(Español) Recuerdos sin olvido

RECUERDOS SIN OLVIDO

(Por LadyAxR)

Agarre mi sombrero y sali por la puerta de la cocina dirigiéndome a un pequeño huerto que tenia en la parte trasera de mi rancho. Me gustaba estar en el, me gustaba cuidar mi propia verdura y me relajaba. Estuve un tiempo y llego uno de mis trabajadores diciéndome que tenían problemas con el parto de una vaca. Después de solucionar el problema que me llevo toda la tarde, pude descansar un rato antes de que mi hijo llegara con su familia, cosa que me encantaba recibir esas visitas pues adoraba a mis nietos y no eran muy común que vinieran, pero esa vez me dijeron que se quedarían unas pequeñas vacaciones conmigo, me fascino la idea.

Yo, hacia tiempo vivía sola, ya que enviude, dos años atrás y me dedique exclusivamente al Rancho que mi esposo y yo construimos hacia ya 10 años atrás. Mi vida ese día cambio cuando compramos el rancho, anteriormente me había dedicado a ser actriz, la verdad era algo que me encantaba y aun me gusta aunque decidí parar un tiempo, ya me cansaba tanto foco, luces, cámaras y ese tiempo paso a ser diez años y ahora me siento feliz, con un rancho prospero y aire puro todos los días. A veces a pesar del tiempo hay prensa que me busca pero siempre procuro no tener contacto, no quiero que mi vida se perturbe o la de mi familia.

Me miraba en el espejo recién salida del baño y a pesar de tener 50 años me conservaba bien, era bien cierto eso que dicen que el aire puro y libre rejuvenece. No es que me importara mucho ni mi edad, ni si me veía muy bien, pero siempre una mujer desea agradarse interior y exterior. Me vestí lo mas rápido que pude pues había escuchado llegar un coche, me asome por mi ventana y vi a mi hijo salir. Ya habían llegado y yo no estaba lista, pero lo hice rápido.

Baje corriendo y abrace a mis nietos, dos chicos encantadores que a pesar del poco tiempo que los veía me querían mucho, la mujer de mi hijo, amable, Alice, era una buena madre y mi hijo. Hacían una familia feliz y eso a mi me gustaba por que mi hijo se merecía ser feliz.

- Hijo lo siento no he podido haceros la cena que os prometí, es que tuve la tarde ocupada…
- No se preocupe Ren-. Alice sonriendo-. – ¿Por que no mejor salimos fuera y cenamos?
- Bueno, eso podría hacerse, esta bien, os invito yo al restaurante del pueblo ¿que me decís?-. mis nietos dijeron que si pero mi hijo no estaba muy por la labor
- Estoy cansando Madre, quisiera quedarme aquí
- Bien, entonces vamos a hacer lo siguiente, para cenar rápido mejor voy yo al restaurante y compro para traer a casa, ¿así es mejor?-. Les dije sonriendo
- Si, mejor-. Mi hijo agradecido
- Yo le acompaño-. Añadió Alice amablemente-. – Chicos, ustedes ya son mayorcitos, metan sus maletas en su dormitorio, ¿el de la parte de abajo Ren?
- Si
- Bien escucharon a su abuela, andando

Mis nietos siguieron a su padre mientras Alice y yo íbamos en camino al coche para ir al pueblo. No tardamos mucho, y por el camino íbamos hablando de muchas cosas. Llegamos y Willy nos atendió rápido, fue un gran amigo de mi esposo y nos apoyo cuando recién llegamos al pueblo, me encantaba su restaurante, era cómodo, hogareño y con buena comida.

Cuando ya volvíamos Alice reía y me decía que ese hombre estaba encantado conmigo y que ella creía que estaba enamorado, yo nada mas me reía y lo negaba. Pero eso era algo que mi esposo también ya antes me había comentado, cosa que yo siempre le decía que era imposible, de todas formas yo no lo quería y como mi esposo me decía, no era mi culpa ser tan guapa, lo extrañaba, echaba de menos sus comentarios y sus cuidados y su amor. No fue el amor de mi vida, pero fue un amor bonito, limpio y puro. Cuando llegamos, pusimos la mesa entre las dos y no tardaron en bajar de sus habitaciones cuando nos escucharon en el salón.

- Abuela, ¿sabes que has salido en las noticias?
- ¿En las noticias?-. Mire a mi hijo
- Yo no se nada, yo no he visto nada pero ellos dicen que te han visto
- ¿Así?, ¿y que decían cariño?-. Mis nietos no eran muy mayores 6 y 8 años, pero entendían bastante
- Pues ha salido unas imágenes de cuando trabajabas en la serie Xena, ¿te acuerdas?
- Si mi amor-. Vaya si me acordaba de esos momento, fueron muy gratos y de ella, jamás olvidare su rostro ni sus ojos azules hasta el día de mi muerte, siempre en mi corazón me llevare ese amor que ella no se atrevió a vivir junto a mi-. – ¿Y de que hablaron?, ¿que decían?
- Pues hablaron de Gabrielle y de Xena y de los otros actores y de que si se iban a reunir y….
- No dijeron eso tonto-. A sus ocho años quería saber mas que nadie y siempre callaba a su hermano
- No le llames así-. Le riño mi hijo-. – Pídele perdón a tu hermano
- Perdona-. Le dio un beso. - Pero es que dijeron mas, no solo eso, estaban hablando de si tu abuela que te habías alejado de eso, pues irías al funeral de Lucy como fuiste al funeral de Xena
- ¿Funeral?-. El mundo se paro para mi en ese mismo instante, Dios, no podía creerlo, Lucy, ¿muerta?-. – A ver díganme bien, ¿dijeron que Xena había muerto?
- Si, bueno que Xena había muerto y la actriz, o eso entendimos

Mis lágrimas brotaron de mis ojos, no pude contenerme, mi hijo se acerco a mí, sabia lo que yo quería a Lucy, me abrazo. Me consolaba mientras me llevaba a la cocina, no quería que sus hijos me vieran así, y era lo mejor. ¡Dios!, Lucy, mi Lucy, no podía creerlo, ¿como era posible?, tantos años la soñé, tantos años la ame y ahora ya no estaba se había ido para siempre, sin poder amarla como yo lo deseaba, sin poder tenerla a mi lado.

Su belleza desapareció y no la vi, no la veía desde hacia muchos años pero siempre la ame y la ame por toda mi vida y mas allá de ella. Mis lágrimas no cesaban, mi hijo me sentó en una de las sillas de la cocina y me dio un vaso de agua, que apenas si pude pasar por mi garganta. No podía quedarme hay sentada debía llamar a su hija Daisy, debía saber que había pasado, hacia mucho tiempo que no hablaba a su casa pero debía hacerlo, no podía dejar de ir a su entierro.

- Cariño, hijo búscame el teléfono, debo hablar a Daisy
- Si madre, claro, ahora mismo te lo traigo

Vi Salir a mi hijo y mis lágrimas seguían recorriendo mis mejillas, pensando en esa perdida que aun no me creía, ¿como era posible?, Dios se la había llevado tan pronto, apenas recién cumplidos los 56. Nunca escuche que ella tuviera nada malo, su carrera seguía en auge y seguía siendo la gran Lucy Lawless, actriz, cantante y buena persona. Mi hijo llego con el teléfono.

- Madre, tranquilícese por favor, se va a enfermar-. Me decía abrazándome
- Si, perdona hijo es que…no me creo esta noticia
- Ya me imagino, toma, llama y averigua bien a lo mejor los chicos se han confundido
- Si, tienes razón

Recordaba el numero a la perfección, muchas veces antaño lo había repetido tan solo para poder escuchar su voz en el contestador, me conformaba con eso. Nadie me contesto y eso me hizo empezar a desesperarme. Decidí hablar a mi hija, ella tenia el teléfono de Daisy, ellas si seguían viéndose y eran amigas.

- ¿Dígame?
- Iris, hija, te llamo por….
- Ya me lo imagino madre, estaba apunto de llamarte, creo que deberías venir a la ciudad, ella te necesita en estos momentos, necesita una buena amiga en quien apoyarse
- Si, claro que voy a ir ¿pero como ha pasado?, ¿por que?, ¿que fue lo que ha ocurrido?, cuéntamelo todo, ¿Daisy como esta?
- Fue un terrible accidente, un camión se pasó un alto madre, Daisy esta bien, bueno apoyando a su madre pe….
- ¿Madre?, ¿Lucy?, ¿ella esta bien?-. Mi corazón dio un vuelco de alegría, una breve esperanza
- Si, claro madre, claro que esta bien, pues dentro de todo lo lleva como puede, pero necesita una amiga que….
- Bueno….entonces…a ver que no me entero bien, es que en la televisión los chicos escucharon que Lucy…Lucy había muerto
- Oh…no….no, gracias a Dios no, madre fue Rob, Lucy esta muy mal, Daisy me llamo y me contó lo ocurrido, esta noche estaré en su casa con ellas, voy ayudar a Daisy a preparar el sepelio, Lucy no esta muy bien, es un golpe duro para ella
- Es lógico-. No deseaba que a Rob le pasara nada, pero mi corazón se tranquilizo al saber que ella estaba bien, debía ir a su lado, debía estar junto a ella-. – Hija, voy a coger el primer vuelo que salga, voy a llamar al aeropuerto, luego de llamo a tu teléfono
- Madre, mejor llámame a casa de Lucy, me voy en cuanto te cuelgue para allá
- Esta bien, así lo haré, hasta luego
- Adiós

Le conté a mi hijo lo ocurrido y me ayudo a hacer una pequeña maleta, me recomendó esperar pero yo no quería, deseaba llegar cuanto antes, no podía dejarla sola en ese proceso. Aun recuerdo cuando mi esposo murió, ella me dejo recado con su hija, estaba fuera del país trabajando y se disculpo por no poder estar a mi lado. Pero yo estaba cerca y debía ayudarla, debía consolarla y ser un apoyo para ella. Mientras yo acababa de cerrar mi maleta junto a mi hijo, su esposa me ayudo con mi billete de avión, buscándome el primer vuelo.

- No hay vuelos, solo hay uno a las 6 de la mañana-. Alice me confirmo cuando mi hijo y yo bajamos con mi maleta
- Pero debe de haber uno, cualquiera, aunque sea en privado o…
- No hay nada Renee, lo he comprobado por todas las compañías y por precios, pero nada
- Maldita sea, pero debe haber algo, no es posible que saliendo un avión cada dos horas no haya ningún vuelo, esta bien, me iré en coche
- Madre, esta loca, son las 12 de la noche, si vas en coche llegaras a las 6 de la mañana allí y para eso mejor espérese al avión de las 6 que a las 7 estaría allí
- No, me gustaría estar con Lucy y su hija para la velación de esta noche, debo ir y…ya se, avioneta, a lo mejor hay alguna avioneta privada, si voy a llamar para averiguar

Así lo hice y si lo conseguí, había un par disponibles, mi hijo me llevo al aeropuerto y me despidió, mientras yo le decía que llamara a su hermana a casa de Lucy y le confirmara mi hora de llagada para que fuera a recogerme.

El viaje duro una hora, aunque a mi me parecieron mas, llegamos bien y me acerque a la banda de las maletas coji la mía y Sali. Buscaba a mi hija y no la veía por ningún lado, pero di me di cuenta de que había periodistas y para mi desgraciada me habían visto, pensé que no me reconocerían pero me equivocaba se acercaron hacia mi y comenzaron las preguntas y los flash de las cámaras. Comencé a caminar sin contestar pero seguía sin ver a mi hija, Sali fuera del aeropuerto y nada no la veía, los periodistas seguían.

- Chicos por favor, tranquilos, les contesto a algunas preguntas y ya ¿deacuerdo?
- ¿Como se entero de la noticia?
- Por televisión, ha sido una tragedia y le doy el pésame a su familia y…
- ¿Vas a ir a buscar a Lucy?, ¿estarás con ella en estos duros momentos?
- Si, para eso estamos las amigas, he venido cuando me entere y os pido por favor que respetéis tanto la memoria de Rob como a su familia
- Si, pero…usted hace mucho que no la ve y ella no acudió al entierro de su esposo
- Bueno…ella en ese momento estaba trabajando y no pudo asistir pero eso no quiere decir que no me llamara y me correspondiera como la amiga mía que es, y ahora si me disculpan tengo que irme
- ¿Te vas a quedar en su casa?, Renee, ¿estarás junto a ella a partir de ahora?

No respondí a ninguna pregunta mas, mi hija se acercaba me abrazo cojio mi maleta rápido y entramos en su coche. Conversamos y me puso al tanto de la situación y de que la casa de Lucy estaba rodeada de periodistas y que no dejaban de llamar.

Llegamos después de que un equipo de seguridad nos dejo pasar, retirando a los periodistas de la puerta. Cuando baje del coche, a lo lejos distinguía los flash de las cámaras que estaban detrás de la reja de la casa, me gire pensando que eso era de loco y que bueno que yo me había retirado de todo eso. Vi a Daisy salir de su casa.

- Hola Renee, que bueno que llegaste
- Hola pequeña, ¿como estas?, cuanto lo siento-. Le decía mientras la abrazaba
- Bien, bueno dentro de todo bien, mi madre es la que esta peor, aun no esta reaccionando de todo lo ocurrido, y luego con esos buitres hay pues peor
- Claro lo entiendo. ¿Lo estáis velando aquí en casa?
- Si, así lo ha querido mi madre, pero pasad dentro, ella esta deseando de verte, te ha extrañado mucho durante todo este tiempo
- Y yo a ella y a toda la familia

Entramos dentro y presente mis respetos al cuerpo de Rob, fue un gran hombre, no me lleve muy bien con él, pero era bueno y el fue el queme dio la oportunidad de trabajar en esa serie que me había dado tanto en mi vida. Mire en la sala donde el cuerpo había sido depositado pero en ese momento solo estaba la familia de Rob, a los que di el pésame y nada más ya que no los conocía. Daisy me indico que fuera a la cocina que hay estaba su madre.

Entre y allí la vi, sentada en la mesa, con un café en la mano y apoyando su cabeza en sus manos mirando hacia abajo, su cabello rubio le caía delante de la cara, al oír la puerta elevo el rostro. Sus ojos rojizos he hinchados me hizo entristecer, ella siempre era alegre, risueña y era la primera vez que la veía en ese estado. Ella me miro y se levanto, soltando un llanto de desconsuelo.

- Renee…hola, gracias por venir-. Me abrazo tan fuerte que sentí todo su cuerpo junto a mi
- Aquí estoy cariño, ¿como estas amiga?, no te preocupes ¿vale?, toda tu familia esta aquí y te vamos a apoyar y ayudar, lo siento mucho amiga, no sabes cuanto lo siento
- Gracias amiga, de veras que te necesitaba, y te extrañaba, necesitaba este abrazo de una amiga tan real como tu
- Bueno…a ver… ven, siéntate…-. Le decía mientras de las manos la llevaba de vuelta a la silla y perdiendo levemente el equilibrio tuve que sostenerla
- Hey...amiga ¿que te pasa?
- Ren, es culpa de ella lleva sin comer 24 horas, solo lleva pastillas en su estomago-. Daisy enfadada-. – A ver si tu puedes hacerla comer algo
- Eso no Lu, debes comer, si no…te vas a poner mala y eso no queremos que ocurra
- Es que no me pasa nada
- Pues debe intentarlo…escucha mejor te voy a llevar a tu cuarto a descansar un rato y te hago un caldo

Con mi ayuda la lleve a su dormitorio y la tumbe en la cama, baje a la cocina y le dije a las chicas que se encargaran de estar pendiente de la gente que llegaba al velatorio de Rob, que mientras yo le daría algo de comer a Lucy. Subí de nuevo y ella estaba mirando hacia la pared, llorando, puse el caldito en la mesa de noche y ella se giro abrazándome nuevamente.

- Cuanto te he extrañado amiga, cuanto te he necesitado todos estos años
- Yo también Lu yo también te he necesitado y jamás te he olvidado ni un día de mi vida-. Pensé que ojala eso me lo hubiera dicho en otras circunstancia y no en esta.- vamos Lucy debes comer algo, por favor inténtalo
- Esta bien-. Me soltó y se recostó en la cama

Después de comérselo todo gracias a Dios, estuve un rato hablando con ella y tranquilizándola en lo que podía y calmándola en lo que me permitía, la vi cerrar lo ojos, eso me alivio, quería que descansara, debía hacerlo para así aguantar, me levante de la cama, pero su mano cojio la mía.

- No te vayas, no te vayas por favor, quiero que estés aquí cuando despierte, quiero descansar junto a mi amiga
- Esta bien Lucy, tu tranquila, duérmete, descansa-. Me puse a su lado y nos acomodamos quedando yo sentada, apoyada en el cabezal de la cama y ella depositando su cabeza sobre mis piernas
- No vuelvas a dejarme amiga, por favor no lo hagas, tengo miedo
- Lucy, descansa-. Le acariciaba su cabello-. – No me iré a ningún lado aquí estaré cuando despiertes, te lo prometo

Dormida ya, la veía descansar, me gustaba mirarla, se veía tan linda, parecía que no habían pasado los años por ella, su respiración estaba relajada y sentir su cuerpo junto al mío me emociono, me gustaba. Ella siempre había sido la fuerte la que apoyaba a todo el mundo y ahora estaba derrumbada, ahora ella necesitaba ayuda y yo no me negaría a dársela, la ayudaría en todo lo que pudiera.

Siempre la había amado, siempre la había querido y mi amor seguía vigente, aunque cada cual siguió su camino, con su familia y nos separamos, pero ahora podíamos volver a retomar nuestra amistad, esa amistad que nunca debió dejarse, pero que lo hicimos por el bien de ambas.

Antaño tuvimos nuestros encuentros, un par de veces nos amamos, pero eso quedo en el olvido, supongo para ella, pero no para mí, que aunque yo fui muy feliz con mi esposo, a veces cuando hacia el amor con él y cerraba mis ojos la veía a ella. Pero eso ya era pasado y debía seguir siendo así, ahora estábamos en otro tiempo, éramos amigas y así debía seguir siendo. Cerré mis ojos, quería descansarlos para si poder y aguantar toda la noche. En una hora ella abrió sus ojos.

- ¿Ren?
- Si, dime-. Seguíamos en la misma postura, me miro
- Gracias por estar aquí, nunca tendré nada con que pagarte lo que estas haciendo por mi
- Ya lo has hecho amiga, con esa mirada

La ayude a incorporarse y después de estar hablando un rato mas, salimos para seguir con el velatorio. Más amigos llegaron, dándole el pésame a toda la familia. Lucy se mantuvo fuerte y saco adelante esa noche y el día siguiente en el cementerio y la siguiente semana estuvo acompañada por mi hija, la suya y yo.

Sentadas comiendo, las cuatro conversábamos, Daisy nos contaba lo que le había pasado en su trabajo y yo decidí que hay ya les iba a decir que debía marcharme. No podía quedarme mas, no quería hacerlo a pesar del acoso de la prensa me sentía muy a gusto con ellas en esa casa.

- Hoy me han llamado, debo marcharme, me reclaman en….
- ¿Como que vas a marcharte?-. Lucy me reclamo. – No puedes, me dijiste que te quedarías a…
- Si Lucy, se lo que dije, pero es que debo ir a casa, si quieres me….
- No, quiero que te quedes, necesito que te quedes
- Madre-. Daisy intervino-. – Debes dejarla ir, ella tiene un rancho que atender y…
- No, no es justo
- ¿Justo?....Lucy escucha, debo…
- Creo que es mejor que las dejemos solas, vale daisy?
- Si, creo que es lo mejor

Ambas se levantaron y Lucy hizo lo mismo llevando su plato a la cocina, allí la alcance, debía explicarle, no quería que me fuera pero debía hacerlo, debía atender mi casa y mi hijo aun seguía esperándome.

- Lucy por favor, no te enfades, lo siento, pero en el rancho tengo cosas que hacer, mi hijo aun esta allí con su familia
- Pero me dijiste que te quedarías
- Y así a sido amiga, llevo una semana y me quedaría mas pero me es imposible

El teléfono sonó y el contestador salto, nuevamente los periodistas querían saber, querían averiguar y ella se desespero y descolgó fuertemente el teléfono de la pared.

- Estoy cansada de todo esto amiga, muy cansada, estaba aguantando por ustedes pero si se van me voy a morir aquí, no sabré que hacer
- Claro que si, tu eres fuerte y sabes llevar a toda esta gente
- No, ahora no, me cuesta, ya no soy como antes Ren ya….da igual, tranquila, márchate, vuelve cuando puedas-. De pronto una idea paso por mi cabeza
- ¿Por que no vienes conmigo?
- ¿Que?
- Si, eso es amiga, vente conmigo, en mi rancho estarás tranquila no abra prensa y tendrás aire puro y podrás relajarte y recargar baterías, ¿que me dices?
- Renee, no soy mujer de campo, ya sabes que lo mío es la ciudad y prefiero….
- Vamos, anímate, harás cosas diferentes, tu trabajo lo has dejado por un tiempo pues tomate unas vacaciones en mi casa, te tendré como una reina ya veras
- ¿Como una reina?...mmmmm pues eso me hace dudar entonces-. Sonrió, era su primera sonrisa desde que su esposo falleció, y me gusto que me la diera a mi
- Lucy en serio haré que te lo pases genial, vamos, vente conmigo no puedes negar que es una gran idea
- Bien, me iré contigo, iré por un tiempo
- Perfecto-. Le sonreí y guiñándole un ojo continué-. – preparare el viaje saldremos esta noche

Preparamos las cosas y ella como siempre en eso no había cambiado viajaba con muchas maletas. Dejo la casa a cargo de Daisy y nos escapamos hacia el aeropuerto por la puerta trasera para que los periodistas no se dieran cuenta, y lo conseguimos. Después una hora de vuelo llegamos a mi rancho.

Un trabajador me contó que mi hijo se había marchado y que había quedado en llamarme en la noche. Me desilusiones pero el ver a Lucy conmigo me gustaba, jamás pensé en tenerla en mi casa, se nos hizo tarde mientras preparábamos la cena en el patio, pero cenamos muy a gusto y conversamos bien. La lleve a la habitación de invitados que estaba en la esquina de la parte superior y se instalo, mientras yo me aseaba en mi cuarto de baño. Salí con mi albornoz y fui a ver si todo estaba de su agrado.

- ¿Puedo pasar?-. Llame varias veces
- Claro mujer estas en tu casa-. Ella estaba con su pijama ya puesto y sentada en la cama lista para dormir
- ¿Estas a gusto?, ¿te gusta este dormitorio?
- Si gracias, estoy a gusto, gracias por todo Renee
- De nada amiga, y tu tranquila, ya veras que mañana te lo pasas muy bien, te voy a enseñar a hacer muchas cosas
- Vale

Me marche dándole un beso en su mejilla, sentir su piel me volvió loca, no, debía quitarme esos pensamientos de la cabeza. A pesar de desviar mi mente al llegar a mi cuarto tuve que volver a ducharme pero esta vez con agua bien fría.

El tiempo se fue muy rápido y ya llevábamos un mes juntas aunque a mi me parecía mucho menos, me sentía muy a gusto con su presencia. Aprendió mucho y rápido todo lo relacionado con llevar un rancho. Se veía preciosa cuando iba vestida de vaquera, con sus botas y sombrero y cuando montaba su yegua favorita.

El invierno se nos hecho encima y me encanta charlar junto a ella frente ala chimenea, quería que esa situación no acabara nunca pero debía de ser así, sabia que tarde o temprano ella se querría marchar. A veces muchas de mis noches me acercaba a su dormitorio a verla dormir, la observaba y me gustaba mucho. Mis sentimientos habían vuelto más que nunca pero ella no se acordaba de nuestro pasado.
Esa noche habíamos decidido salir con amigos a cenar y a tomar algo y Willi nos acompaño a casa, yo no sabia el por que, pero Lucy no se llevaba bien con él y eso se me hacia extraño por que Lucy siempre era amable con todo el mundo. Bajamos del coche y él me pidió hablar un segundo, Lucy se marcho a dentro.

- Dime Will, ando cansada ¿que pasa?
- Debo hablarte
- A ver dime, si es por el ganado ya te dije que...
- No, no es eso
- ¿Entonces?
- Renee, ¿te sientes bien?
- Si, ¿por que?
- Quiero decir…. ¿te sientes bien cuando estas conmigo?-. Me lo veía venir, siempre lo quise negar pero si era cierto
- Claro-. No quise ser descortés, pero debía decirle la verdad. – Will, si me siento a gusto contigo, pero amigo, no como tu quisieras, eres mi amigo y unos de los mejores, pero nada mas
- Bien, ya lo he captado, pero Renee quiero que sepas que estaré aquí para lo que necesites
- Lo se, lo se-. Le abrace-. – Tu siempre me has apoyado y siempre te voy a querer y respetar, eras el mejor amigo de mi esposo y ahora eres un gran amigo mío, gracias por todo eso
- Vale, esta bien, entra en casa amiga, no te vayas a enfriar
- Dea cuerdo

Entre en casa y lo vi alejarse por la ventana, si eres un gran amigo pero no era lo mío, no sentía ningún tipo de amor por él. Pero si sentía por esa mujer que me traía loca de amor, un amor secreto que quería sacar y no podía. Estaba sentada frente a la chimenea, miraba las llamas, sus ojos azules resplandecían. Me senté frente a ella en el otro sillón.

- Estoy agotada amiga ¿tu no lo estas?-. Le decía sin obtener respuesta y sin ni siquiera mirarme-.- Lucy….¿estas bien?
- Si-. Me contesto seca y fríamente sin dejar de mirar el fuego
- Oh…bueno…mmmm…¿nos tomamos la ultima?, ¿quieres algo?-. No me dio respuesta-. – En serio estas bien, te noto algo…
- Si, estoy bien ¿que mas quieres que te diga?-. Su mirada se clavo en mi, el fuego de la chimenea estaba en sus ojos, estaba enfada de eso no había duda
- Pero…¿por que estas enfadada?, ¿he hecho algo que te molestara?, ¿he dicho algo que no debía?. Antes estabas feliz, reías, ¿que te pasa?
- Nada, esto tiene que acabar, he decidido marcharme, mañana mismo vuelvo a la ciudad
- Pero… ¿por que?, yo creía que aquí estabas a gusto, que eras feliz
- Y lo era…lo soy…quiero decir que…hay ¿sabes que?...déjame en paz Renee, estoy cansada y me voy a dormir-. No entendí su reacción pero la retuve antes de que se marchara cojiendola del brazo
- Espera mujer, cuéntame, somos amigas, ¿que demonios te pasa?
- Nada que te incumba y suéltame por favor, quiero ir a descansar-. Trato de soltarse y la deje no quería retenerla a la fuerza
- Espera….Lucy por Dios, ¿pero por que me hablas así? ¿Por que estas teniendo este comportamiento?, ¿que es lo que te molesta?
- ¿A mi?, ¿molesta? ¿Yo?...no…. para nada amiga…¿quien te ha dicho que estoy molesta?, además por mi no te preocupes, ya sabes tu puedes irte cuando te plazca y salir con quien quieras y revolcarte con cualquiera
- ¿Revolcarme?
- Si, te he visto muy abrazadita a tu gran amigo Will, deberías a ver seguido y haberte metido en su coche y….
- Lucy por Dios, no sabes lo que esas diciendo, creo que las copas que te has tomado se te han subido de mas, si, es mejor que nos vayamos a descansar-. Trate de agarrarle el brazo y ella lo aparto velozmente
- No me toques Renee, no te acerques a mi y lárgate de una vez con ese hombre que deseas tanto, ¿que te crees?, ¿que soy estupida?, ¿que no te oigo cuando en las noches te duchas?
- Creo que es mejor que me marche a la cama y…-. Me dirigí hacia la escalera pero ella me retuvo un brazo
- Ah no, ahora no te vas, no querías hablar, pues ahora me vas a escuchar-. Me giro de golpe y me paso sus brazos por la cintura
- Esto es de locos, suéltame Lucy, por Dios suéltame-. No quería tenerla tan cerca, me estaba empezando a gustar demasiado esa situación y debía respetarla
- ¿Por que?, eso es lo que deseas ¿verdad? Que él te abrace….que te acaricie…-. Comenzó a bajar sus manos, acariciando mis muslos, las subió rápidamente y las introdujo en mi jerséis, tocando mis pechos-. – ¿Así quieres que él te acaricie para sentirte satisfecha?-. Ya no aguante mas y mi excitación aumento y sin mas….
- Así es como deseo que me acaricies tu tonta, que me ames tu, que me hagas sentir ese fuego que tengo que apagar cada noche con una ducha por el simple echo de pensar que estas en ese cuarto y que no te debo tocar, pues mereces mis respetos
- ¿Que?,¿de que me estas hablando?-. Sus manos salieron de mi jerséis y volvieron a mi cintura
- Lo que has oído, ya estoy cansada de todo esto, me muero por pensar que te quieras alejar de mi nuevamente, de que vuelvas a echarme de tu vida, cuando te miro y me sonríes me alegras el día y cuando te veo caminar me haces suspirar y si, te deseo mucho mas de lo que te imaginas, te necesito y jamás en ninguno de todos estos años te he olvidado. Y ahora me vienes con la payasada de Will y me provocas de esta forma, pues si Lucy ya lo sabes, te amo y deseo con locura y ahora que ya te lo he dicho y me he quitado este peso de encima haz lo que te de la gana, vete si quieres, de todas formas tu te olvidaste de mi hace mucho tiempo

Retire sus manos y me gire subiendo las escaleras rápidamente, quería alejarme de ella, me sentía avergonzada, quería estar sola. Ella me alcanzo en el pasillo superior, dándome nuevamente la vuelta para estar frente a frente.

- No he terminado de hablar
- ¿Y ahora que quieres Lucy?, estoy cansada de todo esto
- No me gusta que me digas que te he olvidado, por que no es cierto, yo nunca logre olvidarte, no olvide lo momentos junto a ti
- Pues parece que si, por como te estas comportando, pero te digo algo, ya da igual, déjalo así, y déjame en paz, debo de ir a darme una ducha-. Le dije con ironía
- No, esta vez….esta noche, no te vas a dar una ducha

Me agarro el rostro besándome con pasión, mi mente se fue, mi cuerpo sintió ese beso, y mi piel se erizo de emoción. Me acerco a la pared reteniéndome con todo su cuerpo, agarrando con sus manos mis manos en alto, mientras me besaba en el cuello pasionalmente, cosa que me hizo suspirar y gemir de placer. Sujetándome mis dos manos con una suya bajo la otra por mi cintura, llegando al botón de mi pantalón, desabrochándolo e introduciendo su mano en mi sexo, acariciándolo y dándome un placer irremediable.

Eso no estaba bien, no debía ser así, no en ese momento, lo deseaba si, pero no quería que fuera así, con alcohol, con esa situación y esa discusión que estábamos teniendo.

- Para…por favor…. Detente-. Saque su mano y la aparte despacio
- ¿Por que?, ¿acaso no es lo que deseas?-. Su mirada estaba encendida, me desafiaba
- No…digo si…pero…no, no así, no de esta forma, esto no esta bien, no me gusta la forma en que te comportas y no deseo hacerlo por que a lo mejor mañana me vuelves a abandonar como lo hiciste en el pasado, no quiero eso en mi vida de nuevo, no quiero sufrir
- Oh…ya…claro, me imagino, seguro lo que quieres es que él venga y te lo haga…que…
- Cállate Lucy-. Le grite, yo amándola con toda mi alma y ella me reclamaba algo insólito

Siguió reclamando y hablando tonterías, no sabia si era el alcohol o sus celos o las dos cosas juntas, la cuestión es que veía que la cosa se estaba poniendo peor y yo me notaba que también me estaba enfadando de mas, debía acabar aquello.

Trate de irme pero me retuvo agarrándome por detrás la cintura, me abrazaba diciéndome que quería estar conmigo esa noche, que quería hacerme suya, me dio la vuelta violentamente y me retuvo contra la pared nuevamente, como pude logre alejarla y le di un bofetón. Ella se quedo quieta, solo me miraba, se acerco y me beso con violencia. La separe y volví a bofetearla. Repitió la acción pero esta vez su beso cambio, era pasional y me gusto, ¡Dios! Jamás había tocado a nadie ni siquiera a mis hijos y ella había echo que me enfadara al grado de darle una bofetada

- Puedes seguir dándome bofetadas toda la noche o toda tu vida Renee, pero contra mas me des, mas besos vas a recibir
- Estas loca Lucy, completamente loca-. Mis lagrimas salieron, esa situación me superaba
- Si…tu me tienes loca de celos, tu me haces sentirme así, tu eres la persona que me provocas y me vuelves loca
- ¿Por que? ¿Por que?-. Mis lagrimas no cesaban y me deje caer al suelo, necesitaba sentarme, ella se sentó a mi lado
- ¿Por que, que?, ¿por que te amo?, ¿por que te necesito? ¿Por que quiero estar a tu lado por siempre?. Por que eres un ser maravilloso Renee, por que eres linda, por que tienes un corazón puro y bueno, solo mírate al espejo y entonces entenderás el por que de mi amor
- Ya… Lucy, ya, cállate por favor
- Pero por que pequeña-. Hecho sus brazos sobre mi y me abrazo, eso me gusto, me sentí protegida, querida como hacia mucho no me sentía, ella cambio, lo note en ese abrazo tierno que me daba, tenia razón, yo la amaba y ella me había declarado el suyo
- Te amo Lucy, te quiero-. Solo le dije sin mirarla
- Ven aquí-. Me acomodo en sus brazos, ella apoyada en la pared y yo en su pecho sintiendo su respiración, su cuerpo-.-No llores cariño, no derrames una lagrima, tu mereces ser feliz y si yo te lo puedo dar lo voy a hacer, ya a estas altura de mi vida no voy a dejarte escapar otra vez

Nos quedamos un tiempo así, no tardamos mucho en levantarnos he ir a mi dormitorio en el cual dormimos juntas. Pasamos una noche maravillosa de amor, de cariño, de confidencias. Ahora después de un año, cumplimos nuestro aniversario y le tengo preparada una fiesta. Ella se vino a vivir conmigo, en la actualidad a ella le encanta más el campo que a mi, suelo bromearle con eso y la verdad que ni la prensa cuenta se dio, solo cuando ella decidió dejar su carrera artística, le preguntaron y ella solo les contesto:

Deseo pasar el resto de mi vida viviendo al aire libre….

FIN