sonreía agradeciéndome las cosas que le hablaba a su padre, era hermoso ver el rostro de ese señor y más el de su hija que lo único que trataba era hacerle feliz en sus últimos días de vida, me parecía hermoso que hubiera hijas así para con su padre, se notaba que lo quería muchísimo.
Me despedí de ellos cuando la noche comenzaba a caer no sin antes prometerle por su mucha insistencia que volvería pronto con Gabrielle que deseaba preguntarle muchas cosas sobre sus pergaminos y alguna que otra hazañas. Cuando llegue hasta mi embarcadero me di cuenta que los trabajadores ya daban los últimos retoques dejando listo el merendero, se despidieron de mi después de que les di su pago ya en el porche de la casa, estando ahí me di cuenta de que también habían llegado los muebles nuevos para el porche y el salón.
Recibí por el teléfono de línea que ya estaba conectado la primera llamada y era de Silvio diciéndome que los últimos muebles llegarían mañana y que la casa estaría lista mañana, al colgar mientras cenaba pensaba en que era de agradecer la gran eficacia de esa gente, pensé que debía quedarme toda esa semana pero resulto que todo estaría listo mucho antes.
Ya sentada en mi sofá y viendo la televisión pensé en Zeus y su hija, había hecho una promesa, debía cumplirla, a ese señor le quedaba poco y si podía hacerle feliz un poco mas lo haría ambos padre e hija me habían caído muy bien. Debía llamar a Renee y contarle, estaba decidida a ayudar en lo que pudiera pero cuando estaba a punto de marcar recordé de la pelea que tuvimos, era imposible que quisiera hablarme después de lo ocurrido. Pero aun así debía hacerlo, ella me constaba tenía un buen corazón y no era la primera vez que ambas sorprendíamos a un fan, y esta vez no podía ser menos por que no solo era un fan, si no que el señor vivía en su mundo inventado, en el mundo de Xena.
- ¿Cariño?-. Preguntaba después de marcarle a mi hija
- Hola mama, ¿que tal todo?
- Muy bien ¿y tú?, ¿te dieron resultados?
- Para mañana pero me han salido bien, creo, espero
- ¿Dai?
- Que si que si jajaja…, tranquila, que me han salido bien, no creo que tenga problemas, en fin…mama ¿desde donde me hablas?, este número no…
- Es el de la casa, me lo acaban de instalar, apuntalo para que lo sepas
- A ver…dímelo
- Vaya, pues no lo sé aun, pero se abra quedado registrado ahí, así que luego lo apuntas y ya…
- Vale, vale, ¿huy estas enfadada por algo?
- No, solo estoy cansada-. Se percato de que algo tenía y era cierto, me molestaba conmigo misma por no tener valor para llamar a Renee-. – Por cierto, cuando te cuente lo que me ha ocurrido hoy no te lo vas a creer….
- ¿Y que ha sido?-. Le conté y su respuesta fue contundente-. – Llámale y dile, tu idea es buena y ese señor se merece algo así, seguro le encantara ver a ambas juntas
- Es lo que pensé, pero….no sé si….
- ¿Quieres que le llame yo y se lo cuento?
- No, mejor déjame a mí, espero que me diga que si
- Claro que te lo dirá mama
- Bueno en fin, te dejo ya, la llamare a ver qué tal me va
- Vale, cuídate nos vemos pronto
- Si, y tu cuídate bien y nada de fiestas, cierra todas las puertas bien, ¿pusiste la alarma?
- Sí, todo está en orden jefa
- No me llames así, venga, adiós
- Bye
Estaba en caliente y animada así que marque su número lo más rápido que pude, quería hacerlo rápido y si me decía que no pues ya me inventaría algo para contarle a Zeus. Estaba comunicando, que mala suerte tenia, volví a marcar y nuevamente salía comunicando, me dije una mas y ya, el pitido cambio y escuche la voz de él, quise colgar pero por que hacerlo?, Jed era el malo, él era el mentiroso.
- Hola ¿está Renee?
- No-. Me contesto fríamente, sabía que mentía
- Escúchame Jed, debo hablar con ella, es algo…
- Ella no quiere hablar contigo, déjala en paz Lucy
- Oye, es algo urgente, déjame hablar con ella
- ¿Como quieres que te diga que ella no desea hablar contigo?. Lucy, deja de lastimarla, ¿no crees que ya ha sufrido bastante?
- Yo no quiero lastimarla Jed, tu eres él que lo haces engañándola
- Sí, bueno, pero eso es algo que ella no sabe y dudo que se entere algún día de mi engaño y mas dudo que te crea, la tengo bien entrenada
- Eres un maldito, un cínico, pagaras lo que le estás haciendo, algún día se dará cuenta y….no voy a discutir contigo dile que se ponga de una vez-. Si en ese momento lo hubiera tenido delante le hubiera partido la cara por hablar de ella de esa forma.
Solo escuche el colgar, ese desgraciado me ponía enferma, cuanto lo odiaba en ese momento, era un estúpido y no entendía como Renee no lo veía. ¿Y ahora que hacia?, comencé a dar vueltas por mi salón, pensaba y pensaba, no sabía qué hacer, si volvía a llamar él volvería a colgarme, lo más probable es que ni me cogiera el teléfono. ¿Decirle a mi hija?, de igual forma le colgarían ya que conocía él el numero de mi casa, ¿que hacia?. No tenía otra alternativa, cuando fuera en busca de mis hijos el viernes debía buscarla personalmente.
Desperté al ruido de unos golpes en mi puerta, cuando logre visualizar bien en la oscuridad mire el reloj despertador eran las 3 de la madrugada, ¿quien seria a estas horas?. Mi cuerpo de asusto un poco, y fue en aumento cuando me asome a la ventana y no vi a nadie, los golpes se volvieron a escuchar en la puerta, comencé a tener miedo pero…estaba en un pueblo y en los pueblos suelen ser tranquilos, si, hasta que pasan las cosas pensé nerviosa. Seguí mirando por la ventana tratando de ver, pero la oscuridad no me dejaba observar nada, algo que compraría al día siguiente seria unos buenos focos para poder bien en las noches tan oscuras.
Salí de mi dormitorio tranquilamente sin encender ninguna luz, no quería alertar al que fuera de que estaba por el salón acercándome a la mirilla de la puerta, pero antes de hacerlo escuche su voz llamándome. Abrí de golpe y me encontré con ella parada en mi puerta, me miraba sin mirarme porque llevaba unas gafas oscuras puestas.
- ¿Ren?, ¿que haces aquí?, como….
- Hola Lucy-. Bajo su rostro , estaba tranquila
- Pero tu….-. Calle cuando ella se quito las gafas lentamente mirando aun al suelo-. – ¿Dime que ese desgraciado no te ha tocado Ren?-. Ella seguía en silencio y yo estaba asombrada de ver su ojo izquierdo morado-. – Por favor Renee, dime que no ha sido él porque voy a matarlo ahora mismo-. No pensaba, solo trate de caminar un caminar que ella detuvo con un abrazo que me dio
- Luce, por favor….-. Me decía abrazándose con más fuerza para continuar hablando cerca de mi oído-. – No, necesito….
- No te preocupes por nada amiga, tranquila, ya estás aquí, ven…-. Trate de adentrarla a la casa pero ella se detuvo
- ¿Podemos pasar?
- ¿Podemos?
- Los niños están en el coche Luce
- ¡Dios mío!....Ren no preguntes tonterías por favor. ¿Están dormidos?
- Si
- Bien, dame las llaves de tu coche
Ella accedió sin rechistar, la invite a pasar mientras yo iba al coche mientras entraba en él vi que ambos estaban acurrucados en el asiento de atrás, completamente dormidos, no creía lo que estaba viviendo en esos momentos, me estaba pareciendo un sueño y no solo porque ella estaba ahí sino por las condiciones en las que estaba, lo mataría, lo mataría sin dudas.
Entre el coche en la cochera y después de sacar las maletas y dejarlas fuera del maletero, saque primero a Iris, que en ese momento al sentir el movimiento de su hermana Miles despertó brevemente. Medio dormido se levanto y camino de mi mano mientras Iris se abrazaba a mí, tal vez creyendo que era su madre la que la llevaba en brazos. Pasamos por el salón y vi que Ren salía del baño, trato de ayudar pero la negué sin hablar, a ambos chicos los lleve a mi dormitorio que era el que mejor cama tenia por el momento. Los acosté y quedaron quietos bien tapados ambos. Deje la puerta un poco entre abierta por si se despertaban poder sentirlos, volví al salón y vi a Ren que iba saliendo de la casa.
- ¿Ren?-. Ella se giro, ya no llevaba las gafas y el ver ese ojo en ese estado me enfermaba
- Dime, iba a por las….
- Ya voy yo, quédate dentro-. Trataba de protegerla de algo que no había conseguido hacer, sentí impotencia
- Gracias Luce-. Me abrazo otra vez, esta vez sus lagrimas salieron y yo debía estar serena, controlarme porque también quería hacerlo
- Hey….-. Le tome la barbilla, eleve su rostro para mirarla de frente directamente a los ojos-. – Todo está bien ahora, ya estás segura, voy a por las maletas rápido
- Ok-. Salí afuera y en un par de viajes metí todas las maletas en mi casa.
Cerré la puerta con pestillos y al no verla en el salón pude escuchar sonido en la cocina, pero pensé en su ojo y tenía que curárselo, antes de ir a su encuentro fui al baño para coger el botiquín de primeros auxilio y entre con sigilo en mi habitación para no despertar a los niños que seguían durmiendo tranquilamente, gracias a Dios ellos no se habían enterado de nada, bueno eso creía yo, la verdad aun no sabía bien lo que había ocurrido.
- Lucy, siento…-. Me decía girándose para mirarme y ver que se estaba preparando un café
- No sientas nada amiga, y ahora….siéntate-. Le quite las cosas que llevaba en su mano y la ayude a sentarse en la silla, puse la cafetera y acercando la silla de enfrente a ella me senté-. - ¿Quieres contarme lo ocurrido?-. Le preguntaba mientras ella se dejaba que la curara
- Luce, estoy muy cansada, he conducido dos horas sin parar, sin contar la hora que he estado dando vueltas en el pueblo sin parar por qué no encontraba la casa…auch…
- Lo siento-. Detuve mi mano
- Solo quiero descansar, mañana será otro día amiga
- Dudo que descanses si te vas a tomar el café que pretendías hacerte antes-. Continúe con la curación, ella sonrió y eso me gusto, le correspondí a su hermosa sonrisa, a su mirada que tenía enfrente-. – De acuerdo amiga, será como tu digas, no te preguntare si tu no lo deseas pero….
- Me entere lo que te decía por teléfono Luce-. Continúo hablando-. – Por eso te corto la llamada, él me vio entrar en ese momento y se dio cuenta que lo había escuchado, le pregunte y confesó que tiene una amante desde hace cuatro meses, pero no quiso marcharse de casa cuando se lo exigí sacándole su ropa del armario, él se puso nervioso y entonces…-. Se cayó, yo me aleje de ella acabando de poner la crema para bajar la inflamación de su ojo y apaciguar el dolor, lo suficiente como para mirarla bien-. – Entonces…..se….volvió loco Luce-. De sus ojos salieron lágrimas-. – Y me dio un puñetazo al ver que yo no me detenía a lo que él me estaba pidiendo
- Desgraciado….maldito bastardo….no permitiré que…
- Por favor Lucy, no quiero que nadie se entere de esto
- ¿No lo has denunciado?
- No, no quiero hacerlo, amiga….solo quiero sacarlo de mi vida y ya está, quiero olvidar
- Pero Ren, no puedes dejar que….
- Luce…no, por favor….por eso me vine aquí, quiero alejarme un tiempo, necesito ayuda, en estos momentos tengo miedo de estar sola en casa, así que pensé en ti, en mi amiga….necesito unos días para….
- Los que quieras Ren, los que quieras, tú no te preocupes por eso, aquí estarás bien….y él donde…
- Se fue con sus cosas antes de que yo saliera para aquí, le dije que le iba a denunciar y eso lo asusto bastante, se marcho con todas sus cosas
- Tienes que cambiar cerraduras y….
- Lo sé amiga, lo sé y no solo las cerraduras, he pensando en….
- ¿Si?
- En cambiarme, quiero mudarme
- ¿Porque Ren?, esas es tu casa, tu…
- Lo sé, pero…no quiero estar en un lugar donde me han…
- Vale, tranquila, eso ya lo arreglaremos cuando estés más tranquila y lo pienses mejor, por el momento puedes quedarte el tiempo que necesites sin ningún problema ¿de acuerdo?. Y ahora mejor voy a apagar la cafetera y nos vamos a tratar de descansar. Yo….yo te voy a cuidar…os cuidare a los tres
- Gracias amiga, confío en que lo harás, ¿por qué crees que me vine aquí?-. Me sonrió, me daba mucho satisfacción que a pesar de estar pasando por eso ella trataba de poner su mejor sonrisa, su cara amable
- ¿Los niños saben….?
- No, nada, me los traje ya dormidos, no se enteraron de nada y así me gustaría que siguiera siendo
- Claro, claro, ven…-. Me levante tomándole de la mano haciendo que ella me siguiera-. – Dormirás esta noche en mi dormitorio, es la….
- No Lucy, no puedo quitarte tú….-. Cayó al ver que sus hijos dormían ya en ella-. – Cama….-. Rio en un susurro
- Oye mira, tienes un baño ahí completo para lo que quieras amiga, ahora acuéstate mañana ya veremos cómo nos ponemos, Ren, es que mi cama es la que mejor esta por hoy, hasta mañana no me llegan las camas nuevas
- Gracias por todo amiga, no sé cómo te lo voy a agradecer, eres un amor-. Se acerco besándome la mejilla que se puso rápidamente colorada al sentir su contacto, sus labios suaves
- Voy a por tus maletas-. Quise salir de ahí me sentía demasiado bien. Volví cinco minutos después cargándolas se las puse dentro del dormitorio y mientras cerraba la puerta-. – Buenas noches amiga
- Gracias, mañana nos vemos-. Asintió mientras entraba en el baño
Me fui al dormitorio que había estado ocupando mi hija, para comenzar la cabeza a darme vueltas mientras caminaba de un lado a otro, a pensar otra vez que esto era un sueño o una pesadilla por cómo había llegado a mí, golpeada por ese mal nacido, o ambas cosas a la vez. Me sentía mal por no haberla defendido en su momento de ese animal, pero me gustaba la idea de que estuviera conmigo, de que se hubiera refugiado en mí, en su amiga, porque eso era para ella una amiga.
Tenía que hacer cambios de camas, había encargado una litera para uno de los dormitorios para mis hijos pero si se quedaban los niños de Ren debía ponerlos en algún lugar adecuado y que mejor junto a mis hijos en otra litera. Daisy seguiría aquí porque seguro ella no quería compartir su dormitorio con nadie, y a Renee?, conmigo?, me sonreí a mi misma pensando en eso, no, no, me golpee un poco la frente, sacate eso de la cabeza loca, no debes pensar así y menos en las circunstancia que ella se encuentra ahora.
Como aun no dormía Salí a caminar por el salón con el nervio en el cuerpo, ella no podía hacerlo tampoco porque veía su sombra por debajo de la puerta, caminaba de un lugar a otro era lógico. Y pensé en unas pastillas que yo tenía para relajar, me fui a mi bolso las cogí y después de tomar un par de botellas de agua pequeñas llame con un golpecito leve a su puerta, ella no me respondió. Abrí lentamente pidiendo paso susurrando para no despertar a los críos y la vi ante el espejo medio girada tratando de ver su espalda.
- Por Dios bendito Renee-. Ni siquiera me di cuenta que estaba sema desnuda lo note cuando al acercarme para mirarla bien ella se tapo con sus dos manos su pecho
- No es tanto como….
- Como nada, debes ir al médico, voy a llamar a….
- No, Lucy no quiero médicos, ni denuncias, nada
- Pero no seas cabezona, necesitas que un medico te vea esto, a lo mejor tienes una costilla rota o….
- Por favor…-. Fue una súplica la que me lanzo mirándome través del espejo
- Está bien, no entiendo nada de esto que quieres hacer tu, no entiendo por qué quieres cubrir a ese malnacido que te ha….pero callare si me lo pides, ahora espera, iré a por la crema para ver si podemos curar estos golpes
Sabía que la crema que tenia no hacia milagros pero menos era nada, debía ponerle algo para que esos golpes no se extendieran, en la mañana temprano iría a una farmacia para comprarle la medicación que le hacía falta, por el momento le daría el relajante para que tratara de dormir. Después de gestos de dolor en su rostro tanto al ponerle la crema como cuando se acomodo en la cama al lado de sus hijos le di las buenas noches y me marche a dormir y esta vez sí lo hice a causa del efecto de la pastilla.
El amanecer entro por mi ventana despertándome el sol que entraba por mi ventana, aun no me levantaba pensando que todo había sido un sueño que se me borro de mi mente al escuchar ruidos fuera del dormitorio de mi hija. Voces de niños y la voz de ella pidiéndole silencio y que acabaran de desayunar sin armar escándalo. Sonreí al imaginar la imagen en mi cabeza de lo que escuchaba pero por qué imaginármelo si podía vivirlo?. Me levante contenta y Salí hasta su encuentro, allí los vi, ella de espaldas aun con su pijama puesto acabando de hacer el desayuno, Iris a sus cuatro añitos revoloteaba con el tenedor su comida sentada en la mesa de la cocina y Miles a su lado comía mientras le tiraba pequeñas cositas a su hermana para molestarla mientras sonreía.
- Buenos días-. Dije a todos, ellos giraron sus caras
- Nina Lucy-. Gritaron ambos a la vez, el primero en llegar fue Miles que me abrazo fuertemente seguida de Iris que más lenta llego y la alce en brazos
- ¿Como estáis pequeños?
- Bien-. Contesto Miles-. – ¿Donde están Julius y Judah?, quisieras mostrarle mi juego nuevo, mi mama nos dijo que nos vamos a quedar unos días de vacaciones-. Mire el rostro de Renee
- Si cariño, os vais a quedar aquí, veras lo bien que lo vamos a pasar, y no te preocupes por ellos, vendrán mañana, es que están con su papa
- Ah, bueno…
- Niños, vuelvan a sentarse a desayunar, Luce siento haberte despertado
- No, no es nada, ya debía levantarme jaja…que rico huele
- Sí, me tome la libertad e hice café y desayuno, ¿quieres?
- Claro-. Aun con Iris en brazos ambas nos sentimos en la silla-. – ¿Y tú qué me dices guapa?
- Echo de menos a mi muñeca-. Se acurruco a mí-. – Y no quiero desayunar, no me gusta-. Nuevamente mire a Renee mientras se acercaba y me ponía una taza de café ante mi
- Pues si no lo haces no saldrás a….-. La calle con una mirada mientras levantaba las cejas
- Iris mi amor, vamos a hacer una cosa, nos comemos el desayuno como dice tu madre y nos vamos al pueblo juntas, a lo mejor encontramos algo para ti, ¿qué te parece?, ¿además sabes una cosa?-. Le toque un poco su nariz-. – Tengo un bote, con remos, y luego te daré un paseo ¿vale?
- Yo también quiero, yo….-. Miles intervenía acabándose su desayuno
- Claro cariño a los dos os llevare….digo…a los tres-. La mire a ella que resignada continuo
- Los consientes demasiado Luce
- Solo un poquito-. Abrace a Iris un poquito mas sonriéndole-. – Hacia mucho que no los veía y si tenias razón están ya muy grandes
- Chicos, mientras acabamos de desayunar nosotras vayan un rato a ver la televisión-. Les indico Renee-. – Y Miles…
- Si ya lo sé-. Le decía a su madre mientras tomaba a Iris de la mano y ella encantada se marcho con él pues la televisión era algo que le encantaba-. – Que la cuide mucho
- Si, así es
- Vale-. Ambos salieron de la cocina dejándonos solas
- Están preciosos amiga
- Gracias
- Iris esta espabilada mas para su edad, ¿no te parece?
- Tal vez, escucha Luce-. Ella se acerco y se sentó frente a mí tomando un sorbo de café de la taza que llevaba entre sus manos-. – Creo que hice mal en venir, he pensado que es mejor que me vaya a casa
- No, ¿por qué?
- Veras, van a venir tus hijos y…
- ¿Y qué?, lo pasaremos bien, serán vacaciones como les dijiste a los niños
- Pero no estamos en vacaciones Luce, aun les queda colegio
- ¿Cuanto? ¿Dos semanas? No importa es poco tiempo, por favor Renee, si a veces cuando has estado rodando fuera de la ciudad han estado más tiempo sin colegio
- Pudiera ser pero han tenido una profesora particular y….
- Pues si es por eso buscamos a alguien aquí en el pueblo, seguro debe haber alguien que de clases particulares
- Escúchame te agradezco todo lo que haces por mi y por mis hijos pero créeme es lo mejor
- ¿Lo mejor para quién? ¿Para ti?, además apenas estás recuperándote de…por cierto debo ir a comprarte medicación-. Me levante, no quería seguir escuchando que se iría apenas llego anoche y ya quería marcharse no quería, no quería dejarla ir
- Espera Luce…
- No, debo ir a por las medicinas y no te preocupes por el espacio de la casa eso lo solucionare rápido
Seguía hablándome pero no me detuve me metí en mi dormitorio y me vestí rápido si ella pretendía irse por el espacio buscaría gente para que me hicieran en este momento la ampliación de la casa que quería hacer más adelante y contrataría a la maestra para los chicos. Me gustaba estar con ella y con sus hijos, me gustaba esa vida familiar y debía evitar que ella quisiera irse, alejarse de mí, además por que aun no estaba recuperada y no iba a permitir que ese loco volviera a utilizarla como saco de pelea.
Salí veinte minutos después deteniéndome en el salón los chicos, pidiéndole paciencia y que volvería pronto para llevarles al paseo que me pidieron pero que antes tenía cosas adultas que hacer, ellos asintieron y siguieron viendo la televisión. Renee trato de pararme en la puerta cosa que no lo hice y mientras con una sonrisa le decía que estuviera atenta porque seguro en mi ausencia llegarían los muebles que me faltaban para la casa.
Aparque cerca de la entrada de la tienda de Silvio que agradecí estuviera abierta ya, entre y con una sonrisa me recibió. Me pregunto si estaba todo de mi agrado ya que no se esperaba mi regreso, le dije que si pidiéndole nuevamente el favor de que si me podía ayudar a encontrar una maestra particular, efectivamente lo hizo dándome el teléfono de una academia muy buena en el centro del pueblo. Le pregunte por los albañiles y el tiempo que tardarían en ampliarme la cocina y hacerme dos habitaciones nuevas, él me dijo sonriendo que según el dinero que me quisiera gastar ya que eso me lo tendrían listo en un día si contrataba dos cuadrillas de hombres.
Y me lo podía permitir porque tenía algo de dinero ahorrado después de todos mis años de trabajo. Les pedí que me los contratara y que llegaran a mi casa los más pronto posible, evidentemente le encargue a él los respectivos muebles pero me pidió paciencia porque estos si llegarían algo más tarde, como en diez días, lo que si me ofreció fue colchones que los acepte.
Cuando me despedí de él fui a la farmacia obtuve todo tipo de medicamentos, tanto para Ren como para nosotros mismos. Debía abastecerme bien el botiquín de primeros auxilios. Mientras caminaba en dirección a la academia, me di cuenta que las fiestas aun continuaban, la plaza estaba llena de puestos, cerrados aun, pero me di cuenta de que comenzaban a abrirlos poco a poco.
Llegue a la academia y hable con la directora que acepto a los tres niños mayores, los dos míos y Miles por esas dos semanas que les quedaban de colegio. Saliendo de la academia me encontré a Linda.
- Hola ¿que tal estas?
- Que gusto encontrarla Lucy
- ¿Y su padre?, ¿todo está bien?
- Bueno, hoy se ha levantado algo mal pero lo deje descansando son lógicas estas reacciones por su enfermedad según el médico ¿y usted?
- Bien, gracias, llame a Gabrielle, quiero decir a Renee jajá
- Oh, ¿consiguió que viniera?, ¿podrá mi padre conocerla?
- Si
- No puedo creer lo que me cuenta
- Pues créalo, este fin de semana llegara y espero que podamos ir a su casa, ¿si no le importa claro?
- No, claro que no, será todo un placer, gracias Lucy se lo agradezco de corazón
- No hay de que Linda, ¿entonces que te parece el domingo?
- Estaría genial, le preparare una comida exquisita
- Perfecto, si hubiera algún problema yo le llamaría ¿ok?
- Si, cuando se lo cuente a mi padre seguro se levanta de la cama rápidamente
- Eso esperemos jaja….Bueno, tengo que irme, no veremos el domingo
- Claro, adiós
- Adiós-. Con la mano me despedía de ella mientras caminaba de regreso al coche
Mire mi reloj mientras iba de regreso a casa, no me había dado cuenta pero la hora de comer se me había echado encima. Al llegar vi coches nuevos para mí, me imagine ya los albañiles habían llegado, se me hacia tan extraño la forma de trabajar en Bahía azul, tan formales, tan rápidos, parecía irreal o bueno tal vez la mala costumbre de haber estado viviendo mucho en la ciudad.
La puerta de la casa estaba abierta y el salón lleno de polvo, con pisadas de pies grandes que iban y venían, si, definitivamente los albañiles ya estaban ahí, por el ruido de los golpes, por el escándalo que escuchaba y Ren y los niños?, no los veía por ningún lado, llegue hasta la altura de un albañil.
- ¿Señora?
- Hola, soy la dueña de la casa, sabe de una mujer rubia, bajita, que…
- Si, salió con sus hijos, están detrás de la casa creo…
- ¿Y su capataz?
- Con él mismo habla
- Encantada, soy Lucy ¿usted es?
- Blas, un placer-. Me dio su mano
- ¿Para cuándo estará listo?
- Acabado en fino y todo yo creo que mañana mismo está terminado
- Me alegro, porque es lo que quiero
- Si señora, usted no se preocupe que mañana mismo está listo
- Gracias
Salí en busca de Ren encontrándomela sentada en el merendero junto a sus hijos que mientras ellos jugaban al juego de Miles, ella tenía su mirada perdida al lago que estaba delante de ella.
- Ya estoy aquí-. Grite bajando por el camino aun
- ¿Dónde estabas?-. Giro su cara a mirarme
- Siento el retraso amiga, es que tuve que arreglar los asuntillos para que no quisieras marcharte jajaja
- Estás loca Luce-. Me sonrió
- Chicos ¿ustedes quieren irse?
- No-. Contesto Miles primero para escuchar el no seguido de Iris sonriendo ambos-. -Además mama nos dijo que estaríamos aquí en vacaciones
- Si pequeños es cierto, pero aun os faltan dos semana de escuela y debemos regresarnos-. Intervino Renee
- No tienen por qué, el lunes comienzan aquí esas dos semanas junto a mis hijos también
- ¿Qué? ¿De que estás hablando Luce?
- Los acabo de inscribir en una escuela particular en el pueblo a todos, bueno menos a Iris, ella tendría que ir a otro lugar aunque yo he preferido esperar para preguntarte si….
- ¿Podemos hablar un segundo a solas?-. Me hizo una seña de ojos
- Claro-. No alejamos lo suficiente para que ellos no escucharan nuestra conversación pero sin perderlos de vista
- ¿Te has vuelto loca o qué?
- No, ¿por qué?
- Porque te agradezco lo que haces por nosotros pero….pero no puedo aceptar todo esto que nos estas dando
- ¿Porque no?
- Pues porque…por que….no está bien
- ¿Porque no está bien?, se supone que somos amigas ¿no?
- Si pero….
- Renee, vamos a tomarnos un mes de vacaciones y luego ya regresas a tu casa y arreglas todo lo que tengas que arreglar
- ¿Y mi trabajo? Y…
- Pues llamas y dices que te tomas este mes de vacaciones y ya esta
- Pero no podemos estar a….
- Yo os estoy invitando, mi casa la iba ampliar igualmente pues ya lo hago y punto, los niños estarán bien estas dos últimas semanas en esa escuela la he conocido es muy buena, luego nos dedicaremos a disfrutar las vacaciones, esta genial el plan ¿no?
- Pues si pero….
- A ver, ¿que excusas me vas a poner ahora?
- Ninguna jaja…ya veo que lo has atado todo muy bien
- Si, ya sabes cómo soy yo jaja
- Un ser maravilloso que ojala estuviera a mi lado
- Lo estoy amiga-. Le pase mi mano por su mejilla-. – Siempre lo voy a estar a menos que tu decidas echarme de tu vida
- Eso jamás-. Le correspondí a su sonrisa
- Ah! Por cierto….además si quieres trabajar te contrato para una obra de teatro
- ¿Obra de teatro?
- Sí, pero te lo contare mientras comemos
- Y donde lo piensas a hacer porque te recuerdo que tu cocina esta toda rota en estos momentos
- En el restaurante que yo os voy a llevar y tú me vas a invitar jajaja….
- Está bien….-. Soltó una carcajada eso hizo que los chicos se unieran a nosotras-. – Vamos, nos vamos a comer
- Si-. Gritaron al unisonó
Entre la comida, el tiempo que tardamos en hacerlo, los chicos que quisieron jugar un poco en los juegos que el restaurante tenia mientras nos tomábamos el café, comenzó el atardecer a caer y con la fresca del atardecer decidimos caminar un poco por la plaza del pueblo para ver todos los puestos de la feria que ya estaban funcionando.
Renee aun sorprendida sobre el caso que le conté en la comida de Zeus y su hija Linda me comentaba todo lo que había surgido respecto a la serie. Que aun no se explicaba que después de tantísimos años la cosa estuviera tan vigente para la gente, si, Xena había llegado muy hondo en los corazones del público y no era para menos. Acepto inmediatamente cuando le conté de mi promesa que le hice al señor con regresar con Gabrielle. Ella sonreía mientras pensaba en que debíamos decirle sobre Argo, porque en estos momentos no lo teníamos con nosotras.
Miles se detuvo en una pequeña caseta para jugar a pescar patos que mientras trataba de hacerlo Iris ya cansada pedía los brazos de su madre, contestando que no, que no podía en esos momentos levantarla porque se sentía, no sabía que decirle, como explicarle a su hija que no podía tomarla en brazos porque su cuerpo aun no estaba recuperado y le dolía. Corte su conversación que entre risas y cosquillas sostuve a Iris en brazos, para quedarse pegada a mi espalda mientras comenzamos a ver a Miles cazar los últimos patos que le quedaban, no consiguió muchos puntos pero si los suficientes como para que le dieran un peluche de oso, que se lo regalo a su hermanita, ella lo agarro con fuerza dándole un beso y abrazándolo.
Ren aun sin acabar de ver todos los puestos comenzó a decir que ya debíamos irnos que ya los trabajadores debían estar terminando, Iris estaba cansada, ella a también y yo mire mi reloj y tenía razón, nos había dado la hora de cenar sin darnos cuenta, decidimos mientras íbamos de regreso al coche comprar comida preparada para cenar en casa, por si aun la cocina no la habían terminado y menos mal que lo hicimos por que era cierto. Llegamos para encontrarnos que la ampliación de la casa aun estaba por terminar y la cocina todos los electrodomésticos estaban desconectados, menos la nevera que la habían instalado en el salón para mantener las cosas frías. Ella se metió en el dormitorio mientras yo acababa de hablar con los albañiles sobre el avance de la casa, al oír cerrar la puerta volvió a salir para ver ya a los chicos en pijama.
- ¿Donde vamos a cenar?-. Miles ya pedía comida
- Recomiendo aquí dentro por que fuera esta algo fresquito-. Les sonreí
- Bien, niños siéntense en el salón lo preparo enseguida-. Me indico Ren al igual que a ellos que me sentara
- Te ayudare
- No te preocupes yo….-. Ella llevaba las bolsas de la comida en la mano y al tratar de cogérsela hice contacto con ella, mal hecho, error
- Siéntate Luce-. Su voz autoritaria hizo que la obedeciera al igual que sus hijos hicieron, en silencio ella saco las cosas de la bolsa colocándolo sobre la mesa-. – Traeré algo para beber-. Sin más se giro y se marcho hacia la nevera, miraba su cuerpo por detrás y me sentía roja como tomate por ese contacto, debía controlar, debía apartar ese sentimiento de mi, mas por ella que por su forma de reaccionar no le había gustado mucho
- Yo quiero…-. Miles trato de hablar pero ella lo corto de inmediato
- Limonada porque solo hay eso-. Ya venía de regreso a la mesa
Cenamos en silencio un silencio que se rompió al sonar el teléfono de mi casa, me levante a contestar para escuchar la voz de mi hija. Me pregunto por cómo estaba y le conté brevemente lo ocurrido y de mis nuevos visitantes en la casa. Pidió hablar con ella que accedió gustosa, entre risas y risas estuvieron bastante tiempo el tiempo necesario para que los niños y yo acabáramos de cenar, Ren aun seguía hablando, mi hija y ella se llevaban bien desde que se conocieron, entre ellas surgió una bonita amistad y complicidad. Me levante de la mesa y la obligue a que me diera el teléfono para que ella acabara de cenar, mientras seguía conversando con mi hija sobre su día y de las ganas que ya tenía de estar con nosotras, le dije buenas noches y colgué la llamada.
3 semanas después….
La vida me sonreía, me sentía plena en todos los sentidos y me daba lástima que solo me quedara esa última semana que veía que corría rápidamente y yo no lo deseaba, quería pasarme el resto de mi vida así. Mis hijos se llevaban súper bien con los de ella y Dai hasta se había hecho su grupo de amigos en el pueblo con los cuales salía todos los días a divertirse en la playa, los bares y muchas cosas más. Los conocí en una fiesta que permití que diera un día y eran chicos estupendos de familia buena.
Quería quedarme en ese lugar, apartados de la gran ciudad, tranquilas, y más aún porque me sentía en familia completamente, junto a ella y nuestros hijos, si, era feliz enormemente, no lo cambiaría por nada en el mundo.
Si cambiaria solo una cosa la desgracia que tuvimos que pasar entre nosotros, que a pesar de no haberlo conocido en mucho tiempo Zeus murió como siempre quiso, conociendo en persona a su querida Xena y adorable Gabrielle.
Íbamos por las tardes a visitarlo y ella y yo volvimos a interpretar a ambos personajes que para él era realidad. Murió en paz como nos conto su hija en una noche sin despertar, habiendo vivido charlas junto a Gabrielle y movimientos de espada junto a Xena, murió en paz.
Y ahí estaba sentada en el merendero, viendo a los chicos que jugaban bañándose en la orilla del lago, sonriéndoles de vez en cuando y levantando mi mano saludándolos, no quería que acabara eso, solo deseaba que el tiempo se detuviera en ese momento para seguir ahí eternamente y no volver en unos cuantos días a mi cruda realidad, la soledad de mi casa en la gran ciudad.
- ¿Como se están comportando?-. La voz de Ren se escuchaba detrás de mí, gire a verla llegar ataviada con su biquini color azul celeste que resaltaba mas su moreno obtenido en esos días calurosos
- ¿Definitivamente tu quieres conseguir matarme de un ataque verdad amiga?-. Solté una carcajada por que trataba que esos comentarios que le hacia ella se los tomara a risa aunque dentro de mi iban totalmente en serio, me atormentaba mirándola de esa forma
- Bueno pero por lo que veo no lo consigo de ninguna de las maneras-. Se sentó frente a mi sonriéndome
- Oh….¿acaso es lo que tratas de hacer?, ¿tan poco me quieres que deseas que me vaya de este mundo?
- Te quiero muchísimo amiga, tal vez lo que deseo conseguir es otra cosa que tú no quieres ver…-. Me elevo sus cejas sin dejar de sonreír
- Tal vez lo veo pero tú no me lo quieres dar…-. Eso hizo que ella respondiera riéndose con una gran sonrisa que yo iguale. Nos encantaba el juego de la falsa seducción para ella claro porque yo si decía enserio todas esas frases de doble sentido
- Luce ahora en serio, tengo que contarte algo
- Dime-. Deje de sonreír por que ella se puso algo seria-. – Hey Ren…¿ocurre algo?
- Sí, bueno no, no lo se
- Me estas poniendo nerviosa, a ver, dime ya por favor
- Me han llamado
- ¿Te han….?
- Él, me ha llamado….
- No me digas que ese desgraciado se ha puesto en contacto contigo, ¿como? ¿Cuando?
- El otro día me llamo y ahora ha vuelto a hacerlo
- Hey…espera, el otro día te…¿cuando? ¿Porque no me lo dijiste?
- No quería preocuparte amiga
- ¿Preocuparme?, por que debería….
- Escucha Luce, es….bueno no sé por qué no te lo dije antes, la cuestión es que me ha llamado ahora mismo, acabo de hablar con él y….
- No Ren, dime que no estás pensando en…-. Ni siquiera podía pronunciarlo, esas palabras que me estaba diciendo me estaban rompiendo mi corazón
- Luce….si, he pensado que lo mejor sería volver con él, dice que ha cambiado que…que quiere a la niña, que la va a reconocer, que….
- Mentiras Ren, no te das cuenta que todo es mentira, que lo único….Dios no puedo creer que pienses irte con ese desgraciado que te ha dañado tanto
- Pero Luce….
- Renee….-. Un grito desde arriba la llamaba, ambas giramos para ver a Dai que llevando en brazos a Iris volvió a pronunciar su nombre y un mensaje-. – Renee…te llaman al teléfono
- Iré a ver quién es…-. Se levanto y trato de caminar algo que impedí levantándome e interponiéndome en su caminar
- ¿Quién es?-. Grite a mi hija para que escuchara mi pregunta
- Jed
- Debo ir a….
- No-. La seguía reteniendo no quería que fuera, no quería que ella hablara con él, la quería para mí, yo la amaba y ese desgraciado solo la haría sufrir otra vez-. – No dejare que hables con él
- Luce por favor, soy mayorcita y se cuidarme bien
- Si, como cuando viniste aquí toda….
- Ese ha sido un golpe bajo amiga, como puedes decirme….
- Lo siento, pero es cierto, no te das cuenta de que ese tipejo solo te volverá a utilizar, de que lo único que quiere es volver a dañarte y yo….y yo…solo deseo….
- ¿Que deseas Luce?-. No me espere esa pregunta y me quedé en silencio para seguidamente contestar
- Nada-. No me atreví a decirle estuve a punto pero no lo hice, me sentía frustrada, mal, de ver que tenía pensado volver con él
- Pues entonces quítate de mi camino-. Me pidió sin pestañear con mirada desafiante-. – Debo recibir esa llamada….-. Comenzó a caminar apartándome con su brazo pero esta vez no iba a permitir que ella se fuera, ya me daba todo igual, la cogí del brazo para retenerla
- No vayas por favor-. Era una súplica, era un ruego-. – No atiendas esa llamada, quédate conmigo-. Ella giro su cara mirándome a los ojos
- ¿Por qué?
- Porque te quiero, porque te amo Renee, por que no puedo dejar de amarte por más que quiero, porque….
- Te dije rubia que el antiguo truco de los celos funcionaria, menos mal que me hiciste caso-. La intervención de mi hija llegando hasta nosotras nunca me la hubiera imaginado
- ¿Co….como?, que….¿que es esto?-. Solté a Renee del brazo y la veía sacar una sonrisilla que yo comencé al igual que ellas por qué Iris estaba en nuestra presencia-. – ¿Me estáis tomando el pelo?-. Pregunte con sonrisa falsa para que la niña no se diera cuenta del enfado que comenzaba dentro de mi
- No Luce
- Para nada madre, solo te hemos dado un empujoncito para que sacaras tus sentimientos no es malo ¿verdad?-. En ese momento solo quería matarla a ambas y yo desaparecer, de vergüenza, de temor, le había confesado mis sentimientos y todo había sido una estúpida actuación, ¿pero como no me di cuenta de ello?
- Mejor me voy a marchar-. Mi sonrisa falsa seguía-. – Porque si me quedo aquí un minuto más os voy a matar a las dos, a ti-. Señale a Renee con mi mirada-. – Por mentirosa y a ti-. Señale a mi hija-. – Por colaboradora, inventora y…mejor me voy ya…-. La deje a las tres detrás de mi mientras subí con rapidez hacia la casa, seguida por Renee que la escuchaba decir a Dai que se encargara de los críos
- Espera….
- Es mejor que te vayas Ren, no tengo ganas de hablar contigo ahora
- Pero….-. Entre en la casa sin detenerme, quería meterme en mi habitación y no ver a nadie en esos momentos, pero no lo conseguí ya que ella puso su pie antes de cerrar la puerta y evito que se cerrara, para cerrar ella y apoyarse en la puerta tranquilamente
- Me has mentido Renee, me has….vete por favor….
- ¿Pero por qué?, es algo bonito, es….
- Una locura…-. Me gire porque estaba de espaldas a ella, debía enfrentarla ya no me escondería mas como una cobarde, de que me iba a servir si ya le había dicho todo
- Un amor, bonito, limpio, puro y que te agradezco que lo tengamos, ¿porque tú no quieres ver esa realidad?
- ¿Tengamos?
- Si, tengamos-. Comenzó a caminar hacia mí-. – ¿Crees que hice todo ese estúpido truco de los celos por nada?, ¿crees que me invente esa llamada falsa por nada?, ¿crees que si me paseaba delante de ti con cierto tipo de ropa era por nada?-. Seguía caminando hacia mí mientras continuaba hablándome, preguntándome y yo caminaba hacia atrás, hasta que me tope con la pared sin poder continuar-. – Por el amor de Dios Luce, te quiero desde la primera vez que te vi, te amo desde hace mucho tiempo y este tiempo junto a ti, en familia, tranquila es lo más bonito que he vivido en toda mi vida y no deseo que acabe nunca
- ¿Me estas tratando de decir que….?
- Lucy, por favor no te hagas más tonta, no estoy tratando-. Se pego a mi cuerpo- . – Te lo estoy diciendo, te amo y tú me amas a….- La calle, tenía razón, la calle con un tierno beso que perdiendo el control paso a ser algo mas
Caricias hermosas que nos prodigamos, mientras la echaba en mi cama lentamente, saboreando su boca, algo que deseaba fervientemente, la deseaba con locura y pasión, quería hacerla mía, tenerla así a mi lado, siempre….Unos golpes en la puerta se escucho para separarme de ella rápidamente.
- Siento la interrupción madre-. Daisy asomo su cabeza un poco-. – Pero no puedo controlar a todos los niños juntos, es muy bonito todo esto de vuestro amor y demás pero…¿me podéis echar una mano?-. Se rio abiertamente
- Claro-. Me acerque a ella tomando su cabeza y empujándola afuera antes de cerrar-. – Pero tú fuiste causante de esta maravilla así que ahora te aguantas con todos tus hermanos-. Me sonreí y cerré la puerta
- No seas mala con ella cariño, solo trataba de….
- Lo sé-. Me eche al lado de ella tocándole su cara que aun estaba acostada en mi cama-. – Pero que se vaya acostumbrando a sus nuevos hermanos jajá…
- Si, es cierto, pero….estos son solo unas vacaciones Luce, ¿que haremos a nuestra vuelta a la gran ciudad?-. Me preguntaba tranquila mirándome sensual y elevando una ceja
- Mi amor, seguir en unas vacaciones constantes-. Le conteste dándole un beso de amor verdadero.

FIN




Agradecimientos….


Sé que el amor bonito viene dentro de todos nosotr@s, de nuestras almas y también hay algunos que no lo son tanto, pero cuando uno siento amor verdadero perdura siempre, más allá de nuestro mundo.
Y eso es algo que a mí me gusta sacar en estos FanReals que escribo de estas amigas, de estas hermanas con química encantadoras que son Lucy and Renee, gracias chicas sois maravillosas, lo hago con cariño y respeto, sean felices….
Staff (Heather, George, Angela y Evlyn), gracias por todo lo que habéis y estáis haciendo por mí, es algo que no merezco pero os lo agradezco de corazón. Jamás pensé que algo como esto pudiera pasarme en mi vida y quiero deciros que ustedes son algo importante, el cariño que me profesáis es bueno y os lo agradezco sabed que contáis conmigo para lo que queráis y espero y deseo de corazón que este FanReals os haya gustado, lo cree pensando en muchas cosas de mis vivencias.
Felicidades por el blog y gracias nuevamente por las muestras de cariño que me dedicáis, a vuestro esfuerzo y por las maravillosas personas que sois.

Con cariño siempre vuestra….

LadyAxR

5 comentarios:

AIKO dijo...

Es un placer leer cada relato de Ladyaxr, y el video es muy simpático y se ve que es una persona muy sencilla.Y os felicito por haber creado este club de fans, gracias.

Anónimo dijo...

Thanks for putting my message in this video so great that you have done, I love this woman still giving us your talent.

April.

Anónimo dijo...

I love love love a lot is a great writer and I was very pleased to meet you finally physically, I love

Bill.

STAFF dijo...

I hope you have enjoyed what you have made my friends and me in that little bit helps, thanks for being the person you are, sorry if I can not be much around here, things work .... hehehe

Evlyn.

Marilyn dijo...

It says at the end of the video?. Thanks for your stories LadyAxR

Poster FanReals By LadyAxR

And of course this should not be less, our beloved LadyAxR not only writes FanReal .... if not more. Thanks for sending us the link. Clicking on the cover you can buy his novel.

Novela Corta: Vida Ajena

Novela Corta: Vida Ajena
Autora: LadyAxR

Poesia en Movimiento

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Muchas cosas salen de nuestros corazones, mas dejemos el odio fuera de el....